tag:blogger.com,1999:blog-27432456066227886872024-02-02T13:59:33.271-06:00Rox. This lifeLa Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.comBlogger192125tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-728522134106906952010-07-30T12:33:00.002-05:002010-07-30T12:37:41.045-05:00Los que seguían con el chunche de blogger<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTBv3SEqhyedj92X5pfHPyFRMB5rvlTyHDXG-DKFay30uATRVuZv0esZ-z3k5u-UzKoFs8F9l-t5iH9QDkwP3zq6QBB6n_fU86VYyFDLKjqS1_rLrDyXELVQT14avzKNN_gvX7A6iRxf8/s1600/DSCN6210.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTBv3SEqhyedj92X5pfHPyFRMB5rvlTyHDXG-DKFay30uATRVuZv0esZ-z3k5u-UzKoFs8F9l-t5iH9QDkwP3zq6QBB6n_fU86VYyFDLKjqS1_rLrDyXELVQT14avzKNN_gvX7A6iRxf8/s320/DSCN6210.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5499754587107493842" /></a><br />Creo que no se les actualizó el cambio de blog. Supongo que tienen que hacerse "seguidor" de la continuación del blog. Ya lo puse en la barrita de <a href="http://jeri4queen.blogspot.com/">jeri4queen.blogspot.com</a><br /><br />GRACIAS!La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-13007999013623584482010-07-27T09:31:00.004-05:002010-07-27T09:54:03.936-05:00They're just fucking wordsDesde hace algún tiempo, traigo el sentimiento de cortar y volver a empezar este blog. En parte por esa manía computita de reset-index-format. Sin embargo, el cambio está más relacionado con lo que este blog es para mí.<br /><br />Cambiar y cortar en mi vida ha sido una constante. Por supuesto, no soy la única: cambias de casa, de trabajo, de ciudad. Te casas, te descasas, te arrejuntas. Conoces gente, dejas cosas para después, te separas. Te frustras, triunfas y te resignas. Lees, viajas o escuchas música que te mueve. Arriesgas tu futuro, apuestas a lo que no sabes. Todos lo han vivido, no me creo especial.<br /><br /><div style="text-align: right;"><i>Ya no soy la misma que hace un año. Ese cambio ha sido paulatino pero enraizado.</i></div><br />Y por eso, se me da la gana partirle la madre a mi blog. En unos días comenzará otro que por supuesto, sigue siendo personal. Tiene el mismo url y ya les contaré de los detallitos ñoños por ajustar.<br /><br />Gracias por leer.<br /><div><br /></div><div><br /><object width="560" height="340"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Hl8Zyuyuric&hl=es_ES&fs=1?rel=0"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/Hl8Zyuyuric&hl=es_ES&fs=1?rel=0" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="560" height="340"></embed></object><br /></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-82291421740336368962010-07-26T17:18:00.004-05:002010-07-26T17:55:24.717-05:00Mexicanos al grito... ¿de qué?<div style="text-align: justify;">Aunque me educaron católica, terminé mi infancia siendo más patriota que creyente. Mi mamá me llevaba al menos una vez al mes al Museo de Antropología y viajamos mucho dentro de la república. Como buena maestra, mamá no perdía la oportunidad de contarme sobre la historia del lugar que visitábamos. Por eso terminé siendo fan de la historia y de mi país. Mi meta en la vida era estar en la escolta; además cantaba con mucho sentimiento el himno nacional. Era una pequeña nacionalista que cagaba a los niños que no participaban con respeto en los honores a la bandera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnFi69b9v7aGIbWTn3EpWe5FncUzx5EdMqZ0mLjbXCy-SOR18FFjLBPhD3CQDF_fGwV-k5KRUhYgcUcSRmgwL_WRu0z_R_NYTUW5U79HFEYanLYwi5Xi7gX0OPRH7TqBwcoW3Xv6zRVpQ/s1600/DSCN4931.JPG"><img style="float:left; cursor:pointer; cursor:hand;width: 129px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnFi69b9v7aGIbWTn3EpWe5FncUzx5EdMqZ0mLjbXCy-SOR18FFjLBPhD3CQDF_fGwV-k5KRUhYgcUcSRmgwL_WRu0z_R_NYTUW5U79HFEYanLYwi5Xi7gX0OPRH7TqBwcoW3Xv6zRVpQ/s200/DSCN4931.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5498344996215102242" /></a><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnFi69b9v7aGIbWTn3EpWe5FncUzx5EdMqZ0mLjbXCy-SOR18FFjLBPhD3CQDF_fGwV-k5KRUhYgcUcSRmgwL_WRu0z_R_NYTUW5U79HFEYanLYwi5Xi7gX0OPRH7TqBwcoW3Xv6zRVpQ/s1600/DSCN4931.JPG"></a>Pero ya saben lo que pasa: creces y te das cuenta que el país es una chingadera. Que el gobierno apesta y la gente nomás está viendo cómo se hace pendejo al de a un lado. Para mí, eso fue más feíto que dejar de creer en dios.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comencé hablando de esa niña en este epílogo de mi viaje al sur de México porque ella lo merece más que nadie. Y es que seguí siendo fan de la historia, aunque no de mi país. Ya hablé de comida y lugares, pero faltó lo más importante: la gente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Realmente quieren conocer México? Viajen por autobús. Vean esas poblaciones enclavadas en la selva e imagínense vivir ahí. Durante los minutos que atraviesan el pueblito, piensen si al estar ahí, en esas condiciones, consideras que el gobierno -cualquier gobierno- le importas. Si respetan tu pasado y tus costumbres. Si crees que dentro de tanto título de Harvard y apellidos raros del gabinete hay alguien que esté dispuesto a, de menos, entenderte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me sorprendió la cantidad de maya que aún se habla en Yucatán y Quintana Roo. En un pueblo rumbo a Chiquilá se subieron unos estudiantes computitos. Lo sé porque subieron con todo y CPU. Iban a estudiar a otro lugar, porque en su pueblo no había escuela técnica. En Mérida, los mestizos se veían más felices y relajados que acá en el centro, a pesar del calorón. Nuestro anfitrión, Erwin, fue un encanto de señor que estaba más que encantado de contarnos sobre su ciudad. En Yucatán y Chiapas, los letreros de “cooperativas” y “se cambia <i>esto </i>por <i>aquello</i>” se repiten en cada lugar. Y es que hubo un tiempo que la gente estuvo dispuesta a compartir trabajo y ganancias por igual. Hay extranjeros-mexicanos terminaron siendo parte de lugar; acentos y colores de piel quedaron en segundo plano. En la zona serrana de Chiapas, la gente viaja apachurrada y de pie sobre pickups. ¿A dónde van? ¿De dónde vienen? Las mujeres en San Cristóbal; tan trabajadoras y llenas de niños. ¿El ser zapatistas les reivindicó su papel de mujer? Niños desnudos al pie de carretera, hombres empistolados, los militares haciendo revisiones “preventivas”. Maestros en la calle, organizándose y aventando cohetones de madrugada, celebrando triunfos por su lucha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYlHWQ43H8TvmOTqY7CjvRCiZfyy3YgLdOpxqQf3wKzBLRI_mpkhr39n0LlHxm9FhQbF6NrblSyL2AhnbP62iGcq7g6SAOuqVD7j6vOAZWBTrrvCrocb9BZQ8bq051Z3vpJkuF8KFIc1U/s1600/DSCN5038.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYlHWQ43H8TvmOTqY7CjvRCiZfyy3YgLdOpxqQf3wKzBLRI_mpkhr39n0LlHxm9FhQbF6NrblSyL2AhnbP62iGcq7g6SAOuqVD7j6vOAZWBTrrvCrocb9BZQ8bq051Z3vpJkuF8KFIc1U/s200/DSCN5038.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5498345006783660962" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiCkU-HyZ66w8jE6SOa4Vqw3LA5Zvi1J4Mea8MJFyUOvNcnIKHcHixAoc1DikLzZdicBVjSezH3owGWuRodtLyjkTZ7ruYPFSY6ih9l1QvyN3tyPTUbGZxe1dsxrTzkepLoiE2m04IagU/s1600/DSCN5104.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 152px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiCkU-HyZ66w8jE6SOa4Vqw3LA5Zvi1J4Mea8MJFyUOvNcnIKHcHixAoc1DikLzZdicBVjSezH3owGWuRodtLyjkTZ7ruYPFSY6ih9l1QvyN3tyPTUbGZxe1dsxrTzkepLoiE2m04IagU/s200/DSCN5104.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5498344986382800898" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbX_o8gZJl89S8fytruC_qs_DzkaBty0wliX3p6wTcLTU0CNv4tPXF60VMC_GoldX8bfpRbleiMyaoy20UInifNSAMuyAB-kzHT7hRzYxlW0JvUbffjt6f_1p4bpgvJT4eR0KZuNz0s4E/s1600/DSCN4911.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbX_o8gZJl89S8fytruC_qs_DzkaBty0wliX3p6wTcLTU0CNv4tPXF60VMC_GoldX8bfpRbleiMyaoy20UInifNSAMuyAB-kzHT7hRzYxlW0JvUbffjt6f_1p4bpgvJT4eR0KZuNz0s4E/s200/DSCN4911.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5498344979893641842" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifheuibzJqcF5P7SCYJTpVTG5w0vsQV1LNjMWb0L572-iy8GaOhAWCTRvHhzSwNDQ600RVPuzrmI8IxJe8Vz7tF6Y1TLvOQEbFNhjwCABA5_jP5dwYq8JjN_bUe6zPDFKVERFox70duss/s1600/DSCN5898.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifheuibzJqcF5P7SCYJTpVTG5w0vsQV1LNjMWb0L572-iy8GaOhAWCTRvHhzSwNDQ600RVPuzrmI8IxJe8Vz7tF6Y1TLvOQEbFNhjwCABA5_jP5dwYq8JjN_bUe6zPDFKVERFox70duss/s200/DSCN5898.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5498344969360056162" /></a><br /></div><div><br /></div><div><div style="text-align: justify; ">Sé que su manera de ser y de vivir es muy diferente a la mía, pero están mucho más cerca de mí que neoyorquinos o gachupines. Hablan mi idioma y sus sonidos, sabores y me son muy familiares. Es posible que se burlen de mi pinta de turista, pero al final un “ya sabes cómo son las cosas” se asoma en las conversaciones. Ellos también trabajan, viven y sufren un pedazo de tierra que, por cuestiones históricas, se llama México.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; ">Ese pedazo de tierra al que le cantaba esa mocosa patriota y que ahora, muchos años después, comienza a entender porqué.</div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: justify; "><br /></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'courier new';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">PD. Todas estas crónicas, con recomendaciones de hostales y direcciones extra estarán en <a href="http://nolecuentes.com">nolecuentes.com</a> prontamente. Si hay algo más que quieran saber sobre esto, hablen ahora o callen para siempre.</span></span></div></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-89419712300577534882010-07-23T12:21:00.005-05:002010-07-23T14:36:31.755-05:00Oaxaca: hippie y calzonuda<div style="text-align: justify;">Unos días antes de nuestra llegada, los maestros y la APPO habían tomado el centro histórico. Ya estaba al corriente de ese suceso, pero eso no me desanimó. Así es Oaxaca y si su centro tiene que estar atascado de maestros mitoteros, que así sea.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYTbhcfTPVZDFUHsLNG_DQK05esjVp9R8HCyu6rFAGxRbIr2DJ7SeNQYRKClVt1hndPAdfB1wS2TE-z1wWRE8msU64GjPPidxgKyW_SNjK9wKel6jOXLtrma6bu5Jz8fUm5ONldN7JDFk/s1600/DSCN5687.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYTbhcfTPVZDFUHsLNG_DQK05esjVp9R8HCyu6rFAGxRbIr2DJ7SeNQYRKClVt1hndPAdfB1wS2TE-z1wWRE8msU64GjPPidxgKyW_SNjK9wKel6jOXLtrma6bu5Jz8fUm5ONldN7JDFk/s200/DSCN5687.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497160208508811234" /></a><div><div style="text-align: justify;">Lo primero que me sorprendió de Oaxaca fue la cercanía de sus montañas. Desde varias calles de centro, es posible ver al fondo un monte verde, majestuoso. El autobús nos dejó a 5 o 6 cuadras del centro y ahí encontramos una pensión. En esas cuadras, sentí a Oaxaca como Querétaro. Las casas coloniales, el adoquín (aunque gris, es mucho más elegante que el cemento), los colores vivos en las fachadas, las calles limpias y con nombres de héroes, en fin. Bonito, muy bonito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghJN4ZptuW1d7WFpWzMl7V-jXq3PMmR6lZCrKlgZbLRv4aQXRMMBzoNWMfZlNyx4TZr_2zm0QHWNV1xdLX5-yVt4e_BJacTXur18-Wp3On0Q9MdCS2aYjXZrsmv8dzrIj-vRQG5jNInmY/s1600/DSCN5545.JPG"><img style="float:right; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghJN4ZptuW1d7WFpWzMl7V-jXq3PMmR6lZCrKlgZbLRv4aQXRMMBzoNWMfZlNyx4TZr_2zm0QHWNV1xdLX5-yVt4e_BJacTXur18-Wp3On0Q9MdCS2aYjXZrsmv8dzrIj-vRQG5jNInmY/s200/DSCN5545.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497160233787943938" /></a><div style="text-align: left;">Sin embargo, el primer cuadro del centro histórico, tomado por los maestros es un verdadero desmadre. Sucio, imposible de caminar y apestoso a miados. Yo había pensado que la toma del centro era de manera representativa. Pero no, la cantidad de maestros en casas de campaña abarca muchas calles y podría ser la pesadilla de tanto niño burro. Como turista, podría decir que “afean” la ciudad. Pero la realidad mexicana los ha llevado a eso y más. Por eso, no estoy en posición de criticarlos.</div><br /><div style="text-align: justify;">Los mercados son parte de nuestra identidad mexicana. Entre sus paredes encuentras artesanías, comida, fruta, alcohol, ropa y gente que conservan el toque local. No es lo mismo entrar al de Coyoacán, que al de Abastos en Guadalajara, o el 20 de Noviembre en Oaxaca. Y créanme cuando les digo, que éste se encuentra ya en mi lista de tops. Acudimos 2 veces al día y al mismo local con doña Chabelita, quien nos alimentó sabiamente. La extraño, doña.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dicen las malas lenguas que el movimiento cultural en Oaxaca está perrón. Nosotros, que íbamos por las letras, preguntamos en el Fondo de Cultura dónde quedaba la Editorial Almadía. <a href="http://www.proveedora-escolar.com.mx/nuevo/index.php?option=com_content&view=article&id=9:proveedora&catid=16&Itemid=44">Proveedora Escolar</a> es su nombre de encubierto y por fuera parece una papelería. Sin embargo, después de unas estrechas escaleras, el paraíso nos esperaba. Con espacio para sentarte a leer, hubo un día que salimos a comer y volvimos. Había mucho por escoger y es que ahí se encuentran ediciones descontinuadas y editoriales no muy famosas, como NitroPress. Mi viejo, que es un adicto a los libros, estaba como niño fresa en Disneylandia.</div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyErl6toapR2S6EUSYStVV-WBl3a3Qtt58gXUjW2twdg_nhKSjfCoaKT_i-MUd2iwMCou0Y8ejAoUkMILh7VGsEwEn7_PyF1gqbC7Yjg44-1M9YQbY-Cb3TeRqObuvR4hDlxE7Ewf1bZA/s1600/DSCN5626.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyErl6toapR2S6EUSYStVV-WBl3a3Qtt58gXUjW2twdg_nhKSjfCoaKT_i-MUd2iwMCou0Y8ejAoUkMILh7VGsEwEn7_PyF1gqbC7Yjg44-1M9YQbY-Cb3TeRqObuvR4hDlxE7Ewf1bZA/s200/DSCN5626.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497157947733395170" /></a></div><div style="text-align: justify;">Por fortuna (para mí, que quería ver la ciudad), el lugar tiene una hora de cierre. Dada la condición desmadrosa del centro, el mejor lugar para caminar fue el andador Macedonio Alcalá. Antros, cafés, museos y librerías son el principal atractivo del paseo turístico. Al final, se encuentra la Iglesia de Santo Domingo, enmarcada con sus agaves. Un par de plazas la rodean y de jueves a domingo, hay eventos culturales. Hacía un poco de frío y yo andaba con vestido strapless, pero un rebozo fue suficiente para disfrutar una obra de teatro izquierdosa sobre Benito Juárez y algunos bailes típicos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De día el andador luce un poco menos, sin embargo, el exconvento de Santo Domingo tiene un museo imperdible para quienes nos gusta la historia. El lugar en sí es imponente: el techo es alto y está lleno de dorado. Le acompañan estatuas en relieves con imágenes religiosas. El lugar fue fundado por los dominicos y te escupe en la cara el poder y dinero que llegaron a tener los religiosos durante la colonia. No te extraña porqué Juárez y su Reforma exigía laicidad y separación del clero para el estado mexicano. Ahora, la exposición en sus salas te lleva de la mano por la historia de Oaxaca. Desde la prehistoria, los primeros asentamientos humanos, mixtecos, zapotecos, Monte Albán, la colonia, independencia, Juárez, Díaz… hasta hoy. Oaxaca no sólo es rico en comida y cultura, la historia está cabrona. Este museo y templo es un indispensable si visitan la ciudad y les recomiendo ampliamente hacerlo antes de ir a Monte Albán.</div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCIoVl4KrI0N1T6DFdbUm49FOJZvYWUe47IVV_6yCPh-eQSC5GosRV_fdaJ3HBDzkCXZurIk14KyT28VwIEY3rDZKoWz4F6xM4lrs5QalUr8QnvmCVK3poyQQaGqlXwtetZj29Mc0YWyU/s1600/DSCN5629.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCIoVl4KrI0N1T6DFdbUm49FOJZvYWUe47IVV_6yCPh-eQSC5GosRV_fdaJ3HBDzkCXZurIk14KyT28VwIEY3rDZKoWz4F6xM4lrs5QalUr8QnvmCVK3poyQQaGqlXwtetZj29Mc0YWyU/s200/DSCN5629.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497157952208545186" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5JFYi5CVdaimY7BEoRXgFL96vFaDxyDBMqPUpNG698mQPnFjwX-cjzbZyf8KgjvAyqo8SH3_348pWFKSRHS-4GG8XAQW9YF_4xP3fnRxzN2VMRRpkGZeCRz_p8gVEoU9fl8xifLIMzBE/s1600/DSCN5711.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5JFYi5CVdaimY7BEoRXgFL96vFaDxyDBMqPUpNG698mQPnFjwX-cjzbZyf8KgjvAyqo8SH3_348pWFKSRHS-4GG8XAQW9YF_4xP3fnRxzN2VMRRpkGZeCRz_p8gVEoU9fl8xifLIMzBE/s200/DSCN5711.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497157942346471330" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Contraté un tour para ir a la zona arqueológica. No sólo por la comodidad que te da una camioneta al subir un cerro, si no por escuchar una explicación decente del lugar. Y es que me declaro neófita de las culturas mixtecas y zapotecas. Las ruinas de Monte Albán no son majestuosas, pero su vista, sí que lo es. Para mi fortuna, aquel día el valle de Oaxaca estaba limpio y la Sierrra Madre presumía sus montañas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las pirámides son más austeras que por ejemplo, Palenque. Sin embargo, la historia y tecnología (como acueducto y observatorio astronómico) que sus habitantes desarrollaron sorprende. Ya he comentado antes que ver la historia y su arquitectura con ojos de este siglo puede ser contraproducente, y Monte Albán sufrió por eso. A pesar de ser conocida durante mucho tiempo, las investigaciones en el sitio comenzaron en la década de los 30s, cuando fue encontrada llena de riquezas, la famosa tumba 7. Es triste tener que encontrar oro y turquesas para atreverte a buscar más. Ahora el contenido de la tumba, está en Santo Domingo y como ya dije, puto el que no vaya.</div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHOi7Z5aCdpxxhLhgTy_RnZD9vTbI6g7FZ4kDyt_3trxkzOhsyKeK6hzpkc4PVQgtLJBOsVx2nIUL4026QJStby0VMnHyc4kzA0gb2PW7QULglQ1BylSyPnRAenfmuU0HZlfs0dts6TJM/s1600/DSCN5838.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHOi7Z5aCdpxxhLhgTy_RnZD9vTbI6g7FZ4kDyt_3trxkzOhsyKeK6hzpkc4PVQgtLJBOsVx2nIUL4026QJStby0VMnHyc4kzA0gb2PW7QULglQ1BylSyPnRAenfmuU0HZlfs0dts6TJM/s200/DSCN5838.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497160226111943282" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4-PaRVcyxdmSwagHHf82JzDyDEEsmSf6urUrZC37ukmhKBsesq0BzOliF0hZb1RJfkGM54yPXQ01fNM0l9yyO1XBUy-8XMnUBvWp77uvRYMNhPWjlhQ8w9oCRTreN6-ARM-zw8rrxOaQ/s1600/DSCN5836.JPG"><img style=" margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4-PaRVcyxdmSwagHHf82JzDyDEEsmSf6urUrZC37ukmhKBsesq0BzOliF0hZb1RJfkGM54yPXQ01fNM0l9yyO1XBUy-8XMnUBvWp77uvRYMNhPWjlhQ8w9oCRTreN6-ARM-zw8rrxOaQ/s200/DSCN5836.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497160217078533250" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Oaxaca capital está a 5 o 6 horas de la capital. La autopista es cómoda y la vista preciosa. Los chilangos que no la conocen, ya deberían ir apartando un fin de semana. La ciudad colonial es pequeña pero con una gran personalidad: bien podría ser la hermana hippie y calzonuda de Querétaro. Comida, historia, cultura, aire limpio, libros ¿Qué más quieren?</div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3rcj_f7TXsHstP9BlwYyY_MZVUYD-hYnAzDubCkji2hmK-GuPJySn7rkZlkrFwd3i-1b_10obz1P73JHmSCZMGfyjDm0PKspwi_PCpEI9YyYKCTv7AwrBA5E6XRx-X4m1YwGvF6EUO6A/s1600/DSCN5615.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3rcj_f7TXsHstP9BlwYyY_MZVUYD-hYnAzDubCkji2hmK-GuPJySn7rkZlkrFwd3i-1b_10obz1P73JHmSCZMGfyjDm0PKspwi_PCpEI9YyYKCTv7AwrBA5E6XRx-X4m1YwGvF6EUO6A/s200/DSCN5615.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497157932779603314" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-large;">¡MEZCAL!, dhu.</span></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-72495836400956129612010-07-22T11:11:00.005-05:002010-07-22T11:21:23.710-05:00Otro de futbol y Villoro<div style="text-align: justify;">Ya saben que chingo mucho con que Villoro es su Padre y todo eso, pero este cacho de su última contribución al Proceso rulea:</div><br /><div style="text-align: justify;"></div><blockquote><div style="text-align: justify;">(...)El presidente Tabaré Ramos terminó su mandato en Uruguay logrando que cada niño tuviera una laptop: la justicia pasa el acceso a la información. La selección uruguaya estuvo a la altura de esas transformaciones. Chile, el país con mayor desarrollo económico en la región de los últimos años, dejó de tener un equipo que apelaba a la picardía (la falta simulada por el portero Rojas en Maracaná, en tiempos de la dictadura de Pinochet) para volverse competitivo, terminar su fase eliminatoria en segundo lugar de Sudamérica y ganar dos partidos en Sudáfrica. España mostró en la cancha que es una nación de clase media, integrada en la igualdad y respetuosa de las diferencias. Holanda, bastión de la libertad individual, discutió demasiado en el vestidor y combatió como si quisiera ganarle terreno al mar; de manera ejemplar, después de su derrota, hizo un pasillo de honor para celebrar a España.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué pasó con México? El domingo 4 de julio, el futbol coincidió con las elecciones en 12 estados del país. El candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas llegó a votar con chaleco antibalas. El gobierno federal había grabado conversaciones de militantes de la oposición y algunos partidos optaron por alianzas oportunistas que nada tenían que ver con sus idearios.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Selección Mexicana tuvo un capitán distinto en cada partido. En la nación del miedo, toda autoridad es relativa. La mejoría de la selección depende de la mejoría del país. Esperar lo contrario significa suponer que la recompensa antecede al esfuerzo. De nada sirve que la Federación Mexicana de futbol le mande una almeja suculenta al pulpo Paul. </div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">No hay que cambiar las profecías, hay que cambiar la realidad.</div></div></blockquote><div><div style="text-align: justify;"></div></div><br />A ver que tanto chillan en 4 años ¬¬La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-11665395465409822010-07-17T21:38:00.001-05:002010-07-17T21:39:56.590-05:00Puto youtube<div style="text-align: justify;">No creas que me ha costado mucho trabajo aguantar las lágrimas. Es fácil: digo alguna pendejada, volteo a ver otro lado y ya. Tú sabes cómo es eso, un chiste malo a tiempo te salva del instantáneo <i>ah pinche gachupina</i>. Sé que has estado en mi lugar y que también te cagan los que te llaman vende-patrias. Ya sabes, aquellos que lo hacen más saña y que no ponen un pinche dedo del pie fuera de su estado y para quienes los chilangos son el mismísimo Satanás.<i> Ya te digo</i>, el que no esté sola también ayuda. De lo contrario, me hubiera empinado yo sola toda esa botella de tempranillo mientras repetía esos videos baratos de “Necesito España” en youtube y al Canto del Loco en el Winamp. Mis Drunktwits serían divertidos y obscuros, dedicados a un amante perdido. Entonces la mitad de mis followers se preguntarían si es por A o por B y la otra mitad me ofrecería sexo pa’ olvidar. Y es que nunca aceptaría en una puta red social que se me puso la piel de gallina y un hoyo en la panza cuando vi a la Cibeles atiborrada de eufóricos españolitos. Que tuve que voltear a otro lado cuando vi a Casillas llorar. Eso sólo te lo acepto a ti. Pero ya te dije, no hice nada de eso. Lo que en verdad pasó es que saqué las copas buenas, hice tapas, pusimos el DVD de Vicky, Cristina, Barcelona y sólo me tocó medio tempranillo, que si acaso me durmió la lengua. Le aseguré a mi querido amancebado que nunca se me acercó un gachupín como lo hizo Bardem en la película. ¿Pero qué tal el mocoso con piercings que me invitó a besuquearme al Banco de España? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ora sí güey, ora si la vida es injusta, cuando te toca vivir las cosas por youtube.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-48412704383490669572010-07-15T11:40:00.011-05:002010-07-18T14:32:26.400-05:00La comida es sexo<div style="text-align: justify;">Si tuviera que elegir entre comida y sexo, elegiría comida sin dudarlo.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Confieso que mi lengua ha tenido arrebatadores <i>affaires </i>con el dulce –aún le llora al chocolate San Ginés y a las facturas con dulce de leche-, es infiel una y otra vez con lo salado y se retuerce de placer ante la textura espaguetiezca. Y qué decir del chile o de la grasa (si es de puerco, mejor), deliciosos amantes que en su nombre llevan el pecado. Y por supuesto, nunca olvido al acompañante perfecto para un manjar: la bebida espirituosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;">Aún no conozco los límites de la promiscuidad de mi lengua. Aunque por supuesto, no me ha tocado tragar sangre de foca, puedo asegurarles que mi nariz le ha elaborado algunos complós. Demasiado ajo, tripas o grasa, me han hecho dudar, pero nuncamente claudicar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;">Por eso odio y amo con la misma intensidad al chef más rudo y adúltero del planeta: Anthony Bourdain. Él me enseñó que conocer el mundo a través de sus sabores, es conocer a la gente que lo prepara y disfruta. En este post algunos de los orgasmos que tuve en Quintana Roo, Yucatán, Chiapas y por supuesto, Oaxaca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;">Como ya dije, en Holbox no se necesita de mucho para ser feliz. La sencillez de sus platillos siguen esta filosofía isleña y sorprenden a la lengua más mamona.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div style="text-align: justify;">Aquella letra santanera de “en el mar la vida es más sabrosa” es porque incluye a los camarones, ostiones, langostinos, pescaíto y por supuesto, langosta. La mariscada cocinada a la plancha con un poco de ajo y mantequilla, acompañada con cerveza, que nos empacamos a la orilla de la playa de Holbox fue un manjar maya.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Presumen la pizza de langosta, pero cualquier platillo italiano de la <a href="http://www.facebook.com/pages/Pizzeria-Edelyn-Isla-Holbox/138898028630?filter=2#!/pages/Pizzeria-Edelyn-Isla-Holbox/138898028630">Pizzería Edelyn</a> de la isla le parte su madre a más de un restaurant de la botita.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSu6McXBNjjprCoArdJ1opal-idTZy3glIWdwUK-laEaxtMaYcPDisc7HuvlMK-dm50wfJwFmFomPreoJ8_jhvd7dUDLaNzBNpH0wwST2PJUfHUIpXI833r5-a6-YUo6tksUau1Y4nD48/s1600/DSCN4462.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 126px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSu6McXBNjjprCoArdJ1opal-idTZy3glIWdwUK-laEaxtMaYcPDisc7HuvlMK-dm50wfJwFmFomPreoJ8_jhvd7dUDLaNzBNpH0wwST2PJUfHUIpXI833r5-a6-YUo6tksUau1Y4nD48/s200/DSCN4462.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494176347661676722" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFzPwMIXazADk6Ik5MAhBPYIX06ZhesdHUjw6AzsNae03Rl8aJ4YKbf6ZluKIFbO6dnY_qVmYoBU1o3qxfPFuNxaUT0M54omyz46wRvLR8m9aeJoGksadEohszHUrmpGws-a7U6U3UYws/s1600/DSCN4365.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFzPwMIXazADk6Ik5MAhBPYIX06ZhesdHUjw6AzsNae03Rl8aJ4YKbf6ZluKIFbO6dnY_qVmYoBU1o3qxfPFuNxaUT0M54omyz46wRvLR8m9aeJoGksadEohszHUrmpGws-a7U6U3UYws/s200/DSCN4365.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494176339362096658" /></a></div><div><i>Mariscada, Pizza al carbón y Pasta. </i></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFzPwMIXazADk6Ik5MAhBPYIX06ZhesdHUjw6AzsNae03Rl8aJ4YKbf6ZluKIFbO6dnY_qVmYoBU1o3qxfPFuNxaUT0M54omyz46wRvLR8m9aeJoGksadEohszHUrmpGws-a7U6U3UYws/s1600/DSCN4365.JPG"></a><br /><div style="text-align: justify;">En Yucatán no se habla español. Y no lo digo sólo por el acento que los niños mexicanos y ochenteros identificamos con Cucho, el de Don Gato. Sí, su tonito es contagioso, pero lo es aún más el amor por su comida con nombres raros. Los pocos días que estuve en Mérida, estuve un poco perdida con la nomenclatura gastronómica. ¿Cómo dijo que se llamaba? Fue la pregunta que más repetí. Y es que cuando llamas a las nieves sorbetes y vaporcitos a los tamales, ¿cómo esperas entender Poc chok, Tocxel o Kibi? Word no lo hace, yo tampoco.</div></div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwJu9_ntofNxKPYohmIF3krim0qg1U2Jemp10pcgQ-qP4DxQjK2rGamsTRhFwxCKyogOdr9yrpC_rKf9EkGY_8khfBIap7pZ2bDEKiW4pgDh3mhb3rGhXel2u-rTjr4yy7kX00pNiTj3I/s1600/DSCN4539.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwJu9_ntofNxKPYohmIF3krim0qg1U2Jemp10pcgQ-qP4DxQjK2rGamsTRhFwxCKyogOdr9yrpC_rKf9EkGY_8khfBIap7pZ2bDEKiW4pgDh3mhb3rGhXel2u-rTjr4yy7kX00pNiTj3I/s200/DSCN4539.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494176366322293666" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwL5DhxhmA9bjMaN0TbJfIslhw5Hqr9l1CZ6F1Q5dfnQ-3lIwEGId_F_1S-COhZ9c1B1zVZYjWyH0FBUGtJbbpEI2-rZpE40DghAJRow6V_iuLJJTFO19SZSE1aFW4JNtVFzrhP4nHfsg/s1600/DSCN4537.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwL5DhxhmA9bjMaN0TbJfIslhw5Hqr9l1CZ6F1Q5dfnQ-3lIwEGId_F_1S-COhZ9c1B1zVZYjWyH0FBUGtJbbpEI2-rZpE40DghAJRow6V_iuLJJTFO19SZSE1aFW4JNtVFzrhP4nHfsg/s200/DSCN4537.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494176358708380178" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwxixP7TKhyphenhyphenyMamR4G0Jr-KEXB3GDRzv53kHml50G8FjVRVXztycUg4g2s6vwcmi56IgfF5y-UC92qsYKkeFhhLtiGAmE2Hle5csptY8-7QhcMawBR8HRXpXs6BF7RTaStOjU2KYXE38U/s1600/DSCN4672.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwxixP7TKhyphenhyphenyMamR4G0Jr-KEXB3GDRzv53kHml50G8FjVRVXztycUg4g2s6vwcmi56IgfF5y-UC92qsYKkeFhhLtiGAmE2Hle5csptY8-7QhcMawBR8HRXpXs6BF7RTaStOjU2KYXE38U/s200/DSCN4672.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494180819972997586" /></a><br /><div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Pero no importa, los yucatecos son amables y en restaurantes como <a href="http://www.eltucho.com.mx/">el Tucho</a> o Eladio´s te traen cuanta comida quieras, sin importar que no te hayas terminado la cerveza. (aunque, con ese calor, ¡yo sí me la terminaba!) Para cuando terminaba de comer, la cerveza y la salsa de habanero habían masacrado mis neuronas y los deliciosos platillos terminaban con estúpidos nombres como bolitas de carne, taquitos de aire o gorditas de pibil. Es insultante, lo sé. Pero cuando manda la lengua, el cerebro se apaga.</div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitwuH0Tc1KKdrMLYwDaWntIjEMwHkdrYfZVO4o4uXkzaN-2uAQ5TdghuXFIqNZ2BgOFC0AFs4a4lBQan2_gMX20hH-1Za82KxBe7SDC7wbOobPudUFNeRukPZlTYlgsxsBX-SoKemORHM/s1600/DSCN4729.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 167px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitwuH0Tc1KKdrMLYwDaWntIjEMwHkdrYfZVO4o4uXkzaN-2uAQ5TdghuXFIqNZ2BgOFC0AFs4a4lBQan2_gMX20hH-1Za82KxBe7SDC7wbOobPudUFNeRukPZlTYlgsxsBX-SoKemORHM/s200/DSCN4729.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494180830951397922" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm79GzUuH7gm_0bw5p_LwXQ4Jc-wQ8hVRBEEwtb-EqFxd6XC07Rc1HkEWXmST8fgFMlcCbtWy3lBuZLzaLfvksI52HyWIxnWK089kKSKf9asAwaWJw6yHnDN0y1r3FWhtK5jDriJfLYP4/s1600/DSCN4568.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm79GzUuH7gm_0bw5p_LwXQ4Jc-wQ8hVRBEEwtb-EqFxd6XC07Rc1HkEWXmST8fgFMlcCbtWy3lBuZLzaLfvksI52HyWIxnWK089kKSKf9asAwaWJw6yHnDN0y1r3FWhtK5jDriJfLYP4/s200/DSCN4568.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494176371467007570" /></a><br />Vendedoras de tamal y sorbetes de Helados Colón.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: justify;">El café de Chiapas es conocido, premiado y alabado en los rincones cafetaleros del mundo mundial. Estoy de acuerdo, la fama que tiene va de acuerdo a su cola: pero hay dos bebidas que orgasmearon mi lengua: el tazcalate y el pozol. Creo que tienen de base pinole, maíz y achiote. No, no son alcohólicas, pero sí muy refrescantes. Además, los sirven en jícaras que conservan su temperatura y frescor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los tamales de chipilín y la diversidad de tacos que te ofrecen en las calles cercanas a las centrales camioneras calman ese apetito viajero que surge tras 4 horas (o más) de ir sentado. Empanadas (quesadillas) fritas y tostadas complementan en menú, sin dejar atrás el cochito de Chiapa de Corso, un platillo de puerco con un caldo simplemente delicioso.</div></div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm_YMmprMQIYfoVJbP29B4tMnSbtojWCX0ayDJkZ5Ia_yqO1XsWj6qgoZ8nJaig0RoOJva9neyoQrUK84biCQ5hGrd2KFExfrTTSau4HNTRGb0am_JSvc7y3GOMVQj7F8EHMRLa-sPQ3I/s1600/DSCN5312.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm_YMmprMQIYfoVJbP29B4tMnSbtojWCX0ayDJkZ5Ia_yqO1XsWj6qgoZ8nJaig0RoOJva9neyoQrUK84biCQ5hGrd2KFExfrTTSau4HNTRGb0am_JSvc7y3GOMVQj7F8EHMRLa-sPQ3I/s200/DSCN5312.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494180836304076386" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_K5rQTZvl30v3nMH8sa-8vp8w3qfVnaOz3Y9VFAWj2TF4OCDXuA6Vs_w3Mbm0WPvRvS5N8vx8fEdaJCizbg9jt0xWFrkb3UwuacYp5VAMKjobMyFwh58l9x_qjcx1Y_s8cdL8pi5W2OA/s1600/DSCN5030.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_K5rQTZvl30v3nMH8sa-8vp8w3qfVnaOz3Y9VFAWj2TF4OCDXuA6Vs_w3Mbm0WPvRvS5N8vx8fEdaJCizbg9jt0xWFrkb3UwuacYp5VAMKjobMyFwh58l9x_qjcx1Y_s8cdL8pi5W2OA/s200/DSCN5030.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494180824827236130" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbw5gokg2BshilD6gC1gM9hyphenhyphenWfVINADD8niE1lEGkKKK3DU9jKeFu4T6APIy36IxAZNTPkZbj1S-5GudVc5dEYT4pd7_gS9rHLQj0eAjp4uOL50vjPaKsNMefyBSEUh9MOIWrX7VkfqZU/s1600/DSCN5315.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbw5gokg2BshilD6gC1gM9hyphenhyphenWfVINADD8niE1lEGkKKK3DU9jKeFu4T6APIy36IxAZNTPkZbj1S-5GudVc5dEYT4pd7_gS9rHLQj0eAjp4uOL50vjPaKsNMefyBSEUh9MOIWrX7VkfqZU/s200/DSCN5315.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494180841652229346" /></a><i>Empanadas con pozol, tazcalate y pochito. Grande por favor.</i><br /><br /><div style="text-align: justify;">Oaxaca es la meca de los tragones y el mercado 20 de Noviembre nuestro santuario. Mi lengua pavloviana saliva con la sola mención de las palabras mole o chocolate. Nunca me imaginé que el quesillo, el frijol negro y por supuesto, el mezcal, volverían loco a mi paladar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo comenzó en el Cafesito de Puerto Escondido, donde el menú se siente medio asambornsnado, pero nada que ver. Las porciones son enormes, tal como su sabor. Al día siguiente en Pochutla nos recomendaron un antojito oaxaqueño. Tiene mucha grasa, nos advirtió una morenaza. Pedimos dos. </div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRIhKueUXmQl40mgf6jMIu0yrlmzASoL8EQFuYvTF0z_exi9XTMOc-EgmTr1JH9NY0SdBn7AX2gPb3nTRgoqNRlRUvIXpYrwPUoOXXyqxvcYXRGfT9pO6IDrWpth4uKK_eLd_qks6D3Vk/s1600/DSCN5398.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 118px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRIhKueUXmQl40mgf6jMIu0yrlmzASoL8EQFuYvTF0z_exi9XTMOc-EgmTr1JH9NY0SdBn7AX2gPb3nTRgoqNRlRUvIXpYrwPUoOXXyqxvcYXRGfT9pO6IDrWpth4uKK_eLd_qks6D3Vk/s200/DSCN5398.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494184539033253154" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA-r-j42cQ9Dv0dYmWEPz64UTHDvUZV-KqUIfqGv4JkF32DmMpx09pKjlXQVg7QBI5C2tQowUlM1Ez_ylZjaOcm33zt-2JsfQD7A3qW3z2ShF3AIJR16cWF4H9zuDs6U_RV7_p5eXwESQ/s1600/DSCN5527.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA-r-j42cQ9Dv0dYmWEPz64UTHDvUZV-KqUIfqGv4JkF32DmMpx09pKjlXQVg7QBI5C2tQowUlM1Ez_ylZjaOcm33zt-2JsfQD7A3qW3z2ShF3AIJR16cWF4H9zuDs6U_RV7_p5eXwESQ/s200/DSCN5527.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494184548273750786" /></a> </div><div><i>Desayuno en El Cafecito y comida en Pochutla.</i><br /><br /><div style="text-align: justify;">Solía visitar dos veces al día el mercado 20 de Noviembre. Para el desayuno, la gran porción de chocolate acompañada de su pan de yema hubiera sido suficiente. Pero comer sólo eso es un sacrilegio. Enmoladas, memelitas o tamales fueron el complemento ideal. El caldo de amarillo para la tarde y las tlayudas o lo que sea con tasajo (carne) acompañados de cerveza a la hora de comida, y de postre: mezcal.</div></div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1nQtHY-fcajRYI3es85t-EvGF2Oqskj0-Tc_JMV1oW97NyIR65zA6iBGihw-e3zfd2VLNuryGPc8n7ZFr4YqmUEO06iOuh9RmBq0CUIvup2OUE3G6KHm-zUy2ddFvtn77yfumrVgC_Iw/s1600/DSCN5674.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1nQtHY-fcajRYI3es85t-EvGF2Oqskj0-Tc_JMV1oW97NyIR65zA6iBGihw-e3zfd2VLNuryGPc8n7ZFr4YqmUEO06iOuh9RmBq0CUIvup2OUE3G6KHm-zUy2ddFvtn77yfumrVgC_Iw/s200/DSCN5674.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494184549827342946" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_XVyBLHTPnnwzhUBQGtFhSD-DNTkb4zcklNP_tG4YRXArFqDNxG3waTlbHr7CS8JttcbtBDoI1X9_J12aKOYad6LxSQiSFSBrMb_sFUirKzdQA5yAm7-cODmEY6g3MVTHHqJomzKW014/s1600/DSCN5551.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_XVyBLHTPnnwzhUBQGtFhSD-DNTkb4zcklNP_tG4YRXArFqDNxG3waTlbHr7CS8JttcbtBDoI1X9_J12aKOYad6LxSQiSFSBrMb_sFUirKzdQA5yAm7-cODmEY6g3MVTHHqJomzKW014/s200/DSCN5551.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494184560855228674" /></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7yOWu_0YB3YWReaCRBwDATBCvILKgVDggfYK8qnM7NvLROrib4CXlDVH5F1E_qDk0IqeATz5B19ceItFynKT_ur2codDZiZmm47b9T1hfYtcUgt1qsGo1vpMUmzvk_LsOx_4QdBhTh40/s1600/DSCN5597.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7yOWu_0YB3YWReaCRBwDATBCvILKgVDggfYK8qnM7NvLROrib4CXlDVH5F1E_qDk0IqeATz5B19ceItFynKT_ur2codDZiZmm47b9T1hfYtcUgt1qsGo1vpMUmzvk_LsOx_4QdBhTh40/s200/DSCN5597.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494184570092144002" /></a> <i>Chocolate de agua y de leche con pan de yema, enmoladas y caldo de amarillo<br /></i><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoGgoUmMZ0VeubpgBYsBDVcVfrnwZUiKJk7sQLOPGGBV5vQwUx62UU4KV5tbPwg1sA1K0i3R_Uu0Wddt_Y3VijEQJiK_ysVnNsUtKOLv8Y8S7J_LcuuuGJOHk_hiPHoBXgE27CP77MIZw/s1600/DSCN5675.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoGgoUmMZ0VeubpgBYsBDVcVfrnwZUiKJk7sQLOPGGBV5vQwUx62UU4KV5tbPwg1sA1K0i3R_Uu0Wddt_Y3VijEQJiK_ysVnNsUtKOLv8Y8S7J_LcuuuGJOHk_hiPHoBXgE27CP77MIZw/s200/DSCN5675.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494187155372594658" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIX5dhrz0GlaA0WU6wOD42Vg4kxtJTiZrTuDb9g_68HelCD-djfV5Km8Y4WJNSAIi9AqkhNJ-uAHtsitBmvnBJ6fJfJZs8nXtWSXku1U2m6LYNmoJRfCto5dsHypEUnKrrXsJWLP5JvDg/s1600/DSCN5810.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIX5dhrz0GlaA0WU6wOD42Vg4kxtJTiZrTuDb9g_68HelCD-djfV5Km8Y4WJNSAIi9AqkhNJ-uAHtsitBmvnBJ6fJfJZs8nXtWSXku1U2m6LYNmoJRfCto5dsHypEUnKrrXsJWLP5JvDg/s200/DSCN5810.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494187147585714546" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzQhgAiN4JMxCIjLDmWQOdytrWfgH21Lwk4G3Wx7iWKaZyYn3xy2YkDX0fgnpDKYV2kuVkBv5_al7BN4ewRuGVDOXwjDArW7RqXb1Mmr9Wo4eAlDxn19G4waBzmKxQaS4LyOQ_VHEmu88/s1600/DSCN5605.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzQhgAiN4JMxCIjLDmWQOdytrWfgH21Lwk4G3Wx7iWKaZyYn3xy2YkDX0fgnpDKYV2kuVkBv5_al7BN4ewRuGVDOXwjDArW7RqXb1Mmr9Wo4eAlDxn19G4waBzmKxQaS4LyOQ_VHEmu88/s200/DSCN5605.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494187142814905490" /></a><i> Enfrijoladas con tasajo, tlayudas con tasajo y por supuesto, mezcal con sal de gusano.</i><br /><br /><br /></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-52648835265066847432010-07-10T23:42:00.013-05:002010-07-11T02:25:25.296-05:00La Rivera Oaxaqueña: en pelotas y sin miedo a los carbohidratos<div style="text-align: justify;">La revista México Desconocido, dedicada a Oaxaca, tenía como dos años en mi librero. Desde entonces, cada vez que escuchaba ofertas de vuelos o sabía de puentes vacacionales, me sumergía en el internet a soñar con Oaxaca. No tengo excusa; lo que me alejó del estado fue el no decir: <i>Ya, orita mismo me voy</i>. Así que Oaxaca no podía faltar en el mochilazo por el sur.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero primero lo primero: encuerarse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Llegamos a Puerto Escondido muy temprano y fiel a mi costumbre comencé a odiar la mochila naranja. Como un gran espartano, el Señor del Billar soportó mis chillidos sobre el peso de la maleta, el hambre de mis tripas y el calor. Pero como tampoco es un santo, accedió a quedarnos en el primer hotel que encontramos. Por 200 pesitos tuvimos televisión (para ver la inauguración del mundial), toallas limpias y vista al mar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me puse el bikini y saqué la revista del estado para encontrar que Zipolite (la playa nudista) está cerca de Huatulco, no de Puerto Escondido. Le comuniqué a mi acompañante el pequeño error de 150 kilómetros que cometí y me miró con cara de mañana-es-el-partido-si-quieres-te-encueras-en-el-cuarto. Ya veremos, dijo. Ya veremos, contesté. Y como las penas con pan son menos, nos fuimos a tragar al Cafecito, en la playa de Zicatela.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig-u4h7WI2LIQmK9Bc5tjN_9pRSunCzi8q-J92kqKRAEIOAeAwRIRm1VZRNFYGd-AR21F8GIQt2IfOdepA7CwH7_TALtYltllLEGQobcR-Og7mHWeg1j-N53kmsRlc1ZFcXdJeMLkO0QE/s1600/DSCN5410.JPG"><img style="text-align: justify;float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig-u4h7WI2LIQmK9Bc5tjN_9pRSunCzi8q-J92kqKRAEIOAeAwRIRm1VZRNFYGd-AR21F8GIQt2IfOdepA7CwH7_TALtYltllLEGQobcR-Og7mHWeg1j-N53kmsRlc1ZFcXdJeMLkO0QE/s200/DSCN5410.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492506337171799986" /></a><div style="text-align: justify;">Ahí nos dimos cuenta de que estábamos en el lugar correcto: puro guapo extranjero. En Zicatela hay europeos, gringos, australianos y sudamericanos para elegir; todos andan hipiosos y sin camiseta (algo importante) por lo que el desfile de músculos y tatuajes está a la orden de la pupila. La razón de que haya tanto extranjero buenote, es que son surfers y esa playa, de junio a septiembre, es ideal para tan bello deporte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después de tomar algunas fotos a esos valientes y acuáticos jinetes, tomamos un taxi para ir a la Playa Carrizalillo. Las playas en Puerto Escondido están enmarcadas en montañas, por lo que su acceso no es tan sencillo; por eso elegimos a Carrizalillo. Hay que bajar 900 mil escalones para pisar la arena, lo que garantiza la ausencia de niños.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix86OdVynKYMn1RL96dtz8ghFb2Hy7LHNxlXwddAgRKUXZGYIMAUeK7y7HixqzpZ52pNO8Cb8zfSMuxr6h5b29HtDWW3ULXLHdG1pGz2RrawdzV7Iopp_Hs27WGJhudVtlh8bNC6D05L4/s1600/DSCN5421.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix86OdVynKYMn1RL96dtz8ghFb2Hy7LHNxlXwddAgRKUXZGYIMAUeK7y7HixqzpZ52pNO8Cb8zfSMuxr6h5b29HtDWW3ULXLHdG1pGz2RrawdzV7Iopp_Hs27WGJhudVtlh8bNC6D05L4/s200/DSCN5421.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492506342701985778" /></a></div><i><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Vista desde el escalón 542,157 de bajada a la playa</span></i></span></div></i></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aunque el mar en esa pequeña bahía es más tranquilo que en Zicatela, es indispensable saber nadar. El mar se vuelve profundo unos pocos metros hacia adentro y tiene corrientes traicioneras que te jalan de las patas, provocando indiscretos panzazos contra la arena. Entonces, sus olas te envuelven y arrastran por la arena hasta que la parte inferior del traje de baño queda repleta de esas diminutas piedras color café.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQJoLZE7F0Hu_CO3RjSn5qgyGih-LiSg9b2CFBgVhZ7ITp-6utHM5TpCFOIXoVI7SQVF_RnJdAGMQuUX1R1-r-Az_kk6if4l7HizsCAIS77FDTSQe9exrjpXlHwOg15wgrFrgM_0d3bQY/s1600/DSCN5428.JPG"><img style="text-align: justify;float: right; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-right: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQJoLZE7F0Hu_CO3RjSn5qgyGih-LiSg9b2CFBgVhZ7ITp-6utHM5TpCFOIXoVI7SQVF_RnJdAGMQuUX1R1-r-Az_kk6if4l7HizsCAIS77FDTSQe9exrjpXlHwOg15wgrFrgM_0d3bQY/s200/DSCN5428.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492506346874944354" /></a><div style="text-align: left;">Como toda revolcada, la de Playa Carrizalillo vale 100% la pena. El agua es templada tirándole a caliente y algo que no me esperaba: transparente, muy transparente. Si no fuera por la arena revuelta de las olas, se vería mucho más claro. Confieso que tampoco me esperaba los siete tonos de azul verdoso que alcanza el mar visto a lo lejos. Colores que sólo identificamos con el Caribe están presentes en Puerto Escondido.</div></div><div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Por la noche dimos un romántico paseo por el Adoquinado acompañados de millones de insectos voladores. Nieves, tostadas, tamales, tacos, tlayudas y cervezas fueron los inauguradores del ahora legendario tragazón oaxaqueño 2010.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvG7zO5lnEDLNoKWzi2ToLfLV7DSKNARSXg7-n-LD5_tOQ21GBRQG-Z9vPYQWb4ZKyq49qMJ_b6P-x48RLZsU4zEdanxOq2o350-Vs6QSQIFHqLHy5pJrVJILmNlbgpcCa7PBCYHvHdZ8/s1600/DSCN5445.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvG7zO5lnEDLNoKWzi2ToLfLV7DSKNARSXg7-n-LD5_tOQ21GBRQG-Z9vPYQWb4ZKyq49qMJ_b6P-x48RLZsU4zEdanxOq2o350-Vs6QSQIFHqLHy5pJrVJILmNlbgpcCa7PBCYHvHdZ8/s200/DSCN5445.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492506355327102850" /></a></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">El adoquinado tiene un cacho de asfalto</span></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al día siguiente y después de ver a la selección perder 1-1 contra Sudáfrica, emprendimos el viaje rumbo a Zipolite. Las instrucciones de la atolondrada vendedora de boletos eran: ir a Pochutla y de ahí tomar un colectivo a la playa de encueratrices. El camión era de segunda y en cada pueblo el conductor tenía la amabilidad de anunciar la parada. Una hora después y ante el grito de Mazunte-Zipolite, descendimos 4 despistados del camión.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Aquí es Pochutla?</div><div style="text-align: justify;">-No, no es Pochutla.</div><div style="text-align: justify;">-¿Tonces pa’ onde es?</div><div style="text-align: justify;">-Pos quién sabe, hay que preguntar.</div><div style="text-align: justify;">Preguntamos, nos dijeron que faltaba para Pochutla, pero Zipolite era derecho y en colectivo.</div><div style="text-align: justify;">-¿Y ustedes a donde van?</div><div style="text-align: justify;">-A Zipolite, ¿y ustedes?</div><div style="text-align: justify;">-A Mazunte, es por ahí cerquitas.</div><div style="text-align: justify;">-Pues vámonos todos en un taxi.</div><div style="text-align: justify;">-vamos pues.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Detuvimos un taxi y cerramos el trato en 80 pesos por los cuatro. Nuestros compañeros de taxi se quedaron en la playa tortuguera y nosotros nos bajamos hasta la encueradera.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnzVaDFc_ihlmqnrAIjFikU2oaoXmH-NCZ8HQf4PxUUdMB7Mk_PsaDZx4yTCAPApACD91G06ZuTsGdee5sOXXTlTEwsdsuCuXF2YYSczO4158Ya0PuhzYkDpxFO4rLVMNMzqII5_HE7WY/s1600/DSCN5479.JPG"><img style="text-align: justify;float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 146px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnzVaDFc_ihlmqnrAIjFikU2oaoXmH-NCZ8HQf4PxUUdMB7Mk_PsaDZx4yTCAPApACD91G06ZuTsGdee5sOXXTlTEwsdsuCuXF2YYSczO4158Ya0PuhzYkDpxFO4rLVMNMzqII5_HE7WY/s200/DSCN5479.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492508070442793538" /></a><div style="text-align: justify;">Zipolite es una playa larga, de olas medianas a grandes y con muy pocas personas… todas ellas vestidas con pantalones y bufanda. ¡Nos estafaron! Fue el pensamiento común de estos viajeros exhibicionistas. Llegamos a una cabañita, donde unos hippies marigüanos nos ofrecieron que comer y beber. Yo, que ya había comenzado con mi chilladera contra el calor y las mochilas naranjas que se cuelgan en los hombros, acepté una salvadora caguama Victoria en lo que el Señor del Billar iba de exploración en búsqueda de un lugar donde tirarnos al sol y dejar que se quemen las partecitas nunca antes tocadas por los rayos UV.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Casi me había terminado la caguama cuando el explorador espartano regresó con la noticia que después del monte estaba la Playa del Amor. Nuestras maletas se quedaron con los hippies y ascendimos el monte para encontrarnos esto:</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghdZl8UWjnyFehDjzkt7haPpqAU7AAirZTvogLSvzTXQhw2uTtpFU9s3EWfkDZ6qlbaAClxY8rzu7wXV3q3uZX59b5NxrjIxSqnXR0FQBnVdG_QKerMU3U0kiHPGk5h4XKnXwrgnPjhi8/s1600/DSCN5505.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghdZl8UWjnyFehDjzkt7haPpqAU7AAirZTvogLSvzTXQhw2uTtpFU9s3EWfkDZ6qlbaAClxY8rzu7wXV3q3uZX59b5NxrjIxSqnXR0FQBnVdG_QKerMU3U0kiHPGk5h4XKnXwrgnPjhi8/s200/DSCN5505.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492506359594695586" /></a></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">The love beach</span></i></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La playa estaba vacía y tenía una palapa donde dejé cámara, dinero y los consejos de mamá de no andar enseñando mis partecitas en público. En pelotas, nos metimos al mar. Hay algunas piedras grandes y el oleaje a veces se intensifica por lo que no hay que distraerse, a menos que quiera uno ser encontrado muerto y encuerado en Japón. Lo bueno de esta situación es que los japoneses están acostumbrados al desnudo.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como muchos lectores de este h. blog saben -y los que no, se enteran en este momento-, yo viví en España y allá el topless es permitido. Durante mi estancia en el ibérico país, adquirí look, acento y algunas malas mañas gachupinas, pero nuncamente me quité el brassiere en público. Qué mexicanada, lo sé. Sin embargo, en la Playa del Amor no lo dudé un segundo, ni me tapé ante la visita de otros encueratrices.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrE4pXRTs_jTAK8FE01ZdbzWsJFio1CV4uwB-ZgwFt7qFHxIS4ovFKwqdUpiWz5jHp64G_GHuP9fbxZQPPqSEoel1I9xKp15Uu9iIIXwfo9hFy32d-1lgEFqlhgwxtCtt-5nyZnHfpXDs/s1600/censurado.JPG"><img style="text-align: justify;float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 142px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguh_EF795LQ85hMq_CvCKdqKSdiMmXnu2Ae44kh_B1QQ4ofPvKGrXSYQ6po0s-r12D2yi0m54HcE9dvu5jvfcjO1vpQAGQFQC5c6O9cCXcMEA42kgXOKxUtihKJMsRxO2vPOSOGJvPNCs/s200/DSCN5506.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492508064054748082" /></a><div style="text-align: justify;">Son curiosos los sentimientos que salen cuando te quitas la ropa. De la diversión <span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">(jijiji andamos en bolingas)</span>, pasé a la libertad <span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">(¡¡guaju!!)</span> y por último a la dicha<span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"> (suspiro)</span>. Esa tarde sentí que no necesitaba nada más. Ninguna toalla tratada con litros de suavitel se comparó con la brisa del mar secando mi cuerpo. Los rayos que calentaron mi piel fueron caricias de un amante tierno. El sonido de las olas contra las rocas y del viento contra la palapa fue la música que el momento necesitaba.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso digo que es dicha lo que se siente al dejar junto con la ropa, el twitter, los libros, los qué dirán, el estoy lonjuda y el ya no me alcanza para ir a Puebla ni para pagarle a Slim.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Conforme avanzó la tarde fue llegando más gente. Una pareja de veinteañeros se escondió tras unas piedras para asolearse en pelotas. Otra de cincuentañeros se refugió en una miniplaya al fondo. Un solitario se la pasó en el mar y cuatro vestidos se dedicaron a decirse cositas románticas al oído a la sombra de la montaña. Bola de fresas. Sólo mi viejo y yo tuvimos la decencia de dejarnos ver como nuestras mamás nos trajeron al mundo, pero con más pelitos y bolitas.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comenzó a caer el sol cuando nuestras tripas demandaron alimento. Con pesar, volvimos a usar esas odiosas ropas que la sociedad exige y nos dirigimos a Pochutla, para tomar un autobús al paraíso gastronómico y magisterial que es Oaxaca capital.</div></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-14251031206760984452010-07-09T10:10:00.003-05:002010-07-09T10:13:11.964-05:00Crónicas parqueriles<h4>Perdón señora</h4>El otro día estaba yo ebria, tirada boca abajo en el pasto del parque de mi casa viendo a Alan1 y Alan2 (así se auto-nombraron ellos) jugar futbol. Me sentía muy feliz en mi solitaria irresponsabilidad viendo cómo el cielo daba vueltas poco a poco. Comencé a pensar en lo chingón que es ser niño (así, en masculino con pito) y cómo les vale madre darse golpes, aventarse contra el suelo y enfrentar a niños más grandes. Tan bellos y absortos eran mis pensamientos que no me di cuenta cuando el balón venía directamente a mí y me dio un madrazo en la espalda.<br /><br />“Perdón Señora” me dijo Alan2. Eso me dolió más que el balonazo. Lo ebria no quita lo señora, bua.<br /><h4>No niñas</h4>Como si no fuera suficiente con lamerse uno al otro las orejas y los bigotes, ahora resulta que a Gazpacho y a Scampi no les caen bien las hembras. Por ejemplo la Negrita, que en el momento que los ve se echa al piso boca arriba; aquellos cabrones la pasan por encima y siguen su camino. La Negra se levanta, corre hecha cola toda ella, les da pequeños besitos y nada. Daisy es una retriever que corre arqueando su espalda y presumiendo su largo y cuidado pelo café. También es ignorada, pero creo que por brusca; como que a Scampi no le gusta que Daisy ponga sus patas sobre Gazpacho y el güerito le enseña los dientes.<br /><br />Cada día mis perros son más jotos.La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-8425166963870166462010-07-05T17:53:00.007-05:002010-07-05T22:39:17.240-05:00Chiapas: No estoy segura de que esté en MéxicoVer la selva desde la ventana del colectivo me estremeció. Eran las siete de la mañana cuando comenzamos a subir la montaña que nos llevaba del pueblo de Palenque al sitio arqueológico. ¿En verdad existe más verde que el de la selva? ¿Qué color pantone utilizaron los dioses mayas para crearlo? Y el sonido… ¿A qué pinche director de orquesta se le ocurrió?<div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjIDZFRq6rDM-ozVMTPDJF1vJGvx_VuoP9j7EYlusTKwZwyNMmccwv9lNZVypjSS-nzuPSW2F9CCZpCTF58RmHdgmoT7n1gosOw4jLHD15ZFPxrQEWsigPvS0ZJfCTMu-N-2v9-QS2eto/s1600/DSCN4995.JPG"><img style="float:center; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjIDZFRq6rDM-ozVMTPDJF1vJGvx_VuoP9j7EYlusTKwZwyNMmccwv9lNZVypjSS-nzuPSW2F9CCZpCTF58RmHdgmoT7n1gosOw4jLHD15ZFPxrQEWsigPvS0ZJfCTMu-N-2v9-QS2eto/s200/DSCN4995.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490579908916784242" /></a></div>La luz del amanecer se cuela por entre las lianas y las espesas copas de los árboles. Millones de aves despiertan y comienzan a chillar. El agua no quiere abandonar el piso, por lo que la niebla sigue acariciando los troncos torcidos, que enseñándote sus enormes raíces, dejan claro que ese lugar sagrado les pertenece y tienes que respetarlo. El olor a tierra mojada y a pasto recién cortado de Guadalajara se siente tan pequeño en la nariz, apenas una gota de perfume. Al fondo se escucha el agua correr, la imaginas transparente, fresca y pura. Y cuando por fin descubres la pequeña catarata te descalzas para sentir el agua entre tus pies.<br /><br />Como dije, apenas amanecía y el sitio arqueológico abría hasta las nueve. Esperamos una hora tirados sobre nuestras mochilas soñando con un poquito de café. No hacía frio, pero mi garganta estaba resentida por el puto aire acondicionado del ADO en el que viajamos congelados toda la noche.</div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6qWgkYgZZLbyRas4ZPgvxX9jFYlHNGAmTkxDf2PV_WauqnNXX8WlkGkZdzVSwJNk2eTE0n3qgArSA5MKZAFOQCHk01CnUP5WZyMWy0TOjNhebUycZs_VN-dm-4F6yUYly54bj-kquIjk/s1600/DSCN5006.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6qWgkYgZZLbyRas4ZPgvxX9jFYlHNGAmTkxDf2PV_WauqnNXX8WlkGkZdzVSwJNk2eTE0n3qgArSA5MKZAFOQCHk01CnUP5WZyMWy0TOjNhebUycZs_VN-dm-4F6yUYly54bj-kquIjk/s200/DSCN5006.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490579906659673202" /></a> Cuando por fin entramos, un niño de acaso 8 años nos ofreció su servicio de guía experto. Con una memorización que haría orgullosa a cualquier monja de escuela primaria, nos contaba que él sabía perfectamente la historia y lo que esconden las paredes de Palenque. Prometía llevarnos a la selva a ver más ruinas; ya que en el sitio arqueológico sólo se muestra el veinte por ciento. Lo interrumpíamos y el cassete se volvía a echar a andar. De su tarifa inicial de 200 pesos, lo rebajó hasta 25. De cualquier manera, nos negamos. Ya dentro del sitio, otros niños casi adolescentes nos dijeron las mismas líneas intentando convencernos de sus servicios. “Entonces verán puras piedras” sentenciaron, cual hechizo chamánico, ante nuestra negativa.</div><div><br />Las piedras de Palenque son majestuosas. Por su arquitectura, es sencillo adivinar que es de otra época y reinado maya. Hay que recordar que los mayas, más que ser una nación, eran ciudades estado con su propio rey y estructura social. Además como sucede en todos los lugares ruinosos, no todos los edificios son de la misma época.</div><div><br />Una de las ventajas de ser la primera en entrar es que pude tomar fotos chingonas y sin gringos estorbosos. En Palenque aún te permiten subir a las pirámides, lo cual me emocionó y trepé cual changuito... las tres primeras nada más. También te permiten entrar en ellas; hay una tumba en el Templo de las Inscripciones. Como en tiempos del soberano que ahí fue enterrado, su interior sigue húmedo aunque las joyas del rey ya no están.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjhHR6a5tP1dwG11LrdCGAvgO8TyZ32Wwl___3tU-9bZtCOIAi7WxRLYeSHPDfEx3_2LuAflaHxG-A9CQuCyQSaWIPuC8dEiAu6UDaePlO3KpLLL0ogWKZP3TFX789KZwiJsa-sRSaDMY/s1600/DSCN4941.JPG"><img style="float:right; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjhHR6a5tP1dwG11LrdCGAvgO8TyZ32Wwl___3tU-9bZtCOIAi7WxRLYeSHPDfEx3_2LuAflaHxG-A9CQuCyQSaWIPuC8dEiAu6UDaePlO3KpLLL0ogWKZP3TFX789KZwiJsa-sRSaDMY/s200/DSCN4941.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490579899231695090" /></a><br />El Palacio, más que ser una pirámide, parece una enorme residencia con patios y recámaras a la orilla de un pequeño río; detrás del cual existen más pirámides y templos de diferentes épocas y estilos. Palenque no se ha librado de tanta estupidez esotérica que rodea a los mayas y es tristemente célebre por un “astronauta” dentro de un grabado. Me estoy mordiendo los dedos para no desviarme del tema, por lo que ahora solo diré: bola de imbéciles.</div><div><br />Cuando terminamos el recorrido por el sitio arqueológico aún era temprano, pero por la duración y frecuencia de los autobuses a San Cristóbal, decidimos dejar las cascadas de Agua Azul y Misol-ha para otra ocasión. En ese momento del viaje, Guatemala también se quedó pa’ después. Nos curamos la tristeza con tamales de chipilín y tascalate bien frío.</div><div><br />La selva cambió a bosque en un pestañeo. En realidad fueron un par de horas en las que dormí. Desperté congelada, mocosa y un poco mareada. El autobús se movía como juego mecánico celayense y me azotaba contra la ventana y contra mi compañero de viaje.<br /><br /></div><div>Yo estaba ansiosa por llegar y alargaba mi cuello después de cada curva, intentando ver un pueblito pintorezco en medio del bosque. Por fin, un destacamento militar y unos espectaculares de Soriana (¿o de la Comer? qué importa) me avisaron que ya estábamos por llegar; el cierre de una de las entradas por los maestros lo confirmaron, habíamos llegado a San Cristóbal.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihVm0AjregC1EuAoL0D-OoKDFJWbtyx5jpLgCkruA52i0UdvM8iWMTStF7tX__aO2CNWjvcokzvRHeyJXvacEo6U6TWbg9Q174NKJEeHdf0YpJB5ZSS4360zuUMiVWKNBZ2fo9jXAQuGM/s1600/DSCN5089.JPG"><img style="center; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihVm0AjregC1EuAoL0D-OoKDFJWbtyx5jpLgCkruA52i0UdvM8iWMTStF7tX__aO2CNWjvcokzvRHeyJXvacEo6U6TWbg9Q174NKJEeHdf0YpJB5ZSS4360zuUMiVWKNBZ2fo9jXAQuGM/s200/DSCN5089.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490561922787786578" /></a></div></div><div>El autobús le dio la vuelta a la manifestación y entramos por otro lado de la ciudad. Y es que San Cristóbal es grande; en algún lugar de mi mente lo tenía catalogado como un pueblo y no lo es. Alguien debería avisarle al gobierno que lo tiene en la lista de “pueblos mágicos”<br /><br /></div><div>Esa noche cenamos unas deliciosas empanadas con café y nos encerramos a dormir. Yo no quería saber del mundo ni de las maravillas chiapanecas. Me drogué con antigripales y dormí. A la mañana siguiente, yo no albergaba muchas esperanzas sobre el lugar; en uno de los mapas había publicidad de Burger King y Wings Army. ¿No que muy pueblo mágico? Pero pues ya estaba ahí, a conocer.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_S5jHjTJh6rxbZFcn2VNO2wl0vQvIhtL6j96jWhhviEzcxZj2A8rqYftk24pvBBbzuVe87DlYjVLLF5VWPiFMzp8BSmWRLwONPfqbIs0Jh0a1i1YjFCAbD37nDaRBd4cw0zBxqTH4-U/s1600/DSCN5072.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_S5jHjTJh6rxbZFcn2VNO2wl0vQvIhtL6j96jWhhviEzcxZj2A8rqYftk24pvBBbzuVe87DlYjVLLF5VWPiFMzp8BSmWRLwONPfqbIs0Jh0a1i1YjFCAbD37nDaRBd4cw0zBxqTH4-U/s200/DSCN5072.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490561896321933090" /></a></div>San Cristóbal huele a bosque y en la noche a madera quemada. Por la mañana, las nubes se quedan en las faldas de los cerros y los descubren hasta que sale el sol. Para los turistas, existen dos andadores principales: el de Guadalupe y el de Santo Domingo. Sobre un piso adoquinado, se levantan casas de colores fuertes que van desde el amarillo, azul, verde y hasta rosa mexicano y que albergan tiendas, cafeterías, comercios y bares atendidos por mestizos y extranjeros principalmente. Los indígenas venden en las calles y en las plazas, aunque las cooperativas zapatistas tienen algunos establecimientos en este andador.<div><br />Tomar café se convirtió en una necesidad básica y entramos a una tienda muy curiosita atendida por una queretana que nos contó del encanto de la ciudad. De cómo mucha gente había llegado a San Cristobal de visita y terminaron quedándose algunos meses a vivir, ella incluida. Que la ciudad tiene algo especial: ambiente, magia, cultura, clima, arquitectura colonial… todo eso y más.<br /><br /></div><div>Me asombró la cantidad de extranjeros que caminan en esa zona; podría jurar que son más de la mitad y que muchos no son turistas: caminan y se saludan entre ellos alternando su idioma con el español. Andan hippiosos, sin brassiere, usan rastas, sandalias y van acompañados de sus perros o bicicletas en mano. En su mayoría jóvenes, son de esos europeos aficionados al <i>izquierdismo</i> que no es posible ejercer en el primer mundo.</div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1ymn4UWzsu_FAKyHPdGEKIm_TUiywx9k_F0QC7cW62utqL98ESP-fbMPYrlSL8wO5-KGU7lJzK2GvUBOBB6MWq9VB5M0n_4v7OQEnpqlpCreuwIWbKmHCqZO2pZ3tqu0n_ftG9ojIjkM/s1600/DSCN5150.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1ymn4UWzsu_FAKyHPdGEKIm_TUiywx9k_F0QC7cW62utqL98ESP-fbMPYrlSL8wO5-KGU7lJzK2GvUBOBB6MWq9VB5M0n_4v7OQEnpqlpCreuwIWbKmHCqZO2pZ3tqu0n_ftG9ojIjkM/s200/DSCN5150.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490561927508807346" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQqFeJ_3K9MvDNcHxJJSmUSq0a_4rpnegCGV2jiEYlWJobrZr3oQ26J9qBcKuw8IMHpOsU2AwS4aB_Rl-e4vS_wdqY4pUK63YiWRji4wUNkvafCrtjBHSIqFt2196M_R9ZMp3r-Kex3Jc/s1600/DSCN5377.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQqFeJ_3K9MvDNcHxJJSmUSq0a_4rpnegCGV2jiEYlWJobrZr3oQ26J9qBcKuw8IMHpOsU2AwS4aB_Rl-e4vS_wdqY4pUK63YiWRji4wUNkvafCrtjBHSIqFt2196M_R9ZMp3r-Kex3Jc/s200/DSCN5377.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490564705602246354" /></a></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQqFeJ_3K9MvDNcHxJJSmUSq0a_4rpnegCGV2jiEYlWJobrZr3oQ26J9qBcKuw8IMHpOsU2AwS4aB_Rl-e4vS_wdqY4pUK63YiWRji4wUNkvafCrtjBHSIqFt2196M_R9ZMp3r-Kex3Jc/s1600/DSCN5377.JPG"></a><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Tarde y noche en la ciudad</span></i><br /><br />Las casas del pueblo tienen techo de teja color tejado y en todas las calles hay consignas <i>izquierdosas </i>pintadas en las paredes. Me llamó la atención el barrio de mexicanos, llamado así porque viven… pues mexicanos. Con esto es posible darse cuenta la composición étnica de la ciudad.</div><div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAaN_QfOV0QUGXwacuDAg_uBkxj3mMMhRo94NaoikUzspm6xYRrwDU9aKTUJbs5-s1t271xMuUYP4onkLFGngZuqR9zlv6O1w6b93ex-NSPq0mcvNFJqtihgW8WOjzpB_4h5goYIYqa9M/s1600/DSCN5113.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 150px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAaN_QfOV0QUGXwacuDAg_uBkxj3mMMhRo94NaoikUzspm6xYRrwDU9aKTUJbs5-s1t271xMuUYP4onkLFGngZuqR9zlv6O1w6b93ex-NSPq0mcvNFJqtihgW8WOjzpB_4h5goYIYqa9M/s200/DSCN5113.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490564744940138450" /></a></div>En Chiapas hay varios grupos indígenas y, por la vestimenta de las mujeres, es posible saber a qué grupo pertenecen. Lo que creí era una falda para frío, era en realidad, de otra etnia (chamulas, tzotziles y tzeltales). Por los andadores y sobre todo, acercándose a la Plaza Mayor, las mujeres indígenas caminan en pares o tríos con 3 o 5 niños detrás de ellas. Con un “compra, compra” ofrecen sus artesanías que van desde muñequitos de lana, hasta cinturones o collares. Los niños te ofrecen animalitos de barro.<br /><br /></div><div>Mi única queja sobre San Cristóbal es que no encontré un lugar de comida chiapaneca además del café. Sí, la pasta, tapas y tacos de bicitaco estaban ricos, pero yo quería tragar algo autóctono.</div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8GNi-_aTLyPqfxt6f4Wv7At8Sogs8jDXrPBMoRP9RspAIitwVD0AnzXQtr7QVXshpMdPRJ-mh4Wma7GluZ07gqhCRze4bywXRy2MjBT1lryW_H5QoL5DMMaUzcLFMEKnMnhCVHvehLAI/s1600/DSCN5267.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8GNi-_aTLyPqfxt6f4Wv7At8Sogs8jDXrPBMoRP9RspAIitwVD0AnzXQtr7QVXshpMdPRJ-mh4Wma7GluZ07gqhCRze4bywXRy2MjBT1lryW_H5QoL5DMMaUzcLFMEKnMnhCVHvehLAI/s200/DSCN5267.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490561942889502226" /></a>Mi tragonería fue calmada hasta Chiapa de Corzo, el pueblo que está junto al río Grijalva y, donde gracias a la presa, podemos disfrutar en una apacible lancha el Cañón del Sumidero, con paredes que llegan al kilómetro de alto. En esa reserva encontramos monos, cocodrilos, pelícanos, cotorritas, zopilotes y quién sabe cuánto animal más. El recorrido dura una hora más o menos. El guía ayuda a ubicar a los animales y habla sobre la importancia de esta reserva ecológica para el lugar. </div><div><br /></div><div>De vuelta a Chiapa de Corzo, además de tragar, conocimos el mercado, la iglesia y la plaza que tiene un quiosco en forma de corona española y una ceiba sagrada.</div><div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3SSiWR2BsaSlnMk2TR-o1j37g9EYT4OZUKeugGL4Bum7qxJlA-xLDD37D7cyzVcNaa-n4bG7kmlP2Hh_rSw0KlThzgH5XUoNKuL9qWSPSpKMxkf8UmYfkbFKyctZUedh8_Urk9O6AiVo/s1600/DSCN5299.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3SSiWR2BsaSlnMk2TR-o1j37g9EYT4OZUKeugGL4Bum7qxJlA-xLDD37D7cyzVcNaa-n4bG7kmlP2Hh_rSw0KlThzgH5XUoNKuL9qWSPSpKMxkf8UmYfkbFKyctZUedh8_Urk9O6AiVo/s200/DSCN5299.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490564713639560690" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWz3aTA4oKAjHytSg6vupMWXn1Jyq9HqH3KexEhcXm5fILcd9wjp2LC2x_c8SXiec7uR53D7x_siZXYPa56gjsLkTMQ72xYzlNIygiaDZIJSdV306gQCDwGFlGm2hwm0IfKKP8Sz5kZVk/s1600/DSCN5196.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWz3aTA4oKAjHytSg6vupMWXn1Jyq9HqH3KexEhcXm5fILcd9wjp2LC2x_c8SXiec7uR53D7x_siZXYPa56gjsLkTMQ72xYzlNIygiaDZIJSdV306gQCDwGFlGm2hwm0IfKKP8Sz5kZVk/s200/DSCN5196.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490561933706769554" /></a><br /></div><div style="text-align: left;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Cocodrilitos y mono araña. Sólo en el Cañón del Sumidero</span></i></div><div><br /></div><div>Aún faltan un par de posts de Chiapas. El estado me sorprendió y se convirtió en El Lugar a regresar; o más que regresar, a vivir. La mezcla de gente que convive en ese pueblo-ciudad me llama a saber y a vivir más. La naturaleza, los colores, la historia y el presente se fusionan en Chiapas provocando una mezcla explosiva que a esta habitante del centro nunca le había tocado presenciar.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0wYn-8m9a0Rwm9urkzQyVKNs4A9gJUl7hTd_tkLsEP3G0momYzVYFdjoQ3RtgtCYh9qWHqZierzlOy1G6qx4UnqB3w8baT7xydXDX1g2ksq0gZKWDpyTWoVryu3WrbXGpMqe7KS-XZb0/s1600/DSCN5319.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 141px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0wYn-8m9a0Rwm9urkzQyVKNs4A9gJUl7hTd_tkLsEP3G0momYzVYFdjoQ3RtgtCYh9qWHqZierzlOy1G6qx4UnqB3w8baT7xydXDX1g2ksq0gZKWDpyTWoVryu3WrbXGpMqe7KS-XZb0/s200/DSCN5319.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490564735684150930" /></a><br /><br /><i><br /></i></div><div><i><br /></i></div><div><i>Este post fue patrocinado por Dolce y Gabana by Yisus</i></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-19784320610914052842010-07-03T03:24:00.002-05:002010-07-03T03:29:00.126-05:00Libros de la semana<div style="text-align: justify;">Sobre mi buró están Crosthwaite, Villoro, Jaime Gamboa y Cervantes.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El de Villoro es por supuesto mío. Hace rato, una lagrimita de Remi se asomó en mis ojos al leer sobre un niño en su temblorosa ciudad. El de Crosthwaite es de <a href="http://ricardodelbillar.blogspot.com/">él</a>; está obsesionado con la literatura chicana y de frontera. Le gusta el norte, las historias de mojados, los ritmos pochos y el México fracasado. Yo soy más del centro, tirándole pal sur. Mi escenario es el Distrito Federal mezclados con selva chiapaneca, de encontrar ajolotes en la ciudad y homosexuales en las vulcanizadoras. </div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Orquesta Imposible de Jaime Gamboa es prestado y llegó a su dueño por un tico, que si no fuera tico, nunca lo hubiésemos leído. Enorme libro, créanme. Lo que más me sorprende (y envidio) del Gamboa es la forma tan limpia en que plasma los sentimientos como el amor, la amistad, el deseo o la fidelidad a las ideas.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Quijote se lo bajamos a mi papá; es una edición pesada de letras grandes e ilustraciones, que el <a href="http://ricardodelbillar.blogspot.com/">Señor del Billar</a> me lee antes de dormir. Sin embargo, esta noche no me enteré de las aventuras del caballero más famoso de La Mancha porque un tal Mauricio Guardiola no me dejó soltarlo. </div></div><div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Ante los ronquidos, apagué la luz y me vine a la computadora a escribir. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora estoy pensando en despertarlo para que me lea El Quijote. Que culera soy.</div></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-37673089664914022482010-07-01T10:56:00.003-05:002010-07-02T12:31:05.081-05:00Delfina<div style="text-align: justify;">Encontré a Delfina muerta en la alfombra del estudio. En realidad estaba medio muerta, ya que su abdomen subía y bajaba con prisa, como queriendo sacarle el oxígeno al aire. Su cuerpo rojo tornasol aún tenía rastros de agua y los ojos sin párpados me suplicaban la salvación de su alma. Pinche Delfina, volviste a saltar pa’ fuera, le dije al mismo tiempo que mis dedos la recogieron con cuidado y la aventaron de nuevo a su hogar. La pez beta cayó directo al fondo de su pecera sin que su cuerpo ofreciera un poco de resistencia; una piedra habría caído más rápido. No sé cómo no se murió del golpe de haber caído del tercer nivel del librero, donde solía nadar en círculos dentro de su tranquilo y acuoso hogar con fondo de piedras de cristal rojas y azules. Ya antes había saltado fuera de su pecera, pero yo había estado ahí para ayudarla a regresar. Los brincos altos comenzaron un día que estábamos jugando en la mesa de la computadora. En realidad, ella nadaba y yo intentaba terminar mi tarea de psicología. Le acerqué un dedo a la superficie y la reté a morderlo. Obediente, Delfina pegó un brinco y sentí un leve pellizco en el dedo índice. Reímos las dos. Desde entonces comenzó a brincar al verme y al escuchar su nombre, por lo que un par de veces cayó sobre la mesa. Antes, Delfina era sólo “la pez”. Se ganó su nombre por dar brincos como delfín por fuera de la línea del agua cuando llegaba la hora de comida. Nadaba desde el fondo de la pecera moviendo su cola en rápidas ondas hacia la superficie y ¡splash! brincaba salpicando agua. Al alimentarla, yo le hacía una lluvia de hojuelas: tomaba esas diminutas ostias con olor a pescado y tras machacarlas en el puño, las esparcía en su pecera. Supongo que por eso comenzó a nadar con fuerza de arriba abajo demostrando su alegría. Con el tiempo, no sólo aprendió a brincar hacia arriba, sino que también lo hacía en diagonal.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-46089549812808601262010-06-29T03:37:00.009-05:002010-06-29T04:02:19.657-05:00Crónica de cuando fui a ver Toy Story 3 que no incluye crítica sobre la película porque ya todo mundo la vio<div style="text-align: justify;">Fui a ver Toy Story 3 el fin de semana de estreno y como al 67.39% de los asistentes, me llevaron mis papás. Hice berrinche porque no me compraron palomitas, pero bueno, alcanzamos boleto para la función en 3D. Y es que el cine tapatío elegido, a pesar de ser uno de esos no muy populares, estaba hasta su madre. Tuvimos que comprar boletos para la función que comenzaba casi dos horas después y mientras hacíamos fila, la información que reflejaba la pantalla informativa nos informaba que el número de boletos disponibles disminuía con rapidez. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La gente llegaba <i>quejurosa </i>diciendo que en los cines de Galerías, Walmart y la Gran Plaza había boletos hasta el siguiente día. Suspiré mientras sorbía de mi té de jazmín provocando que el agüita se me fuera por el “otro lado” y tosiera. Mi mamá me jaló de las orejas y decidimos esperar en el cine a que se formara la fila para entrar y así asegurar un lugar honroso en la sala.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando comenzó la fila, éramos los segundos con prioridad en entrar. Frente a nosotros había una familia con dos niñas de 5 y 7 años <span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">(o tal vez 3 y 5, no se sabe con esos engendros sobre-alimentados) </span>que estaban peinadas y vestidas IGUAL. En mi niñez, mi madre también tuvo esa obsesión insana de borrarnos la identidad, por lo que mi hermana y yo parecíamos <i>me & minime.</i> Al ver a la morritas, mi mamá me abrazó con cariño porque recordaba a sus "bebés" y mi pérdida de identidad volvió. Atrás de nosotros, un grupo de veinteañeros reían y joteaban.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Prontamente <span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">(este es un post tapatío, se vale esa mala palabra)</span> la fila comenzó a crecer y cuando comenzó a chocar con la puerta, los jalisquillos no supieron si torcerla en “U” o comenzar otra fila desde enfrente, es decir, a un lado de nosotros. Así que hicieron lo más sensato: lo que les dio su chingada gana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando el morro acomoda-gente que trabaja por 2 pesos en los cines se dio cuenta, puso cara de diarrea. Se acomodó el chalequito rojo y trajo al supervisor a ver el desmadre que los padres de familia habían armado. Yo no estaba cerca para escuchar el diálogo, pero el supervisor hizo una seña de “no hay pedo”, aunque a la luz de los siguientes acontecimientos, bien puede ser “estás bien pendejo”. Como sea, el supuesto orden de las filas continuó igual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No pasó mucho tiempo cuando se comenzó a armar el mitote en la parte de atrás. Quién-va-atrás-de-quién se volvió un asunto de supervivencia <i>cinedoril</i>. Dos enormes padres de familia comenzaron a acosar al morro acomoda-gente. Le ORDENABAN poner a otro empleado al final de las filas, para preevenir que alguien se fuera a meter por en medio. El morro explicaba que no había más empleados disponibles en el momento. En eso llegó una familia de esas en que la mamá tiene chiches falsas, pelo lacio artificial y uñas postizas. Enseñaron su pase VIP que les permitía meterse hasta adelante de la fila.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los que estábamos formados al principio de las 3 filas pseudo-ordenadas, respingamos. <i>Cómo es posible, si en México todos somos iguales, que ejemplo le están dando a los niños, en España no pasaría eso</i>, etcétera. Tanta queja no sirvió para otra cosa que para vernos como perredistas ya que igual nos chingamos por jodidos. En un ataque de iluminación, al supervisor se le ocurrió pasarnos hasta la puerta de la sala de proyección, logrando así mucho más espacio para formar a la gente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por fin, dio la hora y entramos a la sala.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La familia con niñas <i>me & minime</i> se sentaron atrás de nosotros y los veinteañeros jotitos al frente. La incansable lucha defendiendo nuestro primerísimo lugar en la fila nos había unido y no queríamos separarnos, snif. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y como suele ocurrir en esos casos, se apagó la luz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pasaron los comerciales del gobierno. Pasó el corto de Shrek 3. Pasó el corto de Día y Noche de Pixar (excelente) y ¡por fin! Comenzó Toy Story 3. El principio es intenso. Gran secuencia de acción y el despliegue de imaginación digna de un niño. Entonces nos damos cuenta que Andy ha crecido y que estamos viendo un flashback de VCR. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comencé a llorar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después ocurrió lo inimaginable: empezó a llover. Y no sólo llovía si no que diluviaba, por lo que de los granizasos casi no se escuchaba la película. ¡Súbele! ¡Súbele! Comenzamos a gritar entre chiflidos. Algunos padres de familia se levantaron de sus asientos para acosar al morro acomoda-gente y hacer que le subiera al volumen con la nariz. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces se fue la luz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya esperaba los chillidos ensordecedores de esos engendros del mal, pero hasta eso, todos se portaron muy bien. Supongo que en estos tiempos, lo que les da miedo es quedarse sin celular o que les castiguen el nintendo. Los jotitos comenzaron a gritar ¡cá-cá-ró! ¡cá- cá-ró! y la chifladiza se hizo más fuerte. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Minutos después las luces de emergencia se encendieron y también lo hizo nuestra incertidumbre. ¿Nos suspenderán la película? ¿Algún día nos enteraremos si Andy es igual de ojete que los niños de verdad? ¿Nos devolverán nuestro dinero? ¿Se nos vendrá el techo encima?¿Seremos echados al agua como perros con tarjetita VIP? ¿Es cognoscible el ser?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pasaron 15 minutos o quizá 40. Ya ni sé. Pero la película reinició, <i>me & minime</i> aprendieron a gritar ¡cá-cá-ró! y todos fuimos felices viendo las aventuras de Woody, Spanish Buzz, Jessy y ¡Corre como el viento Tiro al Blanco! con ojitos de Gazpacho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como todo mundo ya sabe, la película está chingona y yo, a pesar de saber que Disney-Pixar estaba manipulando mis sentimientos con alevosía y ventaja, me entregué al llanto cual infante sin celular.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-9636510986304195012010-06-27T23:01:00.011-05:002010-06-28T11:37:31.505-05:00La blanca Mérida arde<h4>1. Bienvenida al infierno</h4>El techo es alto y un tragaluz ilumina la habitación. Un ventilador de madera cuelga en el centro y sus aspas sólo sirven para cortar la luz. Estoy acostada en calzones en la cama de arriba de la litera con la esperanza que me llegue un poco de aire. Los 42°C que hay en la calle de Mérida me han inflamado las córneas y debilitado mis piernas.<div><br />Tenemos que salir a comer. Nuestro anfitrión nos ha asegurado que “El Tucho” está a 6 cuadras, pero a las 2:30 de la tarde me parece una misión imposible. Después de un baño, vestido de algodón, sandalias, sombrero y mucho bloqueador, emprendemos la caminata al ansiado oasis.<br /><br /></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAKXofv-_2kXicJdNAPyFnRv8rPwuAU7jF888BpNZEFu4fbZqtMKZeaXXBTjtsmbIqvzbVnQkJzi5GbpPrt6zCFNMNMPzMF3MD978ifQg3krXLyakX_ScVxPW3B1yFalH7_0rneTRXRq8/s1600/DSCN4756.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAKXofv-_2kXicJdNAPyFnRv8rPwuAU7jF888BpNZEFu4fbZqtMKZeaXXBTjtsmbIqvzbVnQkJzi5GbpPrt6zCFNMNMPzMF3MD978ifQg3krXLyakX_ScVxPW3B1yFalH7_0rneTRXRq8/s200/DSCN4756.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487686991149764482" /></a>Por algún pleito existencial con el centro del país, en Yucatán las calles son nombradas con números en vez de héroes. Está bien, no puedo asegurar que tienen algo en contra de Hidalgo o Morelos, simplemente que con números la orientación es más sencilla… excepto para los anuméricos y desubicados como yo. Y es que en vez de ir aumentando -o disminuyendo- numéricamente conforme avanzas, resulta que los pares -o los nones- aumentan hacia el este -o el oeste-. Es decir, al combinar pares y nones con ejes cardinales y sentido de las calles, obtenemos direcciones logarítmicas más o menos así:</div><div><br /><div style="text-align: center;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-large;">c61 #156 x 50 y 52</span></b></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div>¿Entendieron? Yo sé que no. La verdad no era mi intención explicar, sino quejarme amargamente de su pinche nombramiento de calles y viví perdida bajo el sol.</div><div><br />Sin calculadora, salimos a la calle. El piso y las paredes irradiaban calor. Conforme nos acercábamos a la Plaza Grande, más gente salía a nuestro paso. Después nos enteramos que todos, absolutamente todos los camiones (ellos les dicen colectivos) llegan a algún lugar del centro. Entré a un oxxo y compré mi agüita. Doblamos por la 60 con la botella vacía y entramos a una librería que tenía aire acondicionado para tomar fuerzas. Habiendo vencido temporalmente el calor, volvimos a la calle y encontramos al mentado Tucho, un restaurant bar familiar y botanero con chou.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqoofjNzJsIsOK4-iLeBg8JzWm97z8ERjzaZfIJ-XKKXQYqVLbE5X8M8NMP0uMxfzlzSmb-jvaNHzFa7Cn70kuMZxxOr4ySzO88POmVVKmfICGtU7gfaSjAkpsf7ynDvOjvvh8UDTbgsA/s1600/DSCN4542.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqoofjNzJsIsOK4-iLeBg8JzWm97z8ERjzaZfIJ-XKKXQYqVLbE5X8M8NMP0uMxfzlzSmb-jvaNHzFa7Cn70kuMZxxOr4ySzO88POmVVKmfICGtU7gfaSjAkpsf7ynDvOjvvh8UDTbgsA/s200/DSCN4542.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487695096477920946" /></a></div><div>La primera cerveza fue para rehidratarme. La segunda para quitar el calor. La tercera para reponer la que acababa de mear y la cuarta para que se resbalaran los papatzules. Los meseros nos veían divertidos; supongo que pocos se zampan en menos de una hora cuatro cervezas, una minimargarita y como seis platos de botanas yucatecas (ahora sólo diré que estaban deliciosas).<br />Volvimos al hostal a pie, sólo para comprobar que para combatir el calor con cerveza hay que seguir chupando. Volvimos a asomarnos a la calle hasta que el odioso sol se fue. El calor continuaba, pero podía caminar 2 cuadras sin renegar.</div><div><h4>2. A mí me gusta el diablo</h4><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0EkIiMOl5nM5k9Z48V2Ygr0gf9B-PEsNRhD7mnyC5vGFUtqj3bxY213f3YxTdUwAs9YY-q9c4d_TzsqwMxMMPbMevppaAW_TjdGwH6fCqIDr4_YF49g7mVsTOIUjeplvtObiPxL7fwRE/s1600/DSCN4583.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0EkIiMOl5nM5k9Z48V2Ygr0gf9B-PEsNRhD7mnyC5vGFUtqj3bxY213f3YxTdUwAs9YY-q9c4d_TzsqwMxMMPbMevppaAW_TjdGwH6fCqIDr4_YF49g7mVsTOIUjeplvtObiPxL7fwRE/s200/DSCN4583.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487686981778372834" /></a>Si por la tarde no quería ni asomarme a la calle, en la noche me di cuenta que Mérida se hizo para caminar. El ayuntamiento lo sabe y ha organizado eventos nocturnos para presumir la música, el romance y los bailes yucatecos. Todos los días hay eventos, pero mi preferido fue la serenata de los jueves en el Parque de Santa Lucía, donde un poeta que habló de su tierra y su gente me conmovió hasta las lágrimas. <a href="http://ricardodelbillar.blogspot.com/">El Señor del Billar</a>, que tiene atole en las venas, quería irse, pero yo me negué a mover mis nalgas de ahí y así disfruté de tríos, boleros y bailes de mestizos.</div><div><br />Una parte de de la calle principal -la 60- es cerrada por las noches y los restaurantes se extienden formando animadas terrazas. Música, tragos, cena… caminar por el centro de Mérida de noche es una gozada.</div><div><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBSzC8bm2VQWCqq8UgNPHoODuSV4vYZiwi5wko64GC9b3miQDreSVjF_V68ECpGUNm7TOHFsYgJoGVfexgHmQ00ZK68ZhuYKCyuoG783O_p2TdlIKzEGVbWFrQvmNyuw33Sc_UGyFm6z4/s1600/DSCN4577.JPG"><img style="float:right; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBSzC8bm2VQWCqq8UgNPHoODuSV4vYZiwi5wko64GC9b3miQDreSVjF_V68ECpGUNm7TOHFsYgJoGVfexgHmQ00ZK68ZhuYKCyuoG783O_p2TdlIKzEGVbWFrQvmNyuw33Sc_UGyFm6z4/s200/DSCN4577.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487682867549482322" /></a> <div>Mérida ya no es la ciudad blanca, pero eso no quiere decir que el colorido de su centro la haga fea. Al contrario. Fundada sobre la maya T’ho, su estilo arquitectónico es claramente colonial. Desde el primer cuadro y hasta las calles que llegan al Paseo Montejo (sus Champs Elysees) tienen una arquitectura preciosa y bien cuidada. Del otro lado, el centro está lleno de comercios y parece Tacubaya.</div><div><br /></div><div>Sin duda, el Paseo Montejo es de presumirse. Las grandes casas de los ricachones henequeneros del siglo pasado imitan las francesas, aunque con un toque mexicano. En algunas es el color, en otras las caras indígenas en la fachada. Imperdible en esta avenida es el museo de Antropología, alojado en un palacio lleno de historia maya.<br /></div><div><br /></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVDJ-p4kmFvYqsQ1CKeQxFJXHyQZJAV_bFXEYCJvSxhoiE01MsX1hDWWr0Jn-wWVdKgSPkX7Jzn_rFkA-uvATN9EL2XrvbiaSjylwn6nZm3l3auP-_vSgmzfufxIgFsL6XaokVFaQmuh8/s1600/DSCN4759.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVDJ-p4kmFvYqsQ1CKeQxFJXHyQZJAV_bFXEYCJvSxhoiE01MsX1hDWWr0Jn-wWVdKgSPkX7Jzn_rFkA-uvATN9EL2XrvbiaSjylwn6nZm3l3auP-_vSgmzfufxIgFsL6XaokVFaQmuh8/s200/DSCN4759.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487684825895118514" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn2WK4b8rXfKgAaTXbeQU8XnDahis_kif19uk9ss_1R1tw1oLvtEDBr9pnBUATEloWnvl7CP6KA5WTEwxI1QTUbcvsJiNA1zIBRFCqiCsf1DTiXqcDEkbXptYkvGi2H7XsWFRDsodiRrg/s1600/DSCN4553.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn2WK4b8rXfKgAaTXbeQU8XnDahis_kif19uk9ss_1R1tw1oLvtEDBr9pnBUATEloWnvl7CP6KA5WTEwxI1QTUbcvsJiNA1zIBRFCqiCsf1DTiXqcDEkbXptYkvGi2H7XsWFRDsodiRrg/s200/DSCN4553.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487682859963619778" /></a><br /><div>A todos lados que íbamos había basura; algunas coladeras apestan y no hay botes de basura. Mientras la arquitectura es hermosa, el piso de la calle es horrible. El asfalto es gris y tiene mugre pegada. Ya sé, este comentario es demasiado queretano; ya que la limpieza de nuestra ciudad es de las cosas que presumimos. Así que no puedo evitar hacer cara de fuchi ante la cochinada que hace ver fea una ciudad tan bonita y romántica como es Mérida.</div><div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">3. Directo al inframundo.</span></div></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><br /></span></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8fLZW_KsOKkXGgKiznomnlXbXNmKn5Pb1mTevOgUg-i6UuRny7W4tQrYHp_9AQdjTZKcPuHAXPEkeWmMSuKRJEbg84jrJf1LtD3NjKoBvrrZfqgRlAfYx6X9WW-HUJfvMyUG_MY98xt0/s1600/DSCN4654.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8fLZW_KsOKkXGgKiznomnlXbXNmKn5Pb1mTevOgUg-i6UuRny7W4tQrYHp_9AQdjTZKcPuHAXPEkeWmMSuKRJEbg84jrJf1LtD3NjKoBvrrZfqgRlAfYx6X9WW-HUJfvMyUG_MY98xt0/s200/DSCN4654.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487682877142465298" /></a>Yo TENÍA que ir a un cenote, eso no estaba a discusión. El lugar elegido fue Cuzamá, donde hay tres cenotes en los cuales puedes entrar a nadar: Chelentún, Chansinic’ché y Bolonchoojol. Para llegar desde Mérida hay que tomar un colectivo a Cuzamá, un bicitaxi a la entrada y un <i>truck </i>a los cenotes. El <i>truck </i>consiste en un carro de madera jalado por un caballo y sobre rieles de tren. Nuestro conductor del truck se llamaba Wilian y la yegua Pancha. Desde el principio, Panchita era rejega. Ni diciéndole “mividita” quería avanzar. Pero Wilian logró llevarnos a los 3 cenotes.</div><div><br />Debido a que la península de Yucatán es hueca, grandes cantidades de agua subterránea se encuentran en cenotes y ríos subterráneos, que según los mayas, eran la entrada al inframundo. Se han encontrado calacas que indican sacrificios humanos; en honor a la verdad, a mi me gustaría morir en un lugar así de chingón.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaDzXm8g2vbKRGwnRCcDrPUgyZ7FJvKnGLcdS1jXaohMaqUo1xHAL4nRteGkMk_Bt7nFdvFM2KaK5-TLx4sMDwQv07Kgy8Ovkob3jETvih81PmKjCUZWJb3jamEkU2PJAUqDrx04v7pCc/s1600/DSCN4658.JPG"><img style="float:right; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaDzXm8g2vbKRGwnRCcDrPUgyZ7FJvKnGLcdS1jXaohMaqUo1xHAL4nRteGkMk_Bt7nFdvFM2KaK5-TLx4sMDwQv07Kgy8Ovkob3jETvih81PmKjCUZWJb3jamEkU2PJAUqDrx04v7pCc/s200/DSCN4658.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487682882233653442" /></a><br /><br /></div><div>El agua es templada y transparente. Todos son hondos y su acceso puede ser difícil. Al estar en una caverna, la acústica del cenote es excelente. Hay peces, aves y murciélagos, así como estalactitas y raíces de árboles que cuelgan del techo. El diferente tono de azul que tiene cada uno de los cenotes es sorprendente. ¿Qué minerales o chingaderas intervienen para lograrlo? No lo sé. Igual de impactante es nadar con visor y lograr ver clarísimo, 20 o 25 metros hacia abajo.</div><div><h4>3. ¿Dónde están los dioses?</h4>Ir a ver piedras es una visita obligada de turista. Hay gente que lo único que visita en Yucatán es Chichén Itzá. Igual que la pinche foto de la torre Eiffel en facebook, la de la pirámide de Kukulcán es un must do. Disfrutar un sitio arqueológico no es sencillo. Además de leer sobre el tema, yo recomiendo hacerlo con un guía (que no te ponga a aplaudir, ni hable de mafufadas del 2012) e ir antes al museo de Antropología en Mérida. Entender los periodos de la cultura maya, quienes fueron los Itzáes y la influencia tolteca es importante no sólo para apreciar el sitio y sus diferencias con los otros centros Mayas, sino para tener una visión objetiva sobre esta cultura.</div><div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQUI9a4RBZv0A46lnZYK47w4PGfqDbydiMfbeK7Tf7b5g5TfnOUErx1lPLBO8s8u1q87Hl3SwS_ulUvv1r3L4z-2c7v2ZGjgaEWvzy7HfYYhEca16s_gRCtg2oDnTVIn1rhLITFlJRLG0/s1600/DSCN4864.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQUI9a4RBZv0A46lnZYK47w4PGfqDbydiMfbeK7Tf7b5g5TfnOUErx1lPLBO8s8u1q87Hl3SwS_ulUvv1r3L4z-2c7v2ZGjgaEWvzy7HfYYhEca16s_gRCtg2oDnTVIn1rhLITFlJRLG0/s200/DSCN4864.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487684836863563650" /></a></div>Los mayas y la sabiduría que llegaron a adquirir son motivo de los más grandes orgullos de México. Estoy de acuerdo, no niego la majestuosidad de su arquitectura, la precisión de su calendario y de sus matemáticas. Además de eso, me sorprende el comercio que se dio entre las diferentes culturas de Mesoamérica y cómo el populacho maya aguantó -y durante tanto tiempo- a una élite aristocrática.</div><div><br />La magia de Chichen Itzá no está en sus pirámides y edificios; está en la gente y las motivaciones que llevaron a construirlo. Ahora esa magia es arruinada por vendedores ambulantes acosadores. Llamados “veinteros” (porque venden todo a 20 varos) andan tras uno y si cometes la equivocación de siquiera preguntar, un montón de acosadores se acercan. Yo sé que hay pobreza en México y que así se ganan la vida. Pero lo mismo compras en un tianguis en las afuera del sitio arqueológico.<br /><h4>4. Después de todo, 42 no es mucho</h4>Sí, hace calor. Sí, la gente está loca por vivir ahí. Pero la verdad visitar Mérida 4 o 5 días vale completamente la pena. La gente es amable y alegre. Disfrutan su ciudad y están orgullosos de su herencia, su cultura y su comida. Su acento es pegajoso y quizá por recordarme a Cucho el de Don Gato, me parece encantador.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj7B_QGey2KkOWvNkNQRNGHRhl-Ikr6IFG6Dy8BLKiw_duHJAyhO_BdQZ_E7j481ZjDOr8dIyLdE3wwwbqFdEyZjPaPJNkS9nOtTOrSdwYyvwjVS83DL7yv2g4vVoqeIM-PDpHWZMlNDg/s1600/DSCN4925.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj7B_QGey2KkOWvNkNQRNGHRhl-Ikr6IFG6Dy8BLKiw_duHJAyhO_BdQZ_E7j481ZjDOr8dIyLdE3wwwbqFdEyZjPaPJNkS9nOtTOrSdwYyvwjVS83DL7yv2g4vVoqeIM-PDpHWZMlNDg/s200/DSCN4925.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487684839789286242" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht67tdbUNRw4urCeuRk5Dnv-5K8ukqSaAtkfgPAPmMfFa9pT75DF15yB13DMV0QT8iy_nar8mYiQUEbqmfCq17s4uFqvQ3y6R5aoyYwlY_axwG-n0eTkyWDJWc6fsZIbepDBVbBz521RI/s1600/DSCN4732.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht67tdbUNRw4urCeuRk5Dnv-5K8ukqSaAtkfgPAPmMfFa9pT75DF15yB13DMV0QT8iy_nar8mYiQUEbqmfCq17s4uFqvQ3y6R5aoyYwlY_axwG-n0eTkyWDJWc6fsZIbepDBVbBz521RI/s200/DSCN4732.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487682884397015826" /></a><br /></div><div>Me faltó mucho de Yucatán: pueblos, playas, reservas naturales. Que chingadera es nomás ir a una ciudad.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-73211458249669209222010-06-25T10:44:00.007-05:002010-06-25T11:27:26.264-05:00Quintana Roo, donde las diputadas posan como supermodelos<div style="text-align: left;">Veo una vez más las fotos del viaje y no encuentro cómo escribir al respecto. Las imágenes, los sabores y las emociones se amontonan y revuelven con la gente, los olores y los acentos. En esta primera parte: Quintana Roo.</div><h3>1. En Cancún quisieron violarme pero no pudieron.</h3>Ir a Cancún fue un movimiento estratégico: encontré un vuelo increíblemente barato hacia allá y tengo un amigo al que le pedí asilo. Abrumados por el calor y la humedad surestiana, apenas salíamos del gusano que conecta al avión con el mundo real cuando los vendedores de placer nos acosaron. Como perros encadenados desde su guarida, llamaban a su víctima aka turista usando ladridos en español e inglés. Supongo que tienen prohibido acercarse así que hacían malabares a tres patas con tal de arrastrar a los inocentes viajantes a sus garras. Una de esas perras incluso nos ordenaba acercarnos al lugar antes de ir por las maletas, como si fuera un prerrequisito.<br /><br />Afortunadamente salimos del aeropuerto sin daños físicos. Pero el acoso turestil fue una constante durante las pocas horas que estuvimos en Cancún. Son como moscas de esas grandes y verdes que no descansan hasta picarte.<br /><br />Mi amigo, el Compadre, es un hombre de bien de esos comprometidos con el trabajo. Así que tuvimos que hacer tiempo hasta que se liberara de sus ocupaciones laborales. Saliendo de la estación, tomé la ruta R1. El chofer me preguntó que a donde iba. “A la playa” le contesté. Me miró con cara de “señorita, aquí hay muchas playas”, así que agregué: “a cualquier playa”. Así se subieron algunos gringos y otros despistados, con los que el diálogo se repetía. Me sentí menos estúpida.<br /><br />Nos bajamos en Playa Tortugas, llamada así por los gordos que están empanizados en la arena. Esquivando más moscas ladradoras, llegamos al “agüita” sólo para encontrar que estaba llena de algas secas y un poco fría. Pero el calor era más fuerte que mis quejumbres por lo que me quité el vestido y me metí al mar. No hay necesidad de asustarse: traía bikini abajo, el exhibicionismo estaba planeado para después.<br /><br />Por la noche y con las piernas piqueteadas, mi compadre nos recogió en una esquina del Boulevard. Sin duda, lo mejor de Cancún fue reencontrarme con mi amigo, con quien hace 5 años compartí cervezas, canciones, películas y bailes. Platicar con él de aquellos tiempos me hizo sentir un poco vieja, pero contenta de haberlo disfrutado así.<div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnrOu3H63jLk9mlqAF4e1uswZqXwpj_Hs1L_HoN0EZA50-N8dK3qgT0BsQowbwGPzLY0YtiJw4aOgRi1GPQlYo0RSwlmGpL4CHKYgjkfjuNunKohxmNsCQXcRvqskCrklplzW0KboCQzo/s1600/DSCN4285.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnrOu3H63jLk9mlqAF4e1uswZqXwpj_Hs1L_HoN0EZA50-N8dK3qgT0BsQowbwGPzLY0YtiJw4aOgRi1GPQlYo0RSwlmGpL4CHKYgjkfjuNunKohxmNsCQXcRvqskCrklplzW0KboCQzo/s200/DSCN4285.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486746900520659586" /></a></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">En el mercado intentaron violarme también</span></i></div><br />Le hablé a mi compadre de nuestros planes y de la filosofía anti-turista con que emprendimos el mochilazo y nos recomendó ir a Holbox.<br /><br /><h3>2. La gravedad en Holbox</h3>Todos sabemos las maravillas del mar Caribe: aguas transparentes y finísima arena blanca. Sin grandes olas y de temperatura templada, esa gran alberca es la delicia de todos. Entonces, ¿Que tiene Holbox que no tengan otros lugares del caribe? Los lugareños dicen que es magia. Su nombre maya significa “hoyo negro” y es que -según ellos- cuando en el continente hay lluvia, en la isla el sol abarca todo. Cuentan que los mayas perseguidos por la guerra de las castas se refugiaron en la isla, y que a diferencia de las otras islas famosas de Quintana Roo; Chetumal e Isla mujeres, Holbox no ha caído en la tentación de los grandes hoteles para turistas y se niega a poner en riesgo sus recursos naturales y animales, que incluyen al tiburón ballena, flamingos y demás variedad de aves.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix2SxDoyP841d2Qj0wRkfPivfirk4S1kwOPvftGNPMMgiEUz1LBqvmt7u4Lu5jfzBBlRaCVZOLmkmrIuZWh11px2p-gwaKmfNS5_EyjduSkDH9Ggt6x_-udk1afVE-sXe4V65JCf9omf4/s1600/DSCN4427.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix2SxDoyP841d2Qj0wRkfPivfirk4S1kwOPvftGNPMMgiEUz1LBqvmt7u4Lu5jfzBBlRaCVZOLmkmrIuZWh11px2p-gwaKmfNS5_EyjduSkDH9Ggt6x_-udk1afVE-sXe4V65JCf9omf4/s200/DSCN4427.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486739991606971762" /></a> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEBTa5AbpLDLBC5lKs8UoHRS8zwlWulK6bItHLAGDeW3GpDzwEUzTNveNNV3exgZs9fIHDd2VBirSpzIxSWsjfgUAT1kZ32ZmzRtLeihrn_TnvvGsBfPDO4ZLbz0UxSeZgWsY5DzgDmyI/s1600/DSCN4458.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEBTa5AbpLDLBC5lKs8UoHRS8zwlWulK6bItHLAGDeW3GpDzwEUzTNveNNV3exgZs9fIHDd2VBirSpzIxSWsjfgUAT1kZ32ZmzRtLeihrn_TnvvGsBfPDO4ZLbz0UxSeZgWsY5DzgDmyI/s200/DSCN4458.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486746892175437266" /></a><br />Yo les puedo hablar de <i>Motorcito</i>, que con una sonrisa tímida me ofreció una cabaña en renta cuando aún no salíamos de Cancún. Que carga con su biblia, es moreno, regordete y con ojos negros de pestañas rizadas. Aunque las canas ya aparecen en su pelo chino, la cara de niño no se le quita.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqxFbWf5tfhedUqTmqWprSphkziyP0nv09UNk5-sdY5f5onl5Cs9PCWXhao-7P5BZo7Cv4PvP-SiTVhyphenhyphenpPX_zGDHtRxK1Td30UhWP7TzC6UPbAlJAeNhuoKIPytQ9Ngbtlju2uD4kp_kc/s1600/DSCN4422.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 150px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqxFbWf5tfhedUqTmqWprSphkziyP0nv09UNk5-sdY5f5onl5Cs9PCWXhao-7P5BZo7Cv4PvP-SiTVhyphenhyphenpPX_zGDHtRxK1Td30UhWP7TzC6UPbAlJAeNhuoKIPytQ9Ngbtlju2uD4kp_kc/s200/DSCN4422.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486740009249857954" /></a> La cabaña resultó un hogar muy parecido al que construyó la adolescente parejita de “la laguna azul”. Su techo de palma mantenía el lugar fresco y una cama con velo protege del ataque de los mosquitos. De sus coloridas paredes cuelga una hamaca que te llama a dormir, leer… o usar tu imaginación.<br /><br />Las calles en Holbox no están pavimentadas, así que no hay calor desde el piso. El pueblo es pequeño pero si te da flojera caminarlo, es posible rentar bicicletas o carritos de golf, medios de transporte que utilizan los lugareños. Por supuesto, no hay coches ni camiones. La mayoría de las casas son de madera y están pintadas de colores vivos y con techos de palma. <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiATeE2CLhV1xlhgXU3QbrRUwWgygRPvKUJ1PNZIm0UMGNfsAWyv3UE5TD26HgBFOeVn19GZdGAnIbC6KeKUNyrVeFvilb2yDoblaFTvhtRzZ6-JstbKyE9RBuKjDEK03QGre6k4aO7V4o/s1600/DSCN4358.JPG"><img style="float:right; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiATeE2CLhV1xlhgXU3QbrRUwWgygRPvKUJ1PNZIm0UMGNfsAWyv3UE5TD26HgBFOeVn19GZdGAnIbC6KeKUNyrVeFvilb2yDoblaFTvhtRzZ6-JstbKyE9RBuKjDEK03QGre6k4aO7V4o/s200/DSCN4358.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486739986204772530" /></a><br /><br />Rodeando a la plaza principal está la iglesia, el ayuntamiento y un sinfín de restaurantes que ofrecen desde comida mexicana, italiana, tacos, mariscos y por supuesto, pizza de langosta (¿de qué más?). Hay comida para cualquier presupuesto, sin llegar al obsceno costo de una cena en Cancún.<br /><br />La gente es alegre, amable y casi todos tienen perros chaparros. De dos a tres por casa, en su mayoría son mestizos, están bien alimentados. Los perros andan por las calles como si les pertenecieran y saben el camino al mar para meterse a refrescar.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj834cCQxVQuLEhEqLzmAPgwrqpMjWLeCM21pUXLzD2wPPV0unnEHUzcUEeBAXGEg3oQnkZiS-xC9PPwbosF_rrTyXe42e6VZSEj5MHVUNcg16ev_BkeR7ShJ9zQIZEIYJlYxtpBk0K8hw/s1600/DSCN4510.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj834cCQxVQuLEhEqLzmAPgwrqpMjWLeCM21pUXLzD2wPPV0unnEHUzcUEeBAXGEg3oQnkZiS-xC9PPwbosF_rrTyXe42e6VZSEj5MHVUNcg16ev_BkeR7ShJ9zQIZEIYJlYxtpBk0K8hw/s200/DSCN4510.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486739976941864674" /></a> Algunos extranjeros se enamoraron de la isla y se quedaron a vivir ahí. Como un italiano, que compró un carrito de crepas y con eso se mantiene. O los sudacas, que hacen collares y pulseras de hippies o ayudan a los niños de la isla en los eventos escolares.<br /><br />Y sí. El agua del mar es transparente y de lejos, se ven diferentes tonos de azul. Imposible ahogarte, imposible no quedarte horas en la playa, donde a nadie le importa si te da por sentirte europea y te asoleas topless o si te metes al mar y te quitas todo lo demás.<br /><br />Estoy de acuerdo con los holboxianos: la isla tiene algo especial. Y no es por el mar, por la tranquilidad en sus calles o por la calidez de su gente. Es por ese hoyo negro que te jala a su centro y crea una realidad paralela en la que los problemas, las dudas existenciales, las prisas y las actualizaciones de twitter no existen.<br /><br />Créanme: si algo tienen que hacer en su pinche vida, es ir a Holbox. (de preferencia, con pareja / amante / nalga / pioresdedo /primo / warever)<br /><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEYu2ydtc_9vPAn4zCyr1u80e2CCR090JLWpxiF6ARapXJA8NGjb5x1PrPaJFmyl2NPMXFVMDOdhT8EmqH2xDRbvnZ7lbBF0Cut22ouZuFcEIy42n660Yz2jrn4KRg9ejD987xTPwnr6M/s1600/DSCN4468.JPG"><img style="margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEYu2ydtc_9vPAn4zCyr1u80e2CCR090JLWpxiF6ARapXJA8NGjb5x1PrPaJFmyl2NPMXFVMDOdhT8EmqH2xDRbvnZ7lbBF0Cut22ouZuFcEIy42n660Yz2jrn4KRg9ejD987xTPwnr6M/s200/DSCN4468.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486740000485465586" /></a></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">El amore prehistórico presente en Holbox</span></i></div><br /></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-75105548513868049542010-06-22T22:01:00.008-05:002010-06-22T23:29:22.947-05:00Fin del viaje: curándome las penas con gorditas de chicharrón<div style="text-align: justify;">El primer día que uno pasa en casa después de regresar de un viaje es equivalente a una cruda mezcalera de una muy ansiada fiesta. Ya no hay planes, ya no hay nervios y ¡oh tragedia! tampoco hay alcohol. Sólo queda la realidad de frente en forma de vómito en el escusado, pelos enmarañados, manchas sospechosas en el piso y olor a vino barato con sabritones. Y ni qué decir de la diarrea de borracho, la intolerancia al sol y el dolor que comienza en el cuero cabelludo y termina en un inexplicable moretón en la cadera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así estoy yo, intentando utilizar este post como una michelada salvadora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para aquellos desocupados lectores que no se han dado por enterados, durante las tres últimas entradas estuve viajando por el sur / sureste de nuestro país, sin una ruta clara y con el estómago dispuesto. Y, para aquellos recientes leedores que desconocen mi pasado <i>viajeril</i>, sépanse que incluye a pueblitos como la Peña de Bernal, Ixtapan de la Sal, Lisboa, Madrid, <i>Niuyor</i>, Buenos Aires y Chimulco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, este viaje tuvo algunas novedades con respecto a los anteriores. Es la primera vez que hago un mochilazo dentro de mi país. Me bastaron 3 horas con Google Maps y Ticketbus para hacer un presupuesto, solicitar niñera y revisar mis ahorros para decidirme. No tenía que preocuparme por tipos de cambio, cargas al celular, acceso al dinero, idiomas diferentes o medios de transporte. Conozco a mi gente y como viajera experimentada, podía anticipar lo que me esperaba. Con seguridad, la calle principal se llama Hidalgo o Independencia y si tenía un ataque de hambre compraba cualquier cosa en la calle y cerveza en los oxxos, ¿cierto? Ya les contaré.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La segunda novedad -y sin duda, la más notable- es que no hice el viaje sola. Cuando le informé mis planes al <a href="http://ricardodelbillar.blogspot.com/">Señor del Billar</a>, el probable costo y la duración en la primera persona del singular, él me contesto: Yo también voy. Continué hablando en yo sobre las razones por las que YO viajo sola, <i>yadayada </i>lo que YO aprendo con mis viajes, <i>yadayada </i>MIS manías al viajar, <i>yadayada </i>de MI ausencia de miedo y alto sentido de la aventura, de MI idolatración por la primera persona <i>yadayada</i>… Como el señor del Billar no es influenciable por la retórica del pastiche feminista, me contestó: Yo también voy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La verdad es que si he viajado acompañada únicamente de mi mochila es porque nadie había tenido la templanza (¿o valentía?) y la plata para acompañarme. Además, aceptó cargar mi mochila. A su vez, yo prometí respetar los partidos de la selección nacional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al buscar “Mérida” en Google, mis sospechas de que en aquel lugar de México el infierno hace esquina, decidí confeccionar algunos vestidos adecuados para esa temperatura: unos cachos de tela que me envuelven el pecho y dejan mis piernas libres y airadas. Huaraches, peinado de multi-colitas y sombrero de paja completaron este look que grita: “soy turista y no me da vergüenza admitirlo”. De este manera, el espacio destinado para pantalones de mezclilla y tenis los destiné a bloqueadores, accesorios de limpieza de pies y cremas antimosquitos. Mis padres terminaron de rellenar mi liviana mochila con algunas medicinas que incluían un antídoto para picadura de alacranes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ruta comenzó en Guadalajara el 29 de mayo y más que recorrer la ciudad, nos dedicamos a convivir con mi familia y a descansar por anticipado. Además, mis adorados hijos se quedarían a su cuidado. El 31 muy temprano, viajamos en avión hacia Cancún, haciendo escala en el DF. A pesar de haber planeado otra cosa, recomendaciones, trayectos y enamoramientos nos hicieron modificar la ruta así:</div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6LPfDZPQYuQs6hg5s1QTRYNyxHAD-ldOTqdpLwQuu-jFCO2Ikvvz6YwIblfM-Emee-40xtG4kQLUstZPl18pMuMTqA3sj33ZGK8vKam750nY16C6S1GfdJjSC12MnTF8azyFFoo8kFEU/s1600/Ruta+Mexico.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 204px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6LPfDZPQYuQs6hg5s1QTRYNyxHAD-ldOTqdpLwQuu-jFCO2Ikvvz6YwIblfM-Emee-40xtG4kQLUstZPl18pMuMTqA3sj33ZGK8vKam750nY16C6S1GfdJjSC12MnTF8azyFFoo8kFEU/s400/Ruta+Mexico.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485799956389909698" /></a><br />Guadalajara / Cancún / Holbox / Mérida (Cuzamá y Chichen Itzá) / Palenque / San Cristóbal de las Casas (cañón del sumidero y Chiapa de Corzo) / Puerto Escondido / Zipolite (Pochutla) / Oaxaca / Distrito Federal / Guadalajara / FIN (Querétaro)<br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El presupuesto no alcanzó para Puebla y Veracruz; además me hubiera gustado tener más energía para Chilangolandia, pero ya era tiempo de <i>volver volver</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando se comienza con la planeación y respectiva presunción de un viaje, no faltan las voces envidiosas que te ofrecen recomendaciones además de buenos -e hipócritas- deseos. Así que, cuando uno anuncia que va a recorrer Francia en bicicleta, no falta algún turista que ha visitado París durante tres días pero conoce la romántica y europea capital como el barrio de su infancia y que te recomienda la ubicación exacta de panaderías y vulcanizadoras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Extrañamente, ahora eso no pasó. Ningún tuitero o bloggero me hizo aunque fuera una pequeñita recomendación. Qué gachos, hasta parecen feisbuqueros, vergüenza debería darles. Sin embargo, no quiero terminar este post introductorio para agradecer a @<a href="http://twitter.com/valsolar">valsolar</a>, <a href="http://twitter.com/angelbc">@angelbc,</a> @<a href="http://twitter.com/julcrecia">julcrecia</a>, @<a href="http://twitter.com/Asgard_">Asgard_</a> que en persona y con bebida en mano me hicieron recomendaciones psicológicas hacia mi persona.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-40166053301059458102010-06-21T23:27:00.004-05:002010-06-21T23:56:35.384-05:00Ahora lleno la copa B y otras cosas sin importanciaHe vuelto.<div><br /></div><div>Cansada y feliz. Estrenando lonjas y bronceado.</div><div><br /></div><div>Y es que por la inmensa cantidad de comida consumida en mercados, calles, restaurantes y playas, creo que los kilos extra me salieron baratos. Razones económicas recortaron el <i>tur</i> teniendo que dejar para otra ocasión Veracruz y Puebla... y muchos, demasiados lugares de los que me enteré y nada más :(. 15 días para cada estado serían pocos, créanlo.</div><div><br /></div><div>Procuraré hacer un post diario del viaje, antes de que vuelva a mi color original y que la realidad me pegue un madrazo.</div><div><br /></div><div>Ahora, un resumen rápido que hice en <a href="http://twitter.com/jeri4queen">twitter </a>hace algunos días:</div><br /><div style="text-align: center;">La puritita verdá que estos días estuve en rehabilitación en el Otzil Luum Kabij (Pobre Hombre en maya)</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKK_vN82Yd7kT6Dp3s9XAc-Q2tV5gjAtZNvOF1Y0a7ss-hrampVzH03Gu-DNB9VdBdrp7MwV-IjncLSRT2y_f5CcqhzclgeQ_gLtATbJd4puA99JqxVASP9rBklE5mWxqBrjKc4dfUHHk/s1600/DSCN4293.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKK_vN82Yd7kT6Dp3s9XAc-Q2tV5gjAtZNvOF1Y0a7ss-hrampVzH03Gu-DNB9VdBdrp7MwV-IjncLSRT2y_f5CcqhzclgeQ_gLtATbJd4puA99JqxVASP9rBklE5mWxqBrjKc4dfUHHk/s200/DSCN4293.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485455771138749394" /></a><div style="text-align: center;">Me vovlí devota de San Hulk SMASH!! ARGGGRG</div><div><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjctH80OG9CLsvg4vnJScvpZDyMO2cgvK5Kz7RYDP-XrGawzZqfVXy-IBHSKL_N8H1CySKZLBPRIJzlJ_mgYOlKbY37rm9UxzmTU-7LFeDs1oKSkVPcE-rTXbGpGNALnIjn0aWf8OPaPSk/s1600/DSCN5542.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 150px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjctH80OG9CLsvg4vnJScvpZDyMO2cgvK5Kz7RYDP-XrGawzZqfVXy-IBHSKL_N8H1CySKZLBPRIJzlJ_mgYOlKbY37rm9UxzmTU-7LFeDs1oKSkVPcE-rTXbGpGNALnIjn0aWf8OPaPSk/s200/DSCN5542.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485455779215381970" /></a></div><div><div style="text-align: center;">Y me hacían bañarme diario</div><div style="text-align: center;"><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxolUjhyUGcmjhXdRkFdOex8mcp7IBQbirInu3BNs1DoEWLhjZgUOTn7MJxQSJHdFOA4iys6AtBYox6b5OWKtCG38S9HGKs9_HGvsKcY7_4pv9O721aFH1uOt5H4_5T0tNS86Ng-difxQ/s1600/DSCN4638.JPG"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxolUjhyUGcmjhXdRkFdOex8mcp7IBQbirInu3BNs1DoEWLhjZgUOTn7MJxQSJHdFOA4iys6AtBYox6b5OWKtCG38S9HGKs9_HGvsKcY7_4pv9O721aFH1uOt5H4_5T0tNS86Ng-difxQ/s200/DSCN4638.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485455784214621778" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px; " /></a><br /></div><div><div style="text-align: center;">Pero los domingos me dejaban salir a pasear en mi humilde coche naranja y mi vestido que le hace juego</div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUw4hax8h-V1CUID6ukKOJOodU9rMi6c_MnXml_b_rZrh9l094YDtnucE6nAjz4JOPwAF0k6EvNQbXP-KZCGNOwK9a34pb20lV576DliqOs7nOi20VAKRUyDsRbIAClxMX1clc-htFWVc/s1600/DSCN4775.JPG"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUw4hax8h-V1CUID6ukKOJOodU9rMi6c_MnXml_b_rZrh9l094YDtnucE6nAjz4JOPwAF0k6EvNQbXP-KZCGNOwK9a34pb20lV576DliqOs7nOi20VAKRUyDsRbIAClxMX1clc-htFWVc/s200/DSCN4775.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485455787030379442" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px; " /></a></div></div><div><br /></div><div><br /></div><div>PD. Doy gracias a SanSlim por no cortarme el sagrado internet, amén </div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-76914830764527551172010-05-28T12:15:00.001-05:002010-05-28T12:39:24.172-05:00Ahí les encargo mis blós. bua.<div>Pues bueno, sólo me falta hacer la maleta y como tengo que escribir algo harto importante, hay posts que se quedarán pendientes y los anoto pa' no olvidar</div><div><ul><li>El shock psicoprofiláctico en el que entré al ver calzones con pompas incluidas... de hombres</li><li>Del porqué acosaré a J.Villoro</li><li>Escritoras mexicanas</li><li>Scampi y su manía enfermiza de lamer las orejas de Gazpacho</li><li>Nada es para tanto con De la Borbolla</li><li>¿Que te tanto importa lo que te digo?</li></ul></div><div>*-*-*-*-*-*-*-*-*-*</div><div><br /></div><div>Y bueno, la ruta no-definitiva para el mochilazo al sur de México, partiendo el lunes 31 de mayo es:</div><div><br /><div>Guadalajara / Cancun / Mérida /Villahermosa / Palenque / San Cristobal / Tuxtla / Tapachula / Guatemala / Tapachula / Juchitan / Puerto escondido / Oaxaca / Veracruz / Puebla / DF / Guadalajara </div><div><br /></div><div>Mas o menos así y lo que se atraviese. Me pregunto si es muy malo no ir a Tikal y definitivamente sacrificaría algunas ciudades y dinero por ir a la comunidad lacandona que recibe visitas. ¿Alguien sabe de eso?</div><div><br /></div><div>Estoy muy emocionada y ya me quiero largar. =)</div><div><br /></div><div>Quien quiera invitarme una cheve y viva en esas ciudades, mándeme un mail a <span class="Apple-style-span" style="color:#990000;">rossymr@gmail.com. </span>Ya tengo anotados a Julia y a Asgrad.</div><div><br /></div><div>*-*-*-*-*-*-*-*-*-*</div><div><br /></div><div>Esta mujer rulea. No visitarla es un fail. <a href="http://teresa-mtz.blogspot.com/">Blog de Tereza Mtz</a> y sus <a href="http://www.teresa-mtz.com/">Ilustraciones</a> </div></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-45874114413107610572010-05-27T00:22:00.002-05:002010-05-27T00:48:33.377-05:00Sureste de México - 1984<div style="text-align: justify;">Sé que era 1984 porque vi la inauguración de los juegos olímpicos desde la casa de un tío abuelo en Veracruz. A mis inocentes nueve años estaba muy impresionada por el tipo que bajó del cielo con una mochila-helicóptero y por la manera en que los aros se encendieron mandando el fuego hasta el pebetero del estadio de LA.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No era la primera vez que mis papás nos llevaban a mi hermana y a mí de viaje. Antes de eso, recuerdo a Acapulco, Cuernavaca, Monterrey, Guanajuato, Manzanillo, Ixtapan de la Sal, Guadalajara… pero nunca antes habíamos recorrido tantas ciudades en el bocho familiar. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi papá creció siendo un pata de perro: vivió en muchos estados de la república y mi abuelo lo puso a manejar en carreteras desde joven. En cambio, mi mamá siempre quiso viajar y mientras fue soltera, sólo tuvo oportunidad de ir a Mérida y a Cancún al cuando se graduó de la nacional de maestros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En ese entonces teníamos un bocho. No era muy nuevo, pero si acostaban el asiento de atrás, mi hermana y yo podíamos viajar dormidas sobre unos cuadros de hule espuma que llamábamos “los patitos” (tenían caricaturas del Pato Donald, por eso). Ninguna de las dos estábamos en la edad de dormir durante todo el trayecto, pero no recuerdo que llorara o me aburriera. Nos entreteníamos jugando, cantando o contando vacas, chivos o pájaros que veíamos en el campo. A veces y mientras manejaba, mi papá nos contaba cuentos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como ya dije, ese viaje por carretera de 1984 comenzó en Veracruz. Recuerdo que la arena de la playa era dura y obscura y que había una niña llena de mocos. En Villahermosa nos quedamos con un amigo de la adolescencia de mi papá; todas las mañanas íbamos a unos esquimos (como licuados) deliciosos. Recuerdo el parque de La Venta, con sus enormes cabezas olmecas; Chichen-Itzá con las pirámides y el jaguar de ojos verdes en Palenque. Como mi mamá sabe y le gusta la historia, nos contaba sobre esas culturas mesoamericanas. Ya en la escuela y cuando se trataba el tema, yo salía con mi presunción de “yo conozco ahí” “es muy bonito por esto”, etcétera. (Quien me conoce en persona, sabrá que lo mismo sigo diciendo a la mínima provocación, ja). El viaje terminó en Mérida donde hacía un calor endemoniado y prefería quedarme en la alberca del hotel y por supuesto Cancún, donde los moscos nos pusieron una picotiza en la casa de campaña del <i>trailer park</i> junto al mar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A 26 años de distancia, los recuerdos son un poco vagos. Tal vez y muchos están en mi mente por las fotos deslavadas que están en los álbumes. Pero lo que recuerdo o mejor dicho, lo que siento como si tuviera 9 años, es la emoción por conocer nuevos lugares y el cariño de mis papás durante todo el trayecto: apachurrados en la tienda de campaña, riendo, revolcándonos en el mar o escuchando historias de lugares impresionantes. Nunca eché de menos comodidades o lujos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora, mi experiencia como pata de perro le da tres vueltas a las de mis padres juntos. Me imagino que en ese 1984 ninguno de los dos llegaron a pensar que estaban gestando un monstruo errante en potencia. Una viajera que no se detiene por miedos o falta de lujos y seguridad. Que sueña con lugares tan diferentes como Tokio, Marruecos, Brazil, Estambul o México. Y que se larga acompañada únicamente de su mochila.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero ahora es diferente. Y no porque la ruta esté aumentada y llegue a lugares con los que tengo serias obsesiones como Chiapas o Oaxaca. Es diferente porque voy acompañada de alguien que está dispuesto a escuchar todas mis peroratas de historia y que me hace reír. Es diferente porque voy en familia otra vez.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-88301419688243385652010-05-25T22:31:00.002-05:002010-05-25T22:39:38.307-05:00Negra de Piedra<div style="text-align: justify;">Aun era temprano para la cita con esa morra, Yvon. Estaba decidido: si esta noche no me las daba, no tendría otra oportunidad. Y es que dos cines y tres comidas eran mi cuota máxima. Pinches regias, se hacen mucho del rogar… aunque las nalgas de ésta valían el aplastarme dos horas en una butaca viendo una película romántica, de las que sólo les gustan a las viejas. Sólo dos horas más.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El sol de mayo pegaba con madre y tenía la sed aperrada en mi garganta. Por eso, mientras manejaba por Garza Sada, no lo pensé dos veces; entré al Chilis para perder el tiempo chingándome una cerveza y viendo repeticiones de partidos de futbol. El primer trago me regresó a la vida; servida directamente del grifo, la cerveza estaba bien muerta y su sabor amargo se quedó en mi lengua. Sentí al eructo salir desde mi garganta y abrí mi boca para dejarlo salir como uno de esos pedos que te revientan el culo. Siempre lo hago así, a pesar de las miradas castigadoras de las doñitas come-brownies. Me empiné lo demás en unos cuantos tragos, lo que aumentó mis deseos de mandar a la chingada a Yvoncita y quedarme con esta Rubia Superior. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero a veces manda más la verga que la garganta, por lo que pagué y salí del lugar. En el estacionamiento, el sol de las 5 de la tarde chingaba reflejándose en los vidrios de una camioneta. El sol no me molesta tanto como la cantidad de mamones que hay en esta ciudad. Mientras esperaba que el ballet trajera mi coche, escuché un estruendo que me hizo voltear a mi derecha; <i>¡trae un arma!</i> gritó una vieja y se tiró al piso, aventando a un lado su bastón. <i>Ya valió madres,</i> pensé mientras me aventaba pecho tierra y me cubría la maceta con mis manos; como si mis pinches deditos fueran una gran protección contra los balazos. Mi corazón estaba acelerado y sentí un ardor en la parte baja del cuerpo. Del panzazo hasta la respiración se me fue. No sé cuánto tiempo duró la balacera, pero a mí me parecieron horas. Respiraba como perro correteado cuando los balazos terminaron. <i>Muévete cabrón, capaz de que regresan</i> me ordené pero mi pierna izquierda no respondió. Volteé a ver qué pasaba y una mancha de sangre salía del muslo y manchaba mis levis. <i>De menos no me dio en los huevos</i>, dije antes de desmayarme. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Aguante, va a estar bien </i>repetía a gritos alguien que me jalaba hacia una camilla. <i>Cuidado con mi pierna</i>, susurré o pensé, ya ni sé, porque del dolor me volví a desmayar. De pronto, mi nariz recibió una fuerte dosis de olor a medicina y alcohol. Abrí los ojos y vi como ventanas, puertas, enfermeras, paredes verdes y accesorios de hospital pasaban rápidamente a mi lado. Comprendí que iba acostado en una camilla, que me habían dado un balazo y que no estaba soñando. El dolor en el muslo izquierdo era demasiado real. Las llantas de la camilla se detuvieron y pude ver las vendas que contenían la sangre de mi muslo. Además llevaba una bata maricona con las nalgas de fuera que estaba empapada de sudor. <i>¡Agua, agua!</i> comencé a rogar. Mi voz apenas y salía; sentía mis sesos apachurrarse contra los ojos, como queriendo desorbitarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Tiene calentura,</i> me dijo alguien y puso algo en mi suero que me hizo volver a dormir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El sol calienta mi espalda pero no siento ninguna incomodidad . Estoy tirada, sí, tirada de panza sobre la arena sintiendo como cada grano se clava en mi piel. Miro mis manos: negras, negrísimas y pequeñas. No necesité voltear a mi entrepierna para comprobarlo; soy una mujer, soy niña, soy una negra. Lo que no sé es que vivo con hambre y sed, entre la suciedad y la podredumbre. Eso me di cuenta como espectador, que entre alucine y alucine alcanzaba a oler la comida podrida, la caca almacenada, el agua encharcada. Sin preocuparme por las infecciones, me revuelco en el agua verdosa para refrescarme; me tiro de panza a la arena gruesa y ruedo hasta lograr que las diminutas piedras se peguen a todo mi cuerpo hasta parecer un monstruo de piedra. Una figura de la que sobresalen sólo los grandes ojos negros y el pelo sucio y enmarañado. Escucho a mi voz infantil decir palabras inentendibles y sonidos guturales que imitan a un tigre o quizá a un león. Un hombre blanco con el rostro cubierto de pelos ríe agarrándose del estómago cada vez que paso corriendo junto a él. Llama mi atención llamándome Negra de Piedra mientras me muestra un gran vaso de agua limpia. Froto mis palmas una contra la otra para quitarme la arena de las manos y con timidez tomo el vaso de agua. Limpio mis labios con mi mano y comienzo a beber; mi estómago se infla apenas trago. Eructo, devuelvo el vaso y corro gruñendo en sentido contrario, escuchando cada vez más lejos las carcajadas del viejo barbón.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Casi no la cuentas güey</i>, reía Mauricio sentado junto a la cama. Tenía que ser Mauricio, el más estúpido de mis amigos, el que cuidara mi convalecencia. Podía soportarlo borracho, pero un balazo en mi muslo me había hecho perder el sentido del humor. <i>Vete a la verga cabrón</i>, le respondí enojado y queriendo soltarle un putazo. Con esto, sólo logré zafar la aguja que tenía clavada en la muñeca y que el suero, las sales o la chingadera que me estaban metiendo por las venas me quemara la piel. Mauricio accionó una alarma y una enfermera vino a reacomodarla, amarrando mi muñeca con una pulsera de plástico apretada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sí. Los grilletes están apretados. Unidos por una cadena, tengo un par en las manos y otro en las piernas. Estoy de pie en una fila de negras mucho más grandes que yo mientras el barbudo que me da agua habla al frente con otros hombres blancos. El viento es fuerte y las nubes grises casi negras están a punto de llover. El olor a sal y a pescado podrido entra por mi nariz. Unos hombres semidesnudos salen de las casas de madera cargando costales sobre sus hombros; también van en fila y también están encadenados. Me paro de puntitas y trato de ver hacia donde van, tal vez y hacia allá voy yo. El mar comienza a azotarse contra la arena con más frecuencia y fuerza, por lo que los blancos se acercan con prisa, dan una rápida revisión a los dientes. A los elegidos les colocan un grillete en el cuello. A mí me parece que lo del cuello es muy elegante y sonrío para que me elijan. Pero no, el blanco elige a la mujer de a un lado y ni siquiera me mira; entonces el barbón le dice algo y aquel levanta las manos, lo que hace que me gane mi ansiado collar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desperté tosiendo, aún sentía los grilletes en mi cuello.<i> Ya estoy hasta la madre de dormir enfermera; tengo un chingo de alucinaciones culeras,</i> le dije a la chica que llegó a auxiliarme con la tos mientras me llevaba las manos al cuello. El sudor y el ardor en la muñeca continuaban; del balazo ni me acordaba. Ella dijo algo de una infección, de sacar el bicho por el sudor, de mi muslo en recuperación y del hambre que me tengo que aguantar porque hasta que suena una campanada puedo levantarme de esta enorme caja de madera en la que estamos todas acostadas hombro con hombro, con las manos extendidas sobre la cabeza y los grilletes de todas encadenados entre sí. Siento al mar moverse en la madera de mi espalda y hay otra tabla arriba, a escasos cuerpos de distancia sobre nosotras. Puedo escucharlos. Escucho sus quejidos y huelo su sudor almizclado. Estamos como zanahorias en caja. Es momento de la limpieza: cierro los ojos y contengo la respiración. El agua que nos lanzan podría ser refrescante si no fuera porque a nuestro lado pasa la mierda que cagan nuestros cuerpos mal alimentados. Lo bueno es que del baño sigue la comida, esa papilla llena de grumos de harina me sabe deliciosa; <i>es caldito de pollo mijito</i>, me dice mi madre. Lloro al ver sus ojos preocupados; vino desde Guadalajara la pobre mujer. El calor de la sopa me reconforta, así como los trapos húmedos que me pone sobre la frente para contener la calentura que provoca la pinche infección. Uso las fuerzas que me quedan para levantar mis párpados, mi madre se da cuenta y me dice que descanse, que vuelva a dormir. Me toca los ojos con sus manos y me besa en la frente. Yo no quiero volver a esa caja hedionda que se mueve sobre el mar. Pero me seducen sus caricias y siento sobre mí todo el peso del cuerpo frío de la negra que antes estaba a mi lado. Su peso me asfixia y me cuesta mucho trabajo respirar. <i>No puedo respirar mamá.</i> Intento moverme, pero los grilletes hacen su trabajo y me mantienen en el mismo lugar. Grito pero nadie escucha. Grito y grita mi madre, <i>¡llamen al doctor!</i> Estoy desesperada y siento el miedo en la panza, como aquella vez que perdí a mi madre en el súper. De pronto mi cuerpo se relaja; estoy tranquilo, estoy en paz, escucho el sonido constante en el monitor y siento mi cuerpo flácido sobre la madera.</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-31442917638232103362010-05-24T10:44:00.004-05:002010-05-24T10:53:04.558-05:00El no-disfraz de Bukowsky<h3>1. Bukowsky</h3><div>Dicen que la gente no lee. Dicen que los jóvenes son apáticos. Dicen.<br /><br /></div><div>El jueves pasado a las 8pm y con mi primera chelada Victoria de la noche, comenzó la proyección de Barfly en el bar Donkey & Beer de esta ciudad. El pretexto: el segundo homenaje a Bukowsky en Querétaro.<br /><br /></div><div><blockquote><i>Cualquiera puede ser un no borracho. Se requiere de un talento especial para ser un borracho. Se necesita resistencia. La resistencia es más importante que la verdad.</i><br /></blockquote></div><div>Rio Ayutla es un colectivo formado por desconocidos de las letras queretanas que gustan de organizar eventos a borrachos que gustan de la poesía y la literatura en general. El evento al que asistí fue el segundo pero tenía excelentes referencias del primero: lleno total, poemas, alcohol, putas y todo lo que se requiere para que un homenaje haría sentir a Bukowsky orgulloso.<br /></div><div><br /></div><div>Cuando se terminó la película, el lugar estaba a reventar. Cerca de 120 borrachos e impertinentes se encontraban listos para la puesta en escena “¿Le pasó esto alguna vez a Cervantes?”. Un monólogo inspirado en relatos y poemas de Charles Bukowski que narra las peripecias de un escritor en el DF y su vuelta a Querétaro. Amor, desamor y ebriedad. El monólogo era interrumpido por un ebrio que creyéndose muy machito, comenzó a interrumpir al actor. Yo estaba emputada y le hice una seña obscena. Al final nos chingamos todos porque no se calló, supongo que eso resulta muy bukowskiano.</div><div><br /></div><div><div></div><blockquote><div><i>Me interesan más los pervertidos que los santos. Me encuentro bien entre los marginados porque soy un marginado.</i></div><div></div></blockquote><div><br /></div>Terminado el acto, nuestro anfitrión tomó el micrófono agradeciendo nuestra asistencia. Entonces premió a los ganadores del concurso “Vine al Bajío y sólo me gané un pinche herpes”. Casi todos poemas, no fueron muy de mi agrado, pero admiro el esfuerzo.</div><div><br />Ya avanzada la noche tuve oportunidad de platicar con él. He estado en conciertos en bares queretanos parecidos al Donkey & Beer y si llegaban a 50 personas era un gran logro. Convocar a más de 100 por la pasión a las letras me dio esperanzas. Felicité a Benjamín y lo incité a hacer de más autores. Sí, hubo alcohol, hubo canta autores de camión, hubo sexo. Pero sobre todo, hubo literatura.</div><div><br /><blockquote><i>Alguna gente no enloquece nunca. Qué vida verdaderamente horrible deben tener.</i></blockquote><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px; font-weight: bold; ">2. Disfraces</span><br />El pretexto del disfraz no era más que el intentar ser otro. Ese otro del que puedes escribir, ese otro que esperas ser (o no ser). Ese otro que no deja de tener algo de ti, porque tú lo inventaste. Sin embargo, ese otro no eres tú. </div><div><br />Todos usamos disfraces a diario. La camisa a cuadros de hombre de familia, el traje de profesionista, el maquillaje para ocultar las ojeras, la tanga para sentirte puta, la playera de malote, la barba de huevón, los besos de fidelidad.</div><div><br />Mi disfraz de Amy Winehouse era con el pretexto de usar ese minivestido que compré con el único y sincero objetivo de provocar. Provocar quitarlo. Usarlo en público jamás. Pero era una fiesta de disfraces, no importa que mis nalgas pesen lo mismo que la raquítica cocainómana esa.</div><div><br />Comprometida con el papel, toda la tarde me dediqué a tomar. Muchas cervezas, un delicioso mezcal, pichones de tequila y el disfraz se comenzó a caer (no en el sentido literal). Entonces quedé yo con una enorme raya delineada en el párpado. También quedaron los demás y las pláticas que se caen de sinceras.</div><div><br />Nunca me he disculpado con el pretexto del alcohol ni lo pienso hacer. El “es que estaba muy borracho, yo no soy así / yo no lo hubiera hecho” es falsísimo. En esos casos, lo mejor que puede pasar es olvidar todo al día siguiente. Y yo casi nunca olvido.<br /></div><div><br /></div><div>3. Asquerosa publicidad</div><div><ul><li><a href="http://www.amipadre.nolecuentes.com/mamacita-%C2%BFa-quioras-sales-al-pan/">¿Mamacita, a que hora sales al pan?</a> porque la cochinada debe continuar.</li><li><a href="http://www.nolecuentes.com/sindrome-jalisquillo/">Síndrome Jalisquillo</a>. El choque de dos culturas.</li><li><a href="http://rox-puroscuentos.blogspot.com/2010/05/lo-que-hace-uno-por-comer.html">Lo que hace uno por comer. </a>Yo vendí a mi hijo por unos tacos de canasta.</li></ul></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-53813998734778213352010-05-20T18:22:00.003-05:002010-05-20T19:01:51.142-05:00La historia no es un arrebato carnalHay un señor llamado Francisco Martín Moreno, que participa en radio haciéndose pasar por historiador, siendo que es novelista.<div> <br />En su último best seller: “Arrebatos Carnales”, hace ficción de las bajas pasiones de algunos de los personajes historicos de México. Creo que es muy bajo agarrarse del morbo que existe en torno al sexo para hablar de Hidalgo, Morelos, Díaz, Villa, etcétera. Aclaro que no he leído su libro ni lo haré. Por eso, este post no es sobre el libro, ni estoy en contra del mismo. Entiendo que es ficción y entiendo el por qué se vende.<br /><br /></div><div>Sin embargo, en este México en donde el respeto se confunde con popularidad, el señor ha estado diciendo sandeces, como por ejemplo, que necesitamos cambiar el Himno Nacional para modernizarlo, y que el retraso en la educación en México es consecuencia de la colonia y específicamente, culpa de la Iglesia.<br /><br /></div><div>Ver la historia con mente, ojos y moral actual es una absoluta estupidez y el señor lo hace repetidamente. <br /><br /></div><div>La época colonial fue resultado directo de una guerra que perdieron las civilizaciones que vivían en el territorio que ahora es México; la mexica fue sólo una de ellas. Como colonizadores, los españoles tenían el visto bueno del Papa y la misión de convertir, no de educar. En un gobierno monárquico y absolutista, el concepto de educar la mente del pueblo no existe. Así era la forma de pensar de entonces. Yo me pregunto: ¿cuántos habitantes del pueblo francés sabían leer y escribir antes de la Revolución Francesa?<br /><br /></div><div>Al instalarse las órdenes religiosas en la Nueva España crearon colegios en los que educaban a criollos y peninsulares. De acuerdo con lo que usted dice, señor Moreno. Sin embargo esa élite fue la que empezó la Revolución de Independencia. Algunos de estos colegios fueron fundados por Jesuitas, una orden religiosa que sostiene que es posible llegar a dios a través de la razón y educaba bajo una filosofía humanista. Colegios de los cuales salieron nombres como Primo de Verdad, Allende, Aldama y Domínguez (Colegio de San Ildefonso) quienes en 1793 convivieron con un tal Antonio de Montenegro, enjuiciado por la Inquisición por el cargo de conspiración contra la corona, por pensar en una América (no México) Independiente. 1793. Diecisiete años antes de que la conspiración queretana fuera descubierta.<br /><br /></div><div>Lo que el señor Moreno se olvidó comentar -tal vez porque no sabe- es que sí existieron escuelas de indios. También se olvidó de una forma de organización política y administrativa que aglutinaba a un alto porcentaje de la población llamada Pueblos de Indios. Había gobernantes indígenas -electos- y de los impuestos cobrados, un porcentaje se dedicaba para las fiestas religiosas; y para el siglo XVIII, incluía a la educación, más allá de sólo castellanizar y evangelizar. También se inculcaba el leer y escribir, pero había un problema: al ser la escuela en castellano, los padres indígenas sentían repugnancia y pérdida de identidad. Además, al alejar a los niños del campo, dejaban de ganar dinero. Dinero que encima, ellos tenían que pagar por la educación.<br /><br /></div><div>No soy católica y creo que actualmente, la instrucción religiosa (cualquiera) cierra, en vez de abrir, la mente. Sin embargo, no puedo negar la importancia de la Iglesia Católica durante esta época de nuestra historia, época que según los spots del gobierno no cuenta, porque tenemos sólo "200 años de ser mexicanos".<br /><br /></div><div>Soy sólo una aficionada a la historia, lo admito. Pero me da mucho coraje que, si bien el mexicano conoce una madrecita de nuestro pasado, venga gente carismática y diga estupideces que además de falsas o incompletas, las juzgue con ojos del siglo XXI y concluya que por eso, estamos jodidos desde siempre.<br /></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-63740819917817354542010-05-09T13:27:00.003-05:002010-05-09T13:49:56.260-05:00Viajera irresponsable solicita hospedaje<i>El viajero no compra paquetes. Arma el suyo en el camino.<br />El viajero sigue recomendaciones de los locales más que de revistas especializadas.<br />El viajero no busca comodidades, no compra miles de chucherías y carga sólo con lo indispensable.<br />El viajero come, toma y sigue costumbres locales. Y gorronea cuando puede.<br />El viajero se queja, pero sigue adelante.<br />El viajero vive, no descansa.</i><div><i><br /></i>Como el siguiente mes estará hasta su madre de futbol, he decidido largarme al sur. El posible itinerario, saliendo de Mexicou City es el siguiente:<div><br /></div><div><b>Ciudad (noches)</b></div><div><div>Puebla<span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span>(2)</div><div>Oaxaca<span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span>(3)</div><div>Puerto Escondido (2)</div><div>Tuxtla Gutierrez (1)</div><div>San Cristobal de las casas (1)</div><div>Guatemala (3)</div><div>Villahermosa (2)</div><div>Cd del Carmen (2)</div><div>Mérida (4)</div><div>Playa del Carmen / Cancun (2)</div><div><br /></div><div>En veremos está bajar más hacia El Salvador u Honduras, o de ladito hacia Belice. Y Cuba se ve realmente cerca... no hay barquitos desde Cancun?</div><div><br /></div><div>Saldría a principios de Junio y dura 22 noches o hasta que se acabe el dinero. Lo que suceda primero. Así que quien tenga ánimos y disposición para <span class="Apple-style-span" style="color:#CC0000;">darme asilo en sus ciudades</span>, se lo agradeceré con desayunos (ustedes ponen los ingredientes). La verdad cocino rebien.</div><div><br /></div><div>Bueno, pues avisen y si tienen recomendaciones también se aceptan.</div><div><br /></div><div>Como sea, en la semana fui a San Juan del Río y mi crónica incluye putas, tesoros, pulque y literatura Ibargüengoitiana. Visita <a href="http://nolecuentes.com">No le cuentes a mi madre!</a></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:'courier new';"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><a href="http://www.nolecuentes.com/san-juan-del-rio/"><blockquote>Nunca he negado mi origen pueblerino; admito que el vivir en Querétaro me brinda una tranquilidad provinciana que llora como emo cuando salgo de mis parquecitos y las multitudes me abruman. Sin embargo hay de pueblos a pueblos y San Juan del Río ese en verdad un pinche rancho. Desde que llegué, tuve la sensación de ser mirada por todos los locales. Era como si yo trajera el pelo verde o copa triple-C de brassiere, cuando mi único pecado fue llevar falda que no llega a mini.<br /><br />Como estoy acostumbrada a ser el centro de atención, ignoré el detalle y comencé a pepenar sabiduría. Y ahí estaba él. En la sección de saldos y junto a otras insignificancias, Cuerpodivino me esperaba. La edición está descontinuada, por lo que mi única esperanza era encontrarlo en librerías de usado, pero no, en San Juan del Río estaba nuevo… y en rebaja. Por supuesto, lo compré. La copia que antes poseía era robada y me sentía sucia.</blockquote><blockquote>Durante la mañana, y después de haber discutido las fáusticas consecuencias que involucra un cadáver exquisito rodeado de melcocha degradadora, sentimos sed. Las damas presentes nos indicaron que a la vuelta se encontraba una pulquería, por lo que a la voz de VAMOS, fuimos.</blockquote></a></span></span><br /></div></div></div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-82403427555034469672010-05-07T12:37:00.002-05:002010-05-07T12:41:51.293-05:00Querida Rox del Futuro:<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'courier new'; ">Nunca, nunca, nunca dejes a un buen amigo por un amor, por más grande que éste sea. No importa lo inmaduros, berrinchudos, alcohólicos o egoístas que te parezca su actitud ante tu nueva relación. Si como exnovios los seguiste incluyendo en tu vida y esto le causa problemas al amorcito en turno, ayúdalo a resolverlo y apachúrrate los ovarios. Pero no te alejes de quien ha sido importante en tu vida y ha contribuido para tu awesomeness.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:'courier new';"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Atentamente: Rox del Pasado</div></span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3o_kBiqkhNWszwK48ISx7Rfr1cTR2rAQ979pO3Im51r5juHfPqrew5XJuAnI3k0Gy1sACjyNvoZDowPS_fRz-uY0gYpGIOEM1p3t4gmt06wZ6v4WT3U4AqUrzJ1iLx57b0sjsnnY7Vrk/s1600/gazpachos.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 316px; height: 313px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3o_kBiqkhNWszwK48ISx7Rfr1cTR2rAQ979pO3Im51r5juHfPqrew5XJuAnI3k0Gy1sACjyNvoZDowPS_fRz-uY0gYpGIOEM1p3t4gmt06wZ6v4WT3U4AqUrzJ1iLx57b0sjsnnY7Vrk/s400/gazpachos.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5468584249017779394" /></a><div>PD. Shame on you Robin Scherbatsky</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2743245606622788687.post-60802403386372534382010-05-06T08:50:00.000-05:002010-05-06T08:50:00.339-05:00Murakami o los días en que quise suicidarme.<div style="text-align: justify;">En septiembre del año pasado leí Tokio Blues y no me gustó. No entendí porque tanta mamada e idolatración por Haruki Murakami (best seller internacional, según Tusquets). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><div style="text-align: justify;">No niego que Tokio Blues tiene una narración impecable. Murakami -o su traductora Lourdes Porta- saben llevar al lector por la narración con imágenes vivas, personalidades definidas y sin rebuscamiento. La novela se lee rápido y sin poner mucho esfuerzo, es posible entender lo que pasa. Aunque la trama no te esté atrapando (porque es nefasta), no cuesta trabajo terminarla. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;">Sé que la literatura no debe leerse con una perspectiva moral, que hay que disfrutar y entender el mundo que el autor nos presenta. Pero con Tokio Blues me fue imposible no brincar ante tanto drama emo adolescente, suicidios por todos lados, escenas de sexo mecánicas y mochas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;">Tokio Blues es la historia de Watanabe, una adolescente <i>emo </i>que tiene pedos porque todo mundo se suicida. Todos los personajes, al menos en dos grados de separación, tienen a un suicida. La vida de Watanabe gira en relación a la muerte y al drama. El protagonista prefiere tener una relación platónica con una suicida cuya hermana se suicidó, que es no sé qué de alguien que daba clases de piano y también se suicidó, que con una chica alegre y un poco más normal pero mentirosa. Al final de la novela, uno se quiere suicidar por no haber invertido el tiempo en acciones más reconfortantes, como coger.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div style="text-align: justify;">Ante esta sinopsis, ¿Por qué leí <i>Al sur de la frontera, al oeste del sol</i>? Por pinche necia y porque la novela llegó a mi librero.</div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela comparte muchas cosas buenas con Tokio Blues, aunque la parte <i>emo </i>está mucho más soportable. Por eso disfruté más las escenas en las que el autor habla de música y de el amors y esas ridiculeces. El protagonista Hajime tiene mucha menos inestabilidad mental que Watanabe, o al menos, tiene esa <i>inestabilidad normal</i> que todos hemos tenido, como mandar a la chingada el trabajo. En el caso de Hajime, quiere mandar a la chingada a su familia (esposa e hijas) cuando se reencuentra al amor de la INFANCIA, por quien nunca sintió calentura pero si una identificación cabrona y sólo porque Shimamoto era hija única (igual que él) y le gustaba Dragon Ball (eso no pues). Mi diagnóstico es que Shimamoto en realidad no existe y él se hizo pendejo mucho tiempo, que era algo así como una amiga / amante imaginaria de adulto.</div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Leí Al sur de la frontera, al oeste del sol en un día y ya estaba pensando que su lectura serviría de menos para hacer un post menos caguengue de Murakami, cuando me topé con esto:</div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#990000;"><blockquote>Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. De que, yéndome a otro lugar y empezando una nueva vida, iba a convertirme en otro hombre. He repetido una vez tras otra la misma operación. Para mí representaba, en un sentido, madurar y, en otro sentido, reinventarme a mi mismo. De algún modo, convirtiéndome en otra persona quería liberarme de algo implícito en el yo que había sido hasta entonces. Lo buscaba de verdad, seriamente, y creía que, si me esforzaba, podría conseguir algún día. Pero, al final, eso no me conducía a ninguna parte. Por más lejos que fuera, seguía siendo yo. Por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. Por más que el decorado cambiase, por más que el eco de la voz de la gente fuese distinto, yo seguía siendo el mismo ser incompleto.<br /></blockquote></span>Entonces me quise suicidar (bueno no). Pero ya me han dicho eso y <i>sicierto</i>, snif. Entonces puedo cambiar toda la historia de Al sur de la frontera, al oeste del sol con mi vida y vender un chingo de libros, yeii!</div>La Rosyhttp://www.blogger.com/profile/05579722462074228033noreply@blogger.com3