¿Me conoces?

La semana pasada elaboré un Quiz feisbuquero para "ver" que tanto me conocen mis amigos.

Lo que más me inquieta de los resultados es que la pregunta en la que nadie falló fue la de los nombres de mis perros. Supongo que hablo de ellos más de lo que debería. Perdónenme por atormentarlos, snif.

Confieso que otras preguntas estaban capciosas, sobre todo en lo referente a la comida y la bebida, ya que mis caderas son la evidencia de que le entro con ganas a la tragadera y los videos en youtube, de mi alcoholismo.

Además que tengo grupitos de amigos -que ya aprendí a no mezclar- con quienes me comporto diferente. Soy yo, pero otra versión de yo. O algo así, otro día escribo de eso.

Obviamente, un porcentaje alto o bajo como resultado del test no dice nada sobre que tanto me conocen. El que alguien se sepa mi blog de pies a cabeza tampoco.

Son contadas las personas que realmente lo hacen. Que le dan valor a mis palabras y acciones. Creo que nuestra manera de ser embona a base de observación y tolerancia. No tiene nada que ver con compatibilidad en afinidades. Al menos, eso me pasó con Lina. Ambas sabíamos darnos nuestro espacio en ese minidepartamento, invitarnos una cerveza cuando se necesitaba, dejarnos chillar o gritarnos.

Tanto pedo pa decir, no se crean todo lo que escribo y menos en recolectivo. Vayan, YA!