Este blog personal estuvo activo de marzo de 2008 a julio de 2010. La continuación está en jeri4queen.blogspot.com

viernes, 23 de abril de 2010

Perdí mi celular y de la desesperación me fui con mi mami

Ayer perdí mi celular y hoy me largo a Guanatos City Rocks para que me consuele mi mamá y Joaquín Sabina.

Se aceptan donaciones, aunque sean de esos aparatitos a los que se descarga la pila en un día
(en serio)

Quejas, sugerencias, donaciones y acosos sexuales a:

rossymr@gmail.com

miércoles, 21 de abril de 2010

Como conocí a Ted y empecé a odiar a todos los hombres y a drogarme con pastillas de la Y.

Echando un vistazo al Flickr amatorio de mi vida y si le llamara a los de CSI QRO para que hicieran un perfil físico de mi pasado hombreril sería una cosa así de culera:

Brrr...

Lo que quiero decir es que en lo que toca hombres, le he entrado con singular alegría a todo tipo de complexión, color, edad, altura, pelura, largura y espesura. Lo siento papi y mami, eso de la selectividad no se me da; eso les pasa por andar enseñándome a aceptar a cualquiera.

Sin embargo, ya encontré a hombre al que le diría NO. Aunque me juraran su alto nivel amatorio: NI MADRES. Que vive en Niuyor: NUNCAMENTE. Que sabe hacer amigos: NEL. Que relata muy chingón: ÑE. Que es fiel, trabajador y besa rico: CON UNA CHINGADAQUE NO.

TED MOSBY.
El único hombre del planeta que nunca me cogeré**

1. Odio sus pómulos. Los verdaderos hombres no tienen pómulos así de saltados. Evidencia de la anterior está Maicol Jacson.
2. Odio que sólo se dedique a buscar a la madre de sus hijos.
3. Odio su pinche sonrisita. Resalta aún más los asquerosos pómulos y su cara de baboso.
4. Odio su cara de baboso.
5. Odio que sólo se dedique a buscar a la madre de sus hijos.
6. Odio que utilice camisas dos tallas más grandes que lo debido y sobre una camiseta. ¡supera los noventas, loser!
7. Odio que toma cerveza en tarro pequeño.
8. Odio que sólo se dedique a buscar a la madre de sus hijos.
9. Odio su cara de perrito abandonado cada vez que está triste por no encontrar a la madre de sus hijos.
10. Odio que sólo se dedique a buscar a la madre de sus hijos.

Lo que quiero decir es que el personaje se está cargando a mi serie favorita (HIMYM). En el capítulo de esta semana, a Ted le da un ataque de ansiedad futurosa debido a que su madre se casa por segunda vez y a su edad tiene mindfucking sex, mientras que él no puede encontrar a la madre de sus hijos. Entonces, hace lo que cualquier persona razonable: compra una casa enooorme y en ruinas para que esté lista cuando sus hipotéticos hijos y su hipotética mujer la habiten.

No me chinguen.

Es como si una mujer se comprara un vestido de novia, sólo para estar lista. Por supuesto, si esto llegara a ocurrir, la sociedad tacharía de loca quedada desesperada. Sin embargo, si lo hace un hombre, es un maduro y previsor.

Chicos, ya bájenle a su PROSTASTERIA. No es sexy, ni cool, ni moderno y se merecen una patada en los huevos para ver si así sueltan progesterona y hacen cosas de hombrecitos.


** Y no tiene nada que ver que sea un personaje de ficción.

Somewhere, something incredible is waiting to be known

Ya sé, esto lo acabo de poner en recolectivo, pero este vídeo me sacó una lagrimita. :')




Corrían los ochentas y un señor vestido con cuello de tortuga y traje café hablaba en la televisión sobre los planetas y las estrellas; de la gente que ha habitado este mundo que se llama Tierra, las características de ésta y de cómo habían contribuido al conocimiento universal del que ahora él hablaba emocionado. Desde su sillón, ese hombre recorría el universo utilizando animaciones que a ojos de este siglo, parecen maquetas colgadas de hilitos. Su nombre era Carl Sagan y la serie se llamaba Cosmos.

Tiempo después, las computadoras y los hombres comenzaron a llamar mi atención, por lo que dejé de alimentar mi vena científica.

En el 2003 volví a encontrar a Sagan, pero ahora el formato era de papel y con títulos como El mundo y sus demonios y El cerebro de Broca. Pero fue hasta el 2005 cuando devoré Cosmos en pocos días, ya que el librote llegó a mis manos en préstamo de una biblioteca. Al terminarlo, tenía un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos. También me dieron ganas de robármelo, pero al final lo regresé.

Cuando la instrucción escolar nos vomita nombres por separado y en diferentes “materias” como Filosofía, Matemáticas, Astronomía, Biología, Historia, etcétera, en Cosmos, Carl Sagan hace un todo y relaciona a Pitágoras con Platón con Hipatía, Kepler, Newton, Da Vinci, Colón, Darwin, Huygens, Einstein. Su lectura me acercó a ellos como hombres (no sólo como teorías), a sus errores, problemas y a las fallas históricas que hemos tenido como raza. El conocerlos por separado me había quitado el placer de entender la relación entre sus teorías y propuestas; tampoco me di cuenta del común denominador que existe entre ellos e incluso, conmigo.

Sagan me llevó de la mano por la historia del hombre como un ser pensante e inteligente. Entendí que el conocimiento, antes que otra cosa, significa libertad. Libertad de elegir a través de la razón, libertad para no subyugarte ante las ideas de otros, libertad para atreverte a soñar en más.

Si me preguntan la distancia al Sol, la gravedad de Júpiter o la elasticidad del tiempo por la aceleración de las partículas a velocidad de la luz, tal vez no les pueda contestar o les diga una tontería. Pero ahora entiendo que la ciencia es mucho más que números, datos, fechas y nombres. La ciencia es lo que nos da esencia como humanos, sus logros y adelantos unen, mientras que las guerras destruyen. La ciencia ilumina, mientras que la charlatanería oculta y miente.

Sabía que sólo era cuestión de tiempo, ahorro y decisión para adquirirlo. Así que desde la semana pasada, Cosmos está en mi librero y es parte de mi evangelio.

martes, 20 de abril de 2010

Cuerpodivino (Godbody)

Theodore Sturgeon es escritor de ciencia ficción. Eso lo sé porque me lo prestó un fanático del género. Por lo demás, admito que no sabía nada del autor y desafortunadamente, no he leído nada más. Cuerpodivino fue publicada tras su muerte, e incluso, en la ficha de Wikipedia en español, no aparece.

La novela está contada desde el punto de vista de ocho personas, las cuales narran en primera persona su encuentro con un ser místico llamado Cuerpodivino. Con forme pasan los capítulos, descubrimos quién es ese ser misterioso y cómo toca a través de la energía sexual que emana, a cada uno de los personajes.

La narrativa tiene un ritmo excepcional; yo lo terminé en un día. Es poético, es cachondo (pero no vulgar), es humano. La idea de elevar el sexo a un nivel sagrado y religioso conecta al lector que ha estado enamorado y caliente por la misma persona. Más que un orgasmo, es la conexión. Supongo que algún católico podría tachar de hereje al texto, sobre todo por las frecuentes referencias a Jesús, pero a mí me encantaron.

Vuelvo a los personajes, que son el hilo conductor de la novela. Todos están delineados física y emocionalmente de una manera muy rica, lo que demuestra la maestría del autor. Además todos soy muy diferentes: un pastor y su esposa, un violador, una loca-desadaptada, una metiche, una artista, un policía corrupto, un viejo agachón.

Mi preferida es la artista Britt Svanguld. Una hippie y excéntrica que se dedica a pintar y sostiene que el tacto es el sentido más valioso. Que en cierto modo, todos los sentidos tocan. A continuación un extracto:

El sentido del tacto es un cristal con muchas facetas. El aire estalla entre el martillo y el yunque y perturba el aire alrededor que a su vez vuelve a perturbar el aire, y esas perturbaciones avanzan hacia ti como pasos hasta que tocan la membrana del oído. Lo mismo ocurre con las ráfagas de sonido que atraviesan las plumas rígidas de un cuervo y las plumas suaves del ala de un búho, y cada una tiene un significado diferente. Ver también es tocar y ser visto es ser tocado, y esto también tiene sus muchos sentidos. No es lo mismo que te vea un niño cruel con una piedra en la mano que un ciervo o una ardilla. Si vives como vivo yo y sabes tocar y ser tocado por los ojos, sientes los ojos incluso cuando no los ves y puedes darte cuenta de qué tipo de tacto es.

En resumen; me encantó, quiero más de Sturgeon y no leerlo es un gran error. Ah y hasta que consiga mi copia, no lo pienso regresar. jijiji


Post patrocinado por:
  • Un ángel escritor que se emborracha con chocolate. Un cuento sin sexo. ¡¡GARANTIZADO!!
  • Gaspar, su rey mago preferido. O como el sexo arruina los recuerdos infantiles.
  • Guisados Doña Mary, del mercado Hidalgo. Les recomiendo la costilla en salsa de chile pasilla con frijoles y arroz. Todas las tortillotas azules que quiera comer incluidas en sus 30 pesotes. Café de olla imperdible.

lunes, 19 de abril de 2010

Time is ticking out

De vez en cuando me gusta ir a Waldo’s Mart para comprar cosas de doce pesos que no sabía que necesitaba. O que si sabía que me faltaba, pero no me acordaba. Supongo que es algo así como un guilty pleasure porque ya sé que si compro una palita de cocina, ésta se va a deshacer con el calor de los huevos revueltos y me quedará un nutritivo omelet de jamón y plástico. Yomi.

Mi adicción a Waldo’s comenzó en Manzanillo, donde compraba una caja que trae como 99 galletas con chispitas de chocolate a doce pesos. ¿Cómo la ves pinche Marinela? Dos kilos después incluí entre mis compras pilas, botes de basura, azucareras y unos jugos de pinturita.

Hace unos días me sobraba media hora de vida y setenta pesos, por lo que decidí entrar a la tiendita para averiguar qué necesitaba. Salí feliz con una lata de atún, un mantel de plástico, un foco y un reloj. El atún ya me lo comí con salsita verde picosita y tostadas. El mantel de plástico se ha comenzado a fruncir así como de pegado porque le puse un traste caliente. El foco no lo pude meter en ningún socket porque está flaco y se cae.

Pero la verdadera tragedia está en el reloj de pared, el cual colgué a lo que llamo “oficina”. Es redondo y tiene colores simulando parches sobre un fondo negro, así que como adorno cumple su función. Como reloj, cumple su función exageradamente, ya que cada segundo hace tac-tac-tac-tac-tac-tac-tac lo cual me está volviendo loca.

Con cada segundo siento como literalmente se me va la vida. Los tac-tac-tac-tac-tac-tac-tac se han convertido en latigazos: “ponte a escribir!!” tac-tac-tac-tac; “es hora de sacar a los perritos!” tac-tac-tac-tac ; “no pusiste a descongelar el pollo!” tac-tac-tac-tac; “a ver si ya te duermes, cabrona!” tac-tac-tac-tac.

Sí, lo escucho hasta el cuarto por las noches. Anoche pensaba que tal vez era mi esquizofrenia paranoica, porque la puerta de la habitación estaba cerrada. Mientras escribo estas líneas el puto reloj está encerrado en el baño. La solución es fácil: colgarlo en la sala sin sillones o quitarle la pila y ponérsela al vibrador.

Pero tengo ganas de que mi esquizofrenia paranoica regrese. Además necesito algo a que odiar.
El reloj se queda un rato más, lo he decidido.

martes, 13 de abril de 2010

Leer es malo

Leer es malo. Nada bueno puede venir de agarrar un libro de ficción, mucho menos si eres mujer. Como hombre, debes vigilar lo que tu vieja lee. Como maestro, es tu deber inculcar que la lectura sea sólo de libros técnicos ya que muy probablemente sean de tu autoría y te representarán un gran ingreso futuro. Como padre, es más fácil ponerlo al televisor y ahorrarte un adolescente cuestionador.

Irónicamente, utilizo este medio para advertir los peligros de tan abominable actividad.
  1. No ganas dinero leyendo ficción. ¿En qué ayuda eso a tu carrera profesional?
  2. Las mujeres que leen piensan cosas raras que las alejan de la reproducción humana.
  3. Los libros son amantes de ocasión y desmemoriados. Te acompañan un momento, se meten en tu pensamiento y cuando te estás enculando, se acaban. ¿Quién quiere sufrir?
  4. Puedes convertirte en un paria social. Tu madre comenzará a presentarte como Mi hijo, el que lee (a diferencia de tu hermano, el arquitecto) o te señalarán por en la calle junto al bulto que cargas en la espalda.
  5. Además de ser señalado, no podrás integrarte funcionalmente a la sociedad. ¿Cómo piensas convivir sin hablar del caso “Paulette”? ¿En realidad crees que alguien quiere escuchar tu teoría sobre “El joven aquel” de Garibay?
  6. Te volverás orgulloso e insoportable. Un día te descubrirás citando libros o autores y la gente te odiará.
  7. No hay moral en los libros. Lo mismo matan, engañan, roban, devoran, violan… suficiente tenemos con las noticias.
  8. En sus páginas encontrarás historias de lugares, gente y épocas que nunca podrás vivir, lo que te provocará gran frustración.
  9. Te vuelves cómplice del autor y resulta que, o estaba exagerando o esta muerto.
  10. Leer te mete ideas. Luego mandas a la chingada tu trabajo y te quieres dedicar “a escribir”
Esta es una misión que me he autoasignado y no terminará con este decálogo. Prometo hacer una reseña semanal de un libro que no deben leer y porqué.

(Y es que no he hecho mucho más estos días, jiji)

lunes, 12 de abril de 2010

Visit Querétaro

Lo siento, este no es un post de no le cuentes a mi madre. Ando ocupada juntando y editando mis cuentos.

Sólo quiero decirles que pasear por el centro de Querétaro en estas tardes/noches de primavera son de las cosas que no deben dejar de hacer en su pinche vida. Ya no necesitas suéter, las calles están cerradas (los domingos) y la gente anda contenta. Puedes comer desde tacos hasta gorditas sin olvidar los elotes, cuya temporada buena está por comenzar.

Y las fotos salen geniales.






ANUNCIO CULERO:
En tres pedazos de Norberto hay un cuento en que agarré a mi abuelo de personaje. En tres imágenes tienen que encontrar a un viejo de puta madre, si no, habré fracasado totalmente. Es posible que las cosas no pasaran así, pero en la esencia, si que es él.

Y como siempre, lunes de Recolectivo con mi típico Miranda Mode ON. Lea bajo su propio riesgo.

sábado, 10 de abril de 2010

No andaba muerta

Ni andaba de borracha...
Tampoco me quedé sin internet...
Mucho menos conseguí trabajo...
Estaba ocupada tirándome en pelotas en una alberca de agua fría.

¡Pero ya estoy de vuelta! (aunque dentro de 13 días me lanzaré a GDL a ver a Sabina (Joaquín) y no se si vuelva pronto ya que lo pienso seducir.



¡Disfrútenme mientras puedan! *blink*blink*

1. Un semicadaver exquisito semierótico semimamón en Repollo y Atún
Sé que estuviste aquí. Sé que estuviste en mi cama. Sé que estuviste leyendo. Lo sé porque me dejaste un regadero. Y no me refiero a las sábanas enredadas en la colcha o la almohada tirada en el piso. Me refiero al montón de letras que dejaste esparcidas sobre el colchón y al libro sobre el buró que está furioso porque se las robaste.

2. Una colaboración fuera de lunes en Recolectivo. Nadie se a atrevido a decir cual es mi cacho de texto... si se nota, ¿no?
Llegué al Acólito por causalidad. Esa tarde caminaba sin rumbo por Ezequiel Montes cuando vi las nalgas de Edna afuera del local. Me gustó el lugar: todos los muebles estaban hechos de madera antigua, la decoración era publicidad de los 20´s y era pequeño y acogedor. Sería mi santuario de inspiración y de creación de allí en adelante. Cargaba libreta y lápiz todos los días, y pasaba largos ratos tomando café sobre la coja; el nombre con que bauticé a la silla que ocupaba.

miércoles, 7 de abril de 2010

Torta de Tamal

Casi no escribo de amor, pero los de Donde-Ir
me pidieron un texto que fuera decente y que no tuviera
sexo, así que esto salió.

-¿Torta de tamal otra vez?- Reclaman el par de niños tapados hasta las orejas. Los furiosos ojitos negros reprenden sin éxito al padre, quien contiene la risa que le provoca el adivinar las caritas de enojo que se encuentran por debajo de cada bufanda. -¡Se la comen, dije!- Les ordena con fuerza, mientras recuerda que a él tampoco le gustaban las tortas de tamal.

Fue en el amanecer de otro invierno cuando Miguel llegó al paradero del metro La Raza, tras sortear una multitud de coches mientamadres que en Insurgentes Norte casi acaban con su esquelética humanidad. La gente se multiplicaba, lo que le dio la impresión de que todos los habitantes de la ciudad se dirigían al mismo lugar que él.