Este blog personal estuvo activo de marzo de 2008 a julio de 2010. La continuación está en jeri4queen.blogspot.com

viernes, 30 de octubre de 2009

Justicia, Historia y Consecuencias


Me comenzó a gustar la historia por herencia: mi mamá es maestra y nos explicaba los hechos históricos de los lugares que visitábamos. Posteriormente la chismosita que hay en mí no se conformó con los cuentos actuales, si no que comencé a buscar más.

Sin embargo, mi maestro de Historia de Querétaro hacía algunas reflexiones al respecto en la clase pasada. ¿Para qué nos sirve la historia? ¿Cuáles son los juicios que hemos hecho ante ella? Ante esto, el profesor comentaba amargamente de todo el relajito que ha hecho esto del bicentenario. Él, como experto en la independencia comentaba la injusticia que se ha hecho para con Don Miguel Domínguez, el Corregidor, a quien la historia “oficial” lo ha difuminado ante la imagen de su mujer, Doña Josefa Ortiz. (De quien otra vez, es el altar de muertos del gobierno)

Me quedé pensando que ojalá la justicia tuviera que ver con la historia. Mi abogado de cabecera me dijo que se conocen como agravantes, sin embargo, sólo se utilizan para disminuir la sentencia. Por supuesto, esto es a nivel Derecho formal (o como se diga).

A nivel personal emitimos constantes juicios y sentencias. Y sin otra guía más que nuestra moral y forma de ser, decidimos el castigo. Existen tantos juicios como cabezas, incluso del mismo tema o situación. Por eso, calificar la sentencia como correcta, justa o exagerada no sólo es imposible, si no también es una pérdida de tiempo.

Al final, sólo quedan las consecuencias, la forma de llevar la condena y con el tiempo, le darás un lugar en la historia. No queda más que hacer, supongo que esa es la única verdad.

Porque sabía
Que la verdad desnuda
Guarda oculta detrás de la corteza
El hueso de cereza
De una duda

martes, 27 de octubre de 2009

Escenarios UNO

Los siguientes textos son mis tareas del taller de escritura. El objetivo es plantear un escenario, la historia es muy pequeña, casi mínima. Estais advertidos


La habitación

Me despertó el sonido del teléfono. Me levanté a tientas siguiendo el ruido del aparato. Estaba oscurísimo y la habitación aun era desconocida para mí por lo que en mi prisa por contestar, choqué mi cabeza con la cama de arriba. Adolorida, me dirigía a la puerta, buscando en su marco el encendedor de luz. Cuando lo encontré, el teléfono ya había callado. Olvidé que el interruptor se encontraba apenas a un metro del suelo y yo buscaba más arriba.

Encendí la luz y observé mi nueva habitación: las sábanas eran rosas, la pared tenía ositos y la lámpara del techo estaba adornada con listones de colores. Sí, era una habitación para niñas, pero decidí rentarla porque tenía computadora con internet.

Me acerqué a la ventana y subí la dura persiana. La primera vez que la vi no supe bien cómo subirla. Nunca había visto una persiana así y sin duda, me sorprendió. De color café muy obscuro, se encuentra entre dos vidrios, por lo que el mecanismo para subirla se encuentra incrustado en la pared y hay que jalar con fuerza. Jalar y soltar. Jalar y soltar.

La luz invernal se asomó por la ventana, que daba justo a una glorieta nevada. Abajo, los carros ya circulaban con prisa y yo, congelada, no quería ni quitarme la pijama. A pesar que el suelo de parquet (una especie de madera al parecer, muy popular en España) contenía mucho del frío, enfundé mis pies en un par de pantuflas acolchonadas.

Afuera, muchos árboles contenían la nieve nocturna y contrastaban elegantemente con los edificios de apartamentos color marrón. La primera vez que vi la nieve me emocioné mucho, ya que nunca antes lo había hecho. Sin embargo, ahora que el paisaje ya era habitual esperaba ansiosamente a que avanzaran los meses e hiciera un poco de calor.

Volví al escritorio de madera que soportaba a la rudimentaria computadora. En lo que encendía, acomodé los pocos recuerdos que había traído de México. Fotos, una muñeca, una botella de tequila.

No elegí llegar a Madrid en invierno, eso lo marcó el calendario de clases. Yo prefiero sentir el sol sobre mis hombros aunque mi piel se queme. Me gusta usar ropa liviana y zapatos abiertos. Levantarme el pelo y usar lentes obscuros. El frío español de aquellos primeros días combinaba con mi estado de ánimo: melancólica, asustada, nostálgica, solitaria. Cuando el calendario avanzó obtuve mi ansiado calor y usé alpargatas de colores.

Ahora sé que así tenía que ser. 

Gente chismosa.

Las dos mujeres hablaban sin cesar; la de más edad gesticulaba mucho por lo que me llamó la atención y quise escuchar. Sin embargo, el ruido de aquella cafetería me lo impedía. Era hora del desayuno y el lugar estaba a reventar. Su mesa estaba justo frente a la mía, por lo que para enterarme mejor del chisme, me levanté con la intensión de cambiarme de equipal, pero dentro de la misma mesa.

Sin embargo, torpemente derramé el café sobre el mantel azul marino que cubría la mesa. Tres meseros vestidos de manera idéntica –negro con delantal blanco- se acercaron en mi ayuda. El alboroto que hice llamó la atención de los comensales que estaban cerca, quienes me miraron con ojos inquisidores. Todos voltearon, exceptuando estas dos mujeres, quienes seguían enfrascadas en su discusión. La mujer más joven tenía la mirada hacia abajo y el ceño fruncido. Quizá era muy blanca, pero yo notaba palidez en su rostro. Cuando apenas intentaba hablar era callada por quien supuse era su madre.

Una vez que pasó el caos, me senté más cerca de ambas mujeres, pero dándoles la espalda para escuchar mejor. Los meseros me ofrecieron otro café, pero preferí un jugo de naranja. Servido en un vaso de vidrio soplado con posta azul, entonaba perfectamente con la vajilla de cerámica.

Ordené chilaquiles verdes con pollo y volví a poner atención en las mujeres: confirmé mi teoría de que la mayor era su madre ya que hablaba con las frases clásicas de aquellas “me vas a matar de esta decepción” repetía. La hija, con voz muy baja y temerosa le aseguraba que no se iba a casar.

Tuve que voltear la cabeza cuando la enojada madre tomó el clavel de adorno y comenzó a golpear la mesa. Después lo aventó a un macetero que tenía cerca. La hija, con las lágrimas ya visibles tomó una de las servilletas de tela y se dirigió con prisa al baño.

Por supuesto, ambas mujeres se habían vuelto centro de atención del lugar por lo que muchos rostros siguieron el accidentado paso de la menor hacia el baño.

Una mujer gorda, peinado de salón y maquillaje exagerado se acercó a mí y me preguntó si sabía por qué la menor estaba llorando.

-No se quiere casar- contesté.
-Ah, si… ya se le ve la panza, ¿No crees?- Y se fue sin esperar respuesta.

Pinche gente tan chismosa, pensé.

¿Qué es lo que haces todo el pinche día?

En estos momentos me encuentro escribiendo desde mi cama, acurrucada y tapada con 3 cobijas ensima puesto que hace frio y me duele la garganta. Contrariamente a lo que más de un tuitero afirma, no me dedico todo el día a echar hueva.

He vuelto a la escuela y soy una flamante estudiante de la Facultad de Filosofía de la UAQ, situación que me hace extremadamente feliz ya que siempre quise decir “voy a la facu”, vestirme con huaraches e ir a clases sin bañarme. Estudio un diplomado en Historia de Querétaro en un edificio histórico (fotos después) con maestros hippies y queretanos que ama su ciudad.

También me he inscrito a un taller de escritura, tal como lo recomendó un anónimo. Aunque sólo he tomado una clase y me sentí tímida en cuanto a mis letras, me gustó muchísimo. La crítica entre pares es muy gratificante y salí muy contenta. Saludos a Coatl!

Por último, me inscribí en un taller de fotografía, del que apenas tengo mi primera clase hoy, por lo que aun no tengo comentarios al respecto.

El resto del tiempo lo ocupo en leer y armar blogs. El Seductor de la Patria me tiene atrapadísima. Enrique Serna es de mis autores favoritos y su novela satírica sobre la vida de Santa Anna y lo que pasa durante esos 80 años de la historia de México es soberbia. Ya que termine de leerlo tendrá su reseña. También estoy leyendo a la colombiana de Restrepo con Delirio. Una novela muy amontonada que no me ha atrapado. Creo que mejor terminaré a Santa Anna antes de seguirle.

El blog sexoso ya casi está y terminándolo armaré la sexshop. Quiero tenerlo para navidad, que es cuando se dan regalos. Así que desde orita anuncio que busco bloggers quieran postear anónimos o no. Y claro, en noviembre tengo que escribir mi novela con el nanowrimo. Ora si, sin excusas.

Hago ejercicio, como bien, saco a los perritos, mi casa está limpia, me voy a cantinas, veo al –para algunos imaginativo- novio, investigo, leo blogs, etc.

Como verán no me aburro. Y por supuesto, tampoco extraño ser computita.

LIFE IS GOOD.

jueves, 22 de octubre de 2009

¿Donde esta mi cuchillo, EL BUENO?

Cuando te mudas solo a tu casa (rentada seguramente), no sólo organizas la semana de orgías y drogas duras que marca la ley del soltero emancipado, sino que también vas al súper a surtirte de las cosas que siempre diste por hecho que surgían por generación espontánea: destapadores, abrelatas, tarros cerveceros, cubiertos, 2 platos, 3 vasos, tablitas para picar, botes de basura, etc.

En aquella primaveral mañana del 2003 yo compré muchas cosas, sin embargo, olvidé comprar cuchillos buenos. Ya saben, de los que necesitas para cortar carne, manzanas, etc. Entonces hice lo que me pareció más correcto: le robé uno al vecino y me olvidé del asunto.

Mi cuchillo “el bueno” me acompañó desde entonces y lo utilizaba lo mismo para picar cebolla o cortar piña, que pan o jícamas. A veces, hasta de desarmador servía. Ya sé, una pesadilla para cualquier chef, que utiliza mil cuchillos diferentes. Sin embargo, yo era muy feliz con mi único cuchillito.

Cuando desempaqué mis cosas de Querétaro V.1 en aquel 2006, mi cuchillo “el bueno” seguía ahí, y continuó cortando con singular alegría. Sin embargo, hace días desapareció.

Al notar su ausencia, no me preocupé mucho, ya que suelo guardar las cosas en lugares de la cocina que no le corresponden, como el cajón de las tapitas de tupperware. Más o menos por esos días –y creo que esto es importante como evidencia policial- perdí como 200gr de jamón. Ya me ha pasado que guardo en la alacena cosas del refrigerador y sólo el olor a podrido me avisa de mi dislexia almacenaria.

Ya busqué por todos lados ambos elementos y nada más no salen. Mi investigación apunta como culpable a mi novio, puesto que le dije que me quería comer su pene con jamón (¡¡era chiste amorcito!!). Aunque también existe la probabilidad de que Scampi se haya comido todo el jamón y haya tirado mi único cuchillo a la basura.

Seguiremos investigando.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Avisos Varios

1. Cambie mi template. Lectores de feeds, ¡asómense!

2. Prontamente tendre Flickr

3. Denuncia de cabronas en Querétaro solo en nolecuentes.com

4. Soy rete-feliz, pero extraño a los tuirers.

5. Los niños bien.

martes, 20 de octubre de 2009

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana

no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo






El diseño de mis tatuajes no significa nada. La cantidad de flores o rayas no tienen alguna analogía en mi vida. Es un diseño que me gustó y ya.
Y como mocosa fresa que soy, escojo flores rosas / tintas.

Tampoco soy mucho de poemas, pero este de Benedetti me llega... y mucho.

Mis tatuajes adquieren su significado por el momento de mi vida en que decido hacerlo.
En mi piel quedan marcados ciclos, personas, momentos.

Y bueno, que mejor momento que ahora.

Se nos acabó el amor

Ya saben cómo son esas cosas. Se conocen y hay un ligero coqueteo. Tal vez ya tenías alguna referencia, pero no estás seguro que todo sea tan bonito como te lo imaginas. Te preguntas “¿Cómo será estar dentro?”. La primera impresión es más que buena, de las mejores que has tenido últimamente, porque hay que aceptarlo: estás urgido.

Precisamente el día que estás al borde de la desesperación llega esa ansiada llamada: una voz que dice representar el área de Recursos Humanos y te pregunta si aún estás interesado en la vacante. Tu corazón brinca de alegría y tu garganta intenta no quebrarse cuando sueltas un nervioso SI, ACEPTO.

Así fue el comienzo de mi historia de amor con mi ahora ex-trabajo. Yo estaba emocionada y desesperada por entrar. Me la hicieron cansada, pero ambos sabíamos que el puesto estaba más que pintado para mí. Era para lo que había estudiado en Madrid, por lo que rechacé 23mil pesos de mi ex-ex-trabajo.

Pero antes de continuar, trataré de dar claridad a algunos conceptos ñoños que sirven muy poco para entender este post, sin embargo, iluminan mi corazón computito. El área de calidad en software es cubierta por distintos perfiles y en distintos momentos. Pruebas o Validación, para asegurarse que el programa HAGA BIEN lo que le fue solicitado por el idiota cliente o usuario. Verificación: para asegurarse que esté BIEN HECHO, que cumpla con los estándares de la industria y de la empresa, que las clases estén bonitas y se tiene la oportunidad de pendejear colegas. El último –y más culero- ente son las Auditorías, que son los policías que hacen que los pobres computitos se apeguen a un proceso que tiene la característica de ser tan violado como nuestra Carta Magna.

Pero volvamos al 2006. Con pelo largo y acento gachupín entré a Pruebas. Y cómo son las cosas que ocho meses antes a mi jefa le dio por coger y estaba por parir. Así que cuando yo entré, me las arreglé con una de las personas más profesionales y dedicadas que conocí durante mi estancia ahí. MJ me incitó a participar en el grupo, lo cual para mí es como preparar margaritas –de tamarindo con chilito *babeando* -. Como buena ñoña apoyaba a mis compañeritos y les compartía dinámicas, documentos y demás peipers que tuve durante mi maestría.

Tres meses después regresó mi jefa y poco a poco comenzamos a chocar. Ahora que lo veo en perspectiva, siempre tuvo un “pero” a mis propuestas. Entonces, comencé ignorarla y a hacer lo que me dio mi chingada gana. Cambiaba el proceso a lo que mis equipos necesitaban y no me fijaba en nimiedades. Aún así, yo era una chingonería haciendo y coordinando pruebas. Incluso ella se dio cuenta y, cuando vinieron las iniciativas de optimización para lograr una certificación, aceptó ponerme al frente.

En una empresa donde lo común y corriente es la apatía, yo andaba de mitotera de mejoras. Tanto así, que más de un quacito nuevo creyó que yo era la segunda al mando y se acercaban en pos de mi sabiduría. Sobre eso, ya escribí aquí. Para quien no quiera leer ese post (chingue a su madre, está bien chido) les cuento que los numeritos salieron y la iniciativa que tuve a cargo fue una de las dos que permitió a la empresa tener el nivel 5 de CMMi.

Durante ese tiempo, cultivé muy buenas relaciones con personas fueras de mi grupo inicial. Gente que llegó a apreciar mi trabajo, a admirar y reconocer las ganas que le ponía. Pero no todo es miel sobre hojuelas y el choque final con la jefa no tardó en llegar, por lo que a la primera oportunidad me largué de pruebas.

Caí entonces a un tipo de auditorías, pero internas. En aquel 2007, esa área "oficial" estaba tan mal llevada que tenía un megatalón de Aquiles: eran cuadrados y no eran computitos. Los ingenieros son la especie más orgullosa que conozco y si un no-computito llega a joder porque la manera en que hizo su programa no cumple con el proceso, el choque es apocalíptico. Mejor díganle que sus hijos están feos, en serio. Lo que yo hice entonces fue aminorar ese choque, buscando lagunas en el proceso y amañando evidencias. Era una especie de abogada de narcos buena ondita.

Mi trabajo era mucho más relajado, por lo que tenía tiempo para otras cosas, como estar a cargo de más iniciativas y escribir en mi blog. La segunda y tercera iniciativa que llevé fueron a nivel organización (la primera sólo fue para el grupo de pruebas), por lo que el reto fue mayor. Esta iniciativa estaba enfocada a Verificación, actividad a cargo de cada computito y de su equipo de trabajo.

En pruebas si mi jefa decía “háganlo”, nadie chistaba. A nivel organización, tenías que convencer, enseñar escote, endulzar el oído. Durante ese tiempo, fui Mrs. Popularity, la referencia y sabionda en técnicas de verificación. SuperRox parte madres. OK, mi ego es el que acaba de hablar. Realmente esa iniciativa de verificación no significó ninguna innovación tecnológica ni marcó algún parte aguas. Sólo hicimos de la costumbre, una ley.

La situación me comenzó a desesperar, la apatía de los demás se me contagiaba. Además comencé a no creer en lo que predicaba. En este blog nunca he hablado de mis opiniones sobre software, en lo que toca a procesos, calidad y metodologías de desarrollo. No porque no las tenga, si no porque eso es de hueva y respeto mucho a mis lectores (ajá). Lo importante aquí es que me di cuenta que mi propuesta no era, ni nunca sería la última maravilla computita. Ahora sé que hay factores más importantes a considerar para establecer una forma exitosa de trabajar.

Derrotada e incrédula me enteré hace poco que los numeritos dijeron que mi había tenido un éxito abrumador. Igual me valió madres.

Pero volvamos a finales del 2008. El “resfrío económico” hizo que cayeran las primeras cabezas en la empresa. Entre ellos, los pesados de Auditorías. Quien se quedó a cargo era fan de mi trabajo y me puso al frente del grupo. Entonces, en conjunto a otros 3 ñoños, comencé a planear la dominación mundial organizacional. Sin embargo el gusto no me duró mucho, ya que a los 3 meses corrieron a mi jefa y a otros 2 de mi equipo. La nueva a cargo trajo una propuesta diferente, la cual puedo decir que me gusta y que siempre la cumplí.

Durante ese tiempo aprendí -y mucho- de lo que se trata CMMi. Apliqué los conceptos, buscando entender si el equipo requería lo que el modelo pedía o cómo lograr cubrirlo. Por primera vez un NO APLICA nos convenía a todos. Sin embargo, la organización no estaba ni siquiera para aceptar un NA.

Los despidos, el ambiente, las fusiones vinieron a mermar una ya deprimida organización. No había prozak suficiente en el mundo para remediarlo. No quiero balconear mucho, pero les aseguro que las cosas estaban más feas que matar focas bebés.

Esta vez no habla mi ego cuando les digo que no me iban a despedir. Mi buen desempeño -incluso cuando estaba derrotada e incrédula- me precedía. El único escenario en el que me podían liquidar era si la fábrica se dedicaba a maquilar. Que la gente trabajara para terceros, que no tuviera el control de nada. Y eso no ha pasado y parece que a la gerencia no le conviene que pase.

El jueves que me despedí, mucha gente me dijo que hubiera pedido mi despido o esperado un poco más a que pasara. Levantarte cada día esperando que te despidan me parece lamentable y lastimoso. No soy rica ni orgullosa, pero hay algo en esa actitud que no cuadra con mi forma de ser. Es como esperar lana de un marido golpeador en vez de mandarlo a la chingada y ponerte a trabajar para salir adelante. No creo en dios y mucho menos en Slim, por lo que mi destino lo controlo yo.

Así que preparé el ambiente. Corté vicios y gastos. Me fui sin voltear atrás o llorar. Me había enamorado de un desconocido y ahora tenía los medios para conocerlo, para saber si funcionamos juntos.

Desde mañana, voy a escribir ocho horas al día.



(bueno, pasado mañana... es que tengo cosas que hacer)

miércoles, 14 de octubre de 2009

A computita's end?

Ya saben cómo es el tiempo y su manía de avanzar. No importa si es para bien o para mal pero los hitos llegan y se cumplen.

Hoy fue mi último día laboral en una empresa que me dio muchas satisfacciones, retos y derrotas como computita de QA. Mis fellow twitters han presenciado quejas, arranques, berrinches y maldades. Alguna alegría se ha de haber colado, supongo. Por mucho de lo que he escrito, quizá el lector piense que renuncio a ser computita para siempre y no lo culpo, yo también lo llegué a sentir así.

Pero entonces llegó Ángel (el del Rincón del Ornitorrinco, no de esos de los dioses) y me pidió un post para su sección histórica y antropológica de internet a 9600. Por supuesto, acepté.

Sin embargo, me costó trabajo hallarle el modo al post, ya que sus columnas han sido completísimas, me queda poco por agregar sin llegar a meterme en detalles muy técnicos y aburridos.

Entonces escribí como más me gusta: con el corazón. Así que narré mis inicios en eso de apachurrar teclas (no en un modo lesbiano, cerdos).

Lo mejor de escribirlo fue que me di cuenta que siempre seré computita. Quizá no escriba código, si no letras. Capaz que no jodo computitos, si no diseñadores. No lo sé. Las computadoras, su tecnología y su desarrollo siempre serán parte de mí, de una manera que varios de ustedes mortales nunca entenderán.

El post del cambio de rumbo queda para después. Hoy el chisme está aca

La cultura geek en los 80s

Gracias Ángel! :)

jueves, 8 de octubre de 2009

Cry baby

El martes vi un escuincle llorando desesperadamente en el súper. Ya saben, de ese llanto que no te deja respirar, que te privas y que por más amenazas recibas por parte de tu madre, es imposible dejar de llorar. El mocoso en cuestión quería un dulce o un juguete. No sé bien, pero seguro es una de esas baratijas que ahora nos parecen superfluas, pero cuando eres niño, lo necesitas tener. No escuchas motivos, justificaciones o promesas futuras, es algo vital de ya.

La última vez que lloré así fue porque tenía el corazón roto. Supongo que hacerlo en frente del co-responsable de esa ruptura no ayudaba mucho para detener mi ataque de llanto. Cuando recuerdo el incidente, pienso que lloraba por todo lo que no había llorado antes y que en ese momento, explotó.

Por eso no soportamos a los niños berreando: nosotros necesitamos una partida de madre para llorar con ganas. Es quizá una envidia del subconsciente. Pero llorar es de lo menos que ahora envidio.

Siempre fui una ñoña estudiosa. Tengo muy presente mi salón verde de preprimaria y mi cuaderno donde aprendí las letras. La pancita de la "b" va del lado de la ventana, la "d" de la pared, memorizaba. Afortunadamente, nunca reacomodaron los pupitres del salón. Aun con mi secreta dislexia ubicacional, las maestras me adoraban. Siempre era bien portada, ponía atención todo el tiempo y me gustaba ir a la escuela.

En ese entonces, nunca lo hice por calificaciones o diplomas. De hecho, cuando me dieron mi diploma de primer año -en esa gran ceremonia y parafernalia del colegio-, me sorprendí. Fue entonces que supe que te daban cosas a cambio cuando te comportas como se espera.

Me pregunto si en ese momento fue cuando la pasión de llorar, de estudiar, de reír, de pegarle a una piñata con ganas comenzó a decaer.

Cuentan que viene un despido masivo y cuando se enteran que me voy por propia voluntad, me dicen que me espere, que capaz y me toca. Pero ya estoy harta que mi futuro esté en manos de los accionistas y de la crisis mundial. Me siento muerta y sin pasión en este lugar.

Quiero llorar con ganas, ¿que no lo entienden?

Perrito Fest



Adoptar un perro es de las mejores experiencias de la vida. Sin embargo, los perritos son una gran responsabilidad. Ahorita SCAMPI anda mordiendo gente :( Me siento como una madre de un hijo bully.

En lo que trabajo en ello, les dejo un evento para apoyar perritos de la calle y adopciones. PASEN LA VOZ!

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Señores, señoras, señoritas y demás:
Como es mi costumbre, heme aquí pidiéndoles su ayuda.
Como muchos de ustedes sabrán, el año pasado me aventé el broncón de hacer un evento de beneficiencia para animales maltratados y de la calle; afortunadamente y con la participación de todos, todo salió mejor de lo que pude haber imaginado.
Sé que este año la crisis nos tiene con un pie en el cuello y andamos rascándole a la cartera para mal o bien gastar su lana y de nuevo los invito a que me ayuden a que ayudemos a aquellos pobres animales que no tienen un hogar, una medicina o una casita donde los quieran y los mimen.
De nuevo, "Perrito Fest 2" ya está en mi cabeza, y como saben, soy de ideas fijas y hasta no conseguir mi objetivo no estaré en paz.
Muchos de ustedes son diseñadores, publicistas, o simple y sencillamente nada más les gustan los animales y este año quiero pedirles a los que me quieran echar la mano con este proyecto, se unan al grupo y nos envíen un e-mail para saber con quién me puedo recargar en el momento en el que la chamba se me junte, quien me puede ayudar a conseguir un antro, bar, lugar donde podamos reunirnos como el año pasado, bandas, DJ's, gente de medios ya sean imrpesos, web, tv, radio, periódicos, revistas, LO QUE SEA
De no ser así, de todos modos les haré llegar la invitación para que se pongan el pedo de la vida y donen desde unas poquitas croquetas, medicinas, vacunas, ropa o lo que quieran, para poder así ayudar a algún animalito que no tuvo la suerte de tener un hogar.
Espero su participación, feedback e ideas, y sobre todo, si estan interesados en ayudarme con la elaboración, planeación y desarrollo del evento o saben de alguien que le pueda interesar, respondan a mi e-mail

Un beso y LOS AMO MEXICOOOOOOOOOOOOOO ♥

Para contactarme : carol.morgendorffer@gmail.com
PS: Porfa forwardeen el grupo entre sus contactos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

ROX 102

Anoche me aventé el HIMYM S05E03 en las que Ted le da clases de Robin a Barney. Ah si, olvidé decir que este post tenía spoilers. Para los no iniciados en esta serie, Ted (Cursi que busca mujer-de-su-vida) y Robin (mujer independiente, borracha, perrera y que huye a las relaciones) anduvieron toda la temporada 2. En la temporada 4, la ebriedad (¿qué mas podía haber sido para estos dos?) llevó a Robin a la cama de Barney (-antes Dougie Houser- un Don Juan metrosexual con las mejores teorías y lecciones amatorias del universo). De pronto, se vieron queriendo y no tener una relación.

En esta temporada, por fin son novios. Sin embargo Dougie Barney está incapacitado psicológicamente para tener novia y Ted lo ayuda, dando clases de Robin 101. Es decir, que le gusta, como motivarla, como detectar cuando está emputada, que es lo que dice entre líneas (ah pinches viejas que no hablan directo).

Entonces me quedé pensando cuál sería el temario de ROX 101. Muy probablemente, ustedes queridos lectores tendrían que dar ese curso, porque mi relación con mis exs es poco más que nula.

¿Qué dirían?

Como sea, tengo la certeza que no serviría de mucho. Aunque la persona sea la misma (en este caso yo), la dinámica de la relación, los sentimientos, lo que ya has vivido, etc. lo hacen diferente. Quizá por eso, cuando ves las relaciones pasadas -y posteriores- de tu alguna-vez-sex-and-love-partner te preguntas ¿Qué chingados estaba haciendo conmigo?

El error de ese razonamiento amiguitos, es que no es el anterior o el siguiente a ti. Eres tú. La manera en que fuiste con el alguna-vez-sex-and-love-partner. Lo que la regaste y dejaste de hacer. Lo que sabías que le encantaba y la rutina que llegaron a tener.

Últimamente, me sorprendo actuando de una manera que nunca lo había hecho y más aún, que criticaba. A mi modus vivendi teintañero lo calla su mirada. Mi amargosismo ha bajado a niveles alarmantes y a poco estoy de escribir poesía rosa -not-. Alguno dirá que me domaron, otros que me hacía pendeja. No importa.

Porque ante una luna chilanga que se asoma entre las nubes de octubre para ver a Gore cantando Somebody acompañado de un coro de 55mil almas, no hay más opción que besarse y sentir escalofríos. Culpar al sudor del concierto combinarse con el viento otoñal de la electricidad que recorre la espalda es sólo una justificación idiota que ya no me interesa dar. Valí madre y lo acepto. Y sí, también está el hecho de lo divertido que fue dejarlo amarrado a la pata de mi cama aquel día que mi ñoñez me hizo regresar a trabajar.

OK, anótense para ROX 102.

martes, 6 de octubre de 2009

Disque post

Y bueno, la saga niuyorkina terminó, todos somos felices de que voy a dejar de chingar con eso. Por supuesto, las evidencias en nolecuentes.com

1. Todo cabe en una manzana: Interesantísimo post en el que me asusto de la cantidad de gente, explico el metro de NYC y pongo fotos bonitas
2. Fuck you, new york. Donde le tiro caca a la ciudad por ser como una isla. Además justifico porque ya no me quedan los pantalones y los lugares que conocí entre comidas.

Por supuesto, los lunes de recolectivo, donde se van a armar los catorrazos.
Anónimo, para los que no tienen los huevos de decir YO FUI.

Y porque hay mucho preocupado y pendiente por mi vida, les anuncio que ya renuncié y ando en chinga cerrando todo ese pedo. Que ñoña soy. Ah y perdí mi celular. Y fui a ver a Depeche Mode y fui extremadamente feliz. Y que ahorita me chingué una ensalada re-buena y que mañana me pongo falda porque el aire acondicionado se jodió.

Y los perritos están bien, creciendo esos muchachos.

xoxo