Este blog personal estuvo activo de marzo de 2008 a julio de 2010. La continuación está en jeri4queen.blogspot.com

lunes, 27 de octubre de 2008

Dos fiestas de espantos y un susto

Fiesta 1.
- ¿Qué onda con tus amigos gandallas, eh? - Me aventaron como "indirecta" mis compis del trabajo, cuando realmente lo querían decir era: Corre a la chingada a esos malandros

Estábamos en una fiesta de disfraces que yo organicé. Desde cobrar, hasta adornar el lugar y hacer de comer cosas espantosas -pero deliciosas- lo hice yo, con apoyo de dos achichincles. Supongo que esa fue de las últimas veces que anduve de "organizadora" de fiestas, antes de que la gente en general me cayera como hotcakes con mermelada en mañana de cruda.

En la semana, había invitado a la mentada fiesta unos amigos. Ellos no se convencían mucho a ir, ya que mis compañeros de trabajo eran, básicamente, muy ñoños.

Ya con todo preparado, me disfracé de Hada de las Flores, usando mi vestido de quince años con mil metros de crinolina y brillos en el cuerpo. Como pude me subí al coche y antes de ir a la mentada fiesta, pasé a dejarles a mis amigos -desde ahora, los malandros- un mameluco, para que uno de ellos se disfrazara de Horny Baby. Aún no se habían decidido en ir-y no estaban lo suficientemente borrachos- por lo que me subí a mi coche (esta vez me empujaron para entrar) y me dirigí a la fiestecita.

Todo iba bien, cuando me habla al celular mi amigo, al que llamaré Huevo Luis Malandro1 Jason.

Jason: Oye, si voy, pero vamos algunos más.
Hadita: Bueno, tu caile, nomas no coman.
Jason: Si, no hay pedo.
Hadita: Ora, chinga tu madre.
Jason: La tuya pinche vieja.

(clic)

No tardaron en llegar el Malandro1 disfrazado de Jason y Malandro2 disfrazado de Horny Baby, seguidos de algo así como 10 individuos disfrazados de Malandro 3 al 12. Considero apropiado comentar que estos individuos son la seriedad personificada, de traje y correctitud a full. Pero ya que iban disfrazados de malandrines, entraron en papel y se pasaron a la casa sin siquiera preguntar por mi y se aplastaron en la sala después de saludarme.

Los ñoños corrieron a la cochera espantadísimos.

Intentando minimizar el detalle, estuve un rato platicando con los malandros esperando a que llegaran mas ñoños y no hubiera más que integrarse y juntos bajo el influjo mágico de los litros de alcohol.

Fue entonces cuando la dueña de la casa, disfrazada de Hada Azul, me dijo:
Hada Azul: ¿Qué onda con tus amigos de gandallas, eh?
Hada Dorada: Ah no te apures, no van a comer.

Efectivamente, ESA era su preocupación. El ambiente se puso extremadamente tenso, porque cada vez que pasaba un ñoño, los miraba con ojos de "muere Bill Gates, ¡viva el software libre!".

Mis compañeros me estuvieron jodiendo más y los malandros se dieron cuenta. Entonces comencé a decirles:

-Oigan que pena, no creí que se fueran a poner así...

Lo que ellos interpretaron

-Vayanse a la chingada pinches nacos malandrines

Y se fueron, sin dejarme siquiera terminar de hablar. Al día siguiente, Jason me dijo que se querían regresar a madriarnos, y junto con el Horny Baby tuvo que contenerlos, uy.

Hace poco la dueña de la casa me confesó que todos se estaban cagando del susto, uy.


Fiesta 2.
-¿Tu y cuantos mas?...Putito
Y que se arman los madrazos ante la gritería de todas las presentes.

Esta segunda fiesta no la organicé yo, ni los malandros que se colaron eran mis amigos. En esa ocasión me disfracé de Gloria Trevi e iba con mis amigos Avril Lavigne y Sergio Andrade (no se disfrazó... así es de rellenito, mujeriego y regio).

Todo iba bien, aunque los adornos y comida no eran ni la mitad de divertidos que la Fiesta 1. Los malandritos de rancho no habían hecho drama y mis amiguis y yo estábamos hablando del porque una integración de componentes horizontal es mas efectiva que la vertical, pero menos testeable.

De pronto, un malandrito de rancho hizo un comentario sobre una compañerita, que su novio consideró altamente ofensivo y se lanzó a madrazos. Y fue cuando lanzó esa gran frase que abrió este relato. Apenas y se pegaron, a decir verdad. Los separaron y los malandrines rancheros se quedaron afuera de la casa.

La anfitriona-loca se puso histérica -los malandros eran amigos de su hermano- y empezó a sacar a los rancheros que aún quedaban en casa. Afuera, los malandros querían entrar y la otra les gritoneaba.

-Jorge- bueno, su hermano- vete a la chingada de aquí con tus amigotes!!
-¡Cálmate pendeja! déjanos sacar nuestras cosas
-¡Les dejo sacar una mierda!!

Y así varios comentarios con ese nivel de fineza.

Como no se iban, le habló a la policía. Entre tanto desmadre, no se había dado cuenta que aun había 2 rancheritos en la casa, más específicamente en el baño, cogiendo.

Cuando nuestra anfitriona se dio cuenta, se volvió loca tocándoles la puerta. Como la casa es de dos pisos, mis amiguis ñoños y yo estábamos acurrucados en un rincón de la planta baja, escuchando el diálogo, que afortunadamente era a gritos y se desenvolvió mas o menos así:

Compañera Loca: Salgan del baño cabrones!!
Vieja ponedora: No salimos! VETE
Compañera Loca: Salgan les digo! **comenzando a pegar la puerta como puerco encajado**

**Salen los cogelones del baño y baja el wey abrochandose el pantalón. Sale de la casa sonriendo**

Compañera Loca: ¿Por qué estabas cogiendo en mi baño pinche puta?
Vieja ponedora: ¡Puta tu madre!
Compañera Loca: Te voy a partir tu madre! ya verás!

**Gritos, mas amenazas, golpes contra la pared, patadas, jaloneos y todas esas finezas que distinguen a un buen catfait.**

Por fin bajó la vieja ponedora, mientras la dueña de la casa les seguía gritando de cosas. Cuando se fueron los malandrines rancheros, el drama continuó, gracias nuestra amable anfitriona que se puso a llorar con berridos, pidiéndonos perdón de episodio antes transcurrido. Lo que más me daba risa, es que la vieja nos narraba una y otra vez como se habían peleado en la planta alta.

-¡Y rasguñe a la puta! - gritaba haciendo la mímica correspondiente con las manos.

Nos curamos el espanto con borrachitos de puebla y nos fuimos de idem a un antro en con la esperanza que mi amor imaginario se prendiera de mis medias rotas y greña alborotada.


El susto de la mañana siguiente

CUIDADO, NO APTO PARA CARDIACOS. Os lo advertí.

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