Este blog personal estuvo activo de marzo de 2008 a julio de 2010. La continuación está en jeri4queen.blogspot.com

jueves, 31 de diciembre de 2009

Métanse por sus doce uvas...

Toda mi vida he sido Grinch de año nuevo. El trauma inició a una edad muy temprana, cuando me obligaban a permanecer despierta hasta media noche, únicamente para la ridiculez de abrazarnos, comer 12 uvas y expresar los buenos deseos de siempre (salud / dinero /amor). ¿Qué no se puede hacer eso a una hora decente, como a las 7 pm? Y es que para mí las horas de sueño son sagradas.

En la adolescencia -cuando era más mamona que ahora- a mis padres les dio por salir a restaurantes a cenar. Había que llegar como a las 9 pm y esperar 3 horas para el penoso ritual. Tengo muy presente una ocasión que me obligaron a ir y yo quería quedarme cuidando a un perrito recién nacido. Entonces, metí al chucho a mi bolsa y por ahí de las 10 me descubrieron. Aún así, nos quedamos en el lugar.

Ya adulta, seguía con mi necedad de no festejar y seguí mucho tiempo enfrascada en mi berrinche. Mi alegato siempre fue que era un día como cualquier otro, consecuencia del calendario y el paso del tiempo. -Pinches ganas de marcar hitos- decía. En realidad, nada me costaba cenar y chupar con los que querían compartir conmigo, como si fuera “cualquier otro día”.

Los treintayuno de diciembre comenzaron a ser más entretenidos en Querétaro (dosmiltres / dosmilcuatro). Hacíamos de cenar algo rico y nos poníamos borrachos. Es decir, era como cualquier otro día, pero me peinaba. (jajaja me acabo de acordar de los cabrones de Pedro y Pablo estaban impactados porque no traía puesto pants y me había maquillado).

La entrada del dosmilcinco fue muy especial para mí. Tenía dos días en Madrid y en la Puerta del Sol conocí a la que se convertiría en unas de mis mejores amigas: La Reyna. Un año después, pero esta vez disfrazada y con acento gachupín, no falté a la cita de la bola cayendo entre uvas de lata, pitos y gritos. Aquella noche me comencé a despedir de una de las experiencias que marcaron mi vida. Las Nocheviejas en Madrid son contagiosas. Son un excelente símil de mi vida madrileña: devoré a la ciudad y me dejé llevar por su alegría, cultura y forma de vivir. El papelito de la maestría pasó aun undécimo lugar.

Sin embargo, hoy no es un día como cualquier otro. No es sólo un cambio de calendario flaco por uno más gordo.

Vengo llegando de unas vacaciones en la playa en la que ninguna noche dormí bien. No era mi cama y mis perros, al sentirse fuera de lugar y con calor, jodían de más. Me levantaba a mear (¿será incontinencia por la edad? bujuju) y soñaba mucho. Demasiado. Ninguna pesadilla, pero me hacían preguntar demasiadas cosas sobre los muchos cambios que en este 2009 he tenido.

Además, salí del closet escritoderil ante mis papás.

Se me hace que soy la única pendeja que regresa de la playa con estrés en la espalda.

Por eso, decidí estar sola esta noche. Tengo podcasts por escuchar, preguntas por responder (y hacer ) y en una ventanita hay tuiteros igual de adictos que yo. Además estoy escribiendo.

Métanse las doce uvas… por donde más les guste.

8 comentarios:

Vagancianet dijo...

Desde la soledá de mi recámara te apoyo pero nomás un ratito porque ya tengo sueño.

Chilangelina dijo...

Yo pasé un inicio de año bailando y abrazando. Pero eso lo podría haber hecho donde fuera, ¿no? El asunto es cómo se siente uno por dentro: si estás en paz, lo estás donde sea.
En esta ocasión, más que bienvenir al año nuevo, quise despedir con ganas al 2009 que ha sido uno de los mejores de mi vida. Y entre las cosas buenas que me trajo, está el haberte conocido y estar juntas en el camión en el que andamos.
Que el 2010 traiga un chingo de cosas buenas no nomás hoy, mi Rox, sino los 364 que faltan.

Nebulosa dijo...

las fechas por sí mismas no son nada, es lo que hacemos durante ellas lo que las vuelve significativas.

payomocion dijo...

jojojo si... la unica diferencia es que a mi en estas fechas me da como nostalgia... no se bien, aun no consigo diferir entre ambas sensaciones por que resulta que me da flogera tener que volver a pasar una a una todas las fechas que yo ya daba por hechas, sintiendo que los compromisos, fechas "importantes" y cosas por hacer habian terminado, llevándome así..a escondidas como te llevaste tu perrito, mi desdicha por tener que llevar a cabo otra vez todos esos rituales provocados en su gran mayoria por inventos de la mercadotecnia.....

ni modos...

payomocion dijo...

jojo... y para mi tambien son sagradas las horas de sueño, mientras mas, mejor.... y si no tengo que pararme al baño en plena madrugada para nivelar mi hidratacion ó peor aún liberar a willy... puedo decir a ciencia cierta que es una noche de maravilla....

Ricardo Arce dijo...

también el puerco se cansa de ser puerco

La Rosy dijo...

Ricardo acaba de dar en el punto.

Ya se me quitó lo grinch

Besitos a todos.

«danito» dijo...

jajaja! me dio mucha risa lo de la incontinencia; a mi me dijeron que a esta edad te puedes cagar de la risa. Literal

=p

Por eso me volví serio, ja!