También podría escribir un cuento ciencia ficcioso sobre un viaje a un lugar desconocido. El escenario sería un bar extraño para la protagonista, en donde las paredes están repletas de signos y letras que ella no entiende. Entonces, se conecta a una computadora wikipédica que le explica de que van DeathBonnieDeath, DeltaRed, PurisimaDiabla, Biznaga, TrippedSeis, Corcholata, Pixel, SabeAzul, InTheLeoTriplet, SickSeis, MelissaMunster… el vals del jamás.
Un poco de tipo “superación personal” sería la historia de un grupo de personas que tienen los ojos y las manos llenas de inspiración y pasión. Que sobreviven y malviven pero, a diferencia de muchos encorbatados, pueden dormir bien.
Muy romántico y ambientado en las calles del centro de Querétaro sería un cuento de una loca enamorada de un imposible: un ángel, una fuente o un tren. Estaría atascado de simbolismos que involucrarían a la luna y no tendría final feliz.
Muchos cuentos muy cochinos se me ocurren, pero ahorita es mejor no invocarlos.
Una reflexión atea sobre almas y espejos, de diferencias que unen y separan, de miradas que no requieren palabras, de sonrisas grabadas como tatuajes.
Clarito vi un cuento el miércoles que viajaba en el metro. Un señor llegando a los setentas tenía la barba blanca, vestía un traje a rayas y usaba sombrero. Tenía los ojos negros y yo le puse un lunar en el ojo derecho (mi derecho). Quise entonces inventarle una vida en la que unos meses estuve yo.
Pero hoy no tengo ganas de inventar cosas que viví.
1 comentarios:
ejem...
bueno, reconsidera “Me quisieron ligar en un table dance”, ese seria...ejem...interesante..!
saludos desde Mty..
W
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